Odio Amarte - (en Edición)

CAPÍTULO 46

MAXIMILIANO 

¿Sabes algo de ella?.- pregunto esperanzado de que mi hermano sepa algo de ella.

Ya había pasado más de dos semanas de la última vez que la había visto y me moría por verla, por tocarla, por besar sus labios, sentir sus caricias, sus te amo, pero no, la realidad era otra y era que me había privado de ella sin yo quererlo.

Eh, no, y si lo supiera tampoco te lo diría.- me respondió mi hermano.

Me encontraba en mi casa un sábado por la noche en compañía de mi hermano y no por qué yo lo quería sino, que mi señor padre lo ordeno así, según él, para que no vaya a buscarla o que cometiera alguna locura.

Ya que, le conté que el padre de Jimena había ido a la empresa y que me había pedido casarme con su hija.

No he sabido nada de Jimena y tampoco me interesa saberlo, si por mí fuera ella se puede ir al infierno y no me dolería nada.

Mi madre ya sabe lo que pasó con mi pequeña y no por mí sino que mi padre se encargó de contarle, ya que mi mamá tenía en mente salir con mi pequeña y fue todo un gran problema con mi mamá, aún me sigue doliendo sus delicados golpes que me dio.

 

 

FLASHBACK 

¡Eso te pasa por pito suelto!.- me grito mi madre dándome golpes a mano abierta.

¡Mamá!.- dijo sorprendido.- ya déjame, me duele.- le rogaba para que parara, ya que me dolía sus golpes, escuchando las risas de mi hermano y mi padre.

¡Eliana!.- dijo mi padre más sorprendido que yo, aunque no lo creó.

¡Dale más duro vieja!.- la incitaba mi hermano a darme más golpes.

¡Yo no te críe así!.- me decía ella muy enojada sin dejar de darme golpes.

¡Auch!, papá, ayúdame.- le pido ayuda, ya que no podía quitármela de encima.

Mujer.- le dijo mi padre acercándose hasta nosotros.

¡Ni te acerques!.- le grito mi madre alejándose de mí y de mi padre para caminar de un lado a otro.

Mamá.- dije en murmureo triste y con ganas de llorar.

Lo sé, sé que es algo vergonzoso, pero había muchas emociones en mí y una de esas era la tristeza.

¿En qué momento Max?.- dijo ella mirándome muy decepcionada y la entendía el por qué ella estaba así.

No sé mamá, todo paso muy rápido.- le expliqué.

Pobre ella, ¿Cómo estará?.- se preguntó ella con sus ojos rojos y muy preocupada.

Mejor que él, sí.- dijo Lío señalándome.

¡Cállate Emiliano!.- le dijo mi mamá entre dientes.

Si mamita.- dijo este bajando la cabeza, por idiota ni él se salva.

Voy a ser abuela.- dijo susurrando mirando a un punto fijo.- ¡Y no con la mujer que quería para ti!. - grito lo último, asustando a nosotros tres que estábamos atentos a ella.

A mí me va a dar algo.- dijo echándose aire y tambaleándose, haciendo que los tres nos asistamos y corriéramos a ella.

¡Mamá!.- dijimos mi hermano y yo muy asustado ayudándola junto con papá a sentarse en el sillón.

Cariño, tranquila, no es lo que parece, deja que Max te cuente todo.- le dice mi padre arrodillado frente a ella, acariciando y besando sus manos.

¿Cómo?.- pregunto ella sin entender nada y tratando de relajarse.

Lío, ve por un vaso de agua.- le dijo mi padre a mi hermano.

Sí.- dijo este para luego salir corriendo de la sala hasta la cocina.

Habla Max.- me exigió mi madre.

Dile Max, antes que me dejes sin esposa.- me dice mi padre apurándome a contarle todo.

Ok, pues verás...- empezó a contarle todo sin dejar un detalle de lado.

 

 

FIN DEL FLASHBACK 

¿Aún te duele?.- pregunto Lío riéndose de mí.

Si, pero ya menos.- le respondo acariciándome la parte de atrás de mi cuello, pues mi madre podrá ser muy cariñosa y amorosa, pero cuando se enoja es un peligro para al que está al lado, ahora entiendo a que se refería mi papá cuando dijo que mi pequeña le recordaba a mi madre.

Luego de eso mi mamá terminó de escuchar todo y luego me abrazó y me llenó de besos, fue muy consentidora después de eso.

Admite que Emy le dejó la vaya alta y ahora para ella no hay nadie que pueda superar.- dijo mi hermano negando con la cabeza, y no se lo discuto, mi pequeña sabe conquistar a todas las personas y mi familia no fue la excepción.

Si, ella es maravillosa.- le contesté recordando a mi pequeña, ¿Qué estar haciendo ahora?.

¿Me extrañará?.- pensé, por qué yo si y no veo la hora de estar a su lado.

Ya llegó Franco.- dice mi hermano sacándome de mis pensamientos.

Mmh, ¿Franco?.- pregunto, ya que no esperaba que mi molesto primo viniera.

No esperamos mucho al ver a mi querido, pero molestoso primo, ingresar por la puerta de mi casa muy campante hasta nosotros.

Hola Frankie.- lo saludo mi hermano sonriendo haciendo enojar a mi primo, desde que escucho como le dijo mi pequeña, esa apodo a Franco no ha dejado de decirle igual, cosa que le enoja a mi primo y a nosotros nos hace reír.

Idiota.- le dijo este serio haciendo que riera. Hermano.- me saludo.- ¿Cómo estás?.- pregunto porque él ya sabía lo que había pasado.

Mal.- contesté sentado en mi sillón y él al lado mío con Lío frente a nosotros.

Todo se arreglará, ten paciencia.- me contesto él colocando su brazo en mi hombro.

Ojalá.- le digo elevando la ceja sin muchos ánimos de nada.

¿Qué estaban haciendo?.- pregunto este.

Nada, solo cuidando de que mi hermano no se siga ahogando en su miseria.- le respondo este a mi primo.- y preguntándose ¿cómo estará? Y ¿Qué cosa estará haciendo?.

Pues, hoy es cumpleaños de Alanna, ¿Saben?.- dijo Franco mirándonos a nosotros.

¿Cumpleaños de Alanna?, no, no lo sabía, ¿será que está con ella?.

No, ¿Cómo lo sabes?.- pregunté elevando una ceja.

Ah, pues, eh me la encontré por ahí, y me dijo y vi, eh, una foto por IG que estaban en una discoteca celebrando su cumpleaños.- me dijo Franco nervioso, haciendo que mi hermano abra de más sus ojos.

¿Quién?.- pregunto atento, espero no haber entendido mal.




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