MAXIMILIANO
¿Ya saben quién fue?.— pregunto a Luca, quien estaba sentado frente a mí dentro de mi despacho de mi casa.
Sí, fue la mujer que te hizo la prueba, su nombre es Matilda Ròse.- me contesto él entregándome un sobre con los datos de dicha mujer.
Bien, ¿Qué más sabes?.- le pregunto, mientras que Leo con atención los datos de la mujer, que resulta ser viuda con 3 hijos de 8,10,14 años respectivamente.
Pues, ya que decidiste hackear el sistema del laboratorio, se puede ver a Jimena regresar luego de que tú y nosotros nos fuimos, y se puede ver ahí que Jimena va en busca de ella, hasta que la encuentra y se ve que tienen una conversación.- me cuenta él mostrándome un video desde su celular donde puedo notar a Jimena hablarle a la mujer.
¡Esa maldita!.- digo entre dientes muy enojado y con unas ganas de irla a buscar a ella como a la otra mujer.
Yo sabía que ella era capaz de eso y de más es por eso que decidí hacer una doble prueba de paternidad en otro laboratorio.
¿Qué piensas hacer?.- pregunto atento Luca.
Vengarme que más.- le digo obvió sin ningún remordimiento.- la meteré a la cárcel.
Max, cálmate, es una viuda y tiene a 3 niños por cuidar.- me dice Luca, preocupado por esa mujer y esos niños.
Luca, siempre ha tenido una debilidad por los niños, cada que ve a uno es un niño más, ya que lastimosamente él nunca pudo tener un hijo, ya que la vida se lo negó.
¡¿Y como quieres que me ponga?!, si ella se prestó para hacer eso en mi contra y alejarme de mi mujer, ¡A, quien me resuelve eso!.- digo enojado parándome de mi sitio y golpear muy fuertemente la mesa haciendo retumbar todo.
Acaso yo tengo que tener compasión por esa mujer, cuando se vendió por unos dólares y alejándome de mi pequeña por alterar una prueba de paternidad, sabiendo muy bien que es ilegar.
Yo sabía desde el fondo de mi corazón que ese niño que espera ella no era mío, pero hubo tanta duda en mí desde que paso esa noche que me puso inseguro.
Su embarazo aún sigue, pero es muy grande su vientre, se supone que tiene 4 meses, pero sé que ella tiene más que eso, solo se hace la loca o bueno, lo es, y piensa que yo soy un completo imbécil para creerle.
Tengo que resolver esto cuanto antes.- digo para mi mismo, ya que Vicente dijo ese día de la reunión que pensaban irse de Portugal, cosa que yo no iba a permitir aquella situación, ella es mía y se quedará conmigo así, grite, chille y se enoje no me importa.
Por qué si ella cree que ara su vida con otro, pues está más que equivocada, yo no voy a permitir que ella esté en brazos de otro hombre que no sea yo y no pienso permitir que aquel sueño se haga realidad, la vez que soñé que ella estaba embarazada de otro hombre, ¡Me niego!.
Prepara el auto.- le ordeno a Luca mientras me paro de mi asiento.
¿Para qué?.- pregunto alarmado siguiéndome con la mirada.
Voy a buscar a esa mujer.- le respondo sin tanta importancia.
Max, escucha ella…- lo interrumpió.
Ella nada, acaso tuvo pena al hacer eso por 300 dólares, ¡Ja!, para males es una barata.- le digo sin nada de gracia.
Pero, los niños.- dice parado detrás de mí.
Irán a un albergue, a ti que te importa ellos, no son nada tuyo y si no quieres venir conmigo, no te preocupes en esperarme, ya sabes a donde te puedes ir largando.- le digo ya enojado con él por ni siquiera apoyarme, ¿Acaso esa mujer y esos niños son más importantes que yo?, no lo creó.
Si, tal vez sea un egoísta sin compasión, pero pónganse en mi lugar, ella ayudó a Jimena a hacer toda está falsa, falsificó una prueba de paternidad y eso es ilegal.
¿Por qué me hablas así?.- dijo dolido mirándome con una voz entrecortada.
¿Por qué la defiendes?.- le pregunto yo.- ¿Acaso a ella le importas?.
No me importa ella por un c@r@j*, solo me preocupa esos niños, donde quedarán si tú metes presa a su madre, tú lo tienes todo, nada te ha faltado, todos hacen lo que tú ordenas sin darte la contraria, pero ¿Esos niños qué?.- me reclamó.
A lo mejor tiene razón, pero nada me va a detener en cuestión de ella y Jimena.
FLASHBACK
Max.- susurró en voz baja Jimena al verme serio después de que mi pequeña se haya ido junto con Vicente por el ascenso.
Que sea la primera y última vez que te atreves a querer golpearla y tratar de humillarla, por qué te juro Jimena que no me va a importar nada, tú sabes como soy y yo lo que juro lo cumplo.- le callo mirándola seriamente haciéndola temblar y estremecer por la forma en la que le hablo.
Pero, ella me…- la interrumpió, ya que trataba de culparla como de lugar viendo sus ojos de ella rojos y llorosos, cosa que ni siquiera me pudo llegar a conmover.
Yo escuché todo y tú lo iniciaste todo, ahora no te quejes.- le digo entre dientes cerca de su rostro, apretando mis puños y quijada por la impotencia de no poder hacer nada aún sin pruebas para culparla.
Vete.- le digo serio tratado de controlar mi respiración señalando el ascensor.- tú no eres mi mujer y jamás lo serás y te juro que me las vas a pagar.- le dije lleno de ira y coraje, para luego alejarme de ella y empezar a caminar hasta mi oficina.
Max.- dijo ella llorando agarrándome de mi brazo para detenerme.
Suéltame.- le digo jalando mi brazo.- Jimena vete, ya fue suficiente, te dije que no ruegues más, no te humilles, no vale la pena que hagas esto, no te amo entiéndelo.- le digo tratando de que ella entre en razón, pero fue imposible, ya quecon ella no se puede.
Estoy en contra que las mujeres e incluso los hombres se humillen, por qué nadie merece rogarle amor a nadie que no te quiera.
Y si ríanse de mí que también estoy en una condición parecida, pero la diferencia es que a mí me sigue amando y se alejó por una estupidez mía.
Ella sigue llorando tratando de que no me vaya, pero es imposible que me siga quedando a su lado esperar de que deje de llorar, a sí que sin dudar más la dejo parada en el pasillo sin nadie más alrededor escuchando que dice mi nombre en susurro pidiendo que no me vaya, pero yo decido ignorar sus llamados por qué sé que son lágrimas de una mujer cruel que lo único que busca es alejarme de mi pequeña y que nunca más la vuelva a ver falsificando una prueba de paternidad.