Odio Amarte - (en Edición)

CAPITULO 49

MAXIMILIANO 

Despierto por los rayos del sol que entran por mi ventana, iluminado su luz en mi rostro con un dolor de cabeza insoportable.

¿Qué hago aquí?, ¿Cómo llegué?, no recuerdo nada.

Me levanto y todo me dé vueltas ocasionando que me vuelva a sentar por el mareo y me doy cuenta de que estoy vestido con mi pijama.

No recuerdo absolutamente nada, recuerdo haber salido solo a un bar a tomar unos tragos, yo solo.

Trato una vez más de levantarme y sintiendo unas ganas de vomitar, así que sin esperar un segundo más voy corriendo hasta mi baño a votar lo que no me sirve de mi estómago, siendo algo asqueroso de ver.

No vuelvo a tomar así, lo juro.- digo solo para luego cepillarme los dientes y mojarme la cara con agua para despertarme mejor.

Necesito una pastilla.- me digo a mí solo dentro del baño abriendo la puerta y dándome un susto al ver a Luca parado frente a mi cama con los brazos cruzados y con cara de que está enojado.

Hombre, me asustaste.- le digo después de haber pegado un salto por el susto.

Eres un idiota irresponsable, me estuviste casi toda la noche buscándote, si no fuera por…- se detuvo.

¿Si no fuera qué?, ¿Cómo llegué aquí?, yo no recuerdo nada.- le digo sentándome en mi cama con él, mirándome aún parado frente a mí.

Yo te encontré, gracias al GPS.- me responde él.

Mmh, me duele la cabeza.- me quejo, ya que todo me daba vueltas.

Ahí, hay unas pastillas para que las tomes.- me contesta él.- Max, no puedes salirte así, sin decir nada, puede ser peligroso si has tomado.- me reclama él y lo entiendo de qué esté enojado conmigo y también preocupado, pero era muy necesario de que este solo, ya que necesito yo planear muy bien mi venganza contra Jimena.

Báñate y luego bajas para que desayunes por qué tienes que ir a la empresa, tu papá llega hoy de Estados Unidos.- me dice él haciéndome recordar que hoy llegaba mi papá de haya puesto que él fue de mi remplazó, ya que yo iba a ir, pero se negó a que yo vaya, solo con la condición que resolviera todo este problema que tengo, pero para la próxima reunión si tengo que ir yo si o si, pues necesitan mi firma para un nuevo negocio que estoy haciendo para ya.

Ok.- fue lo único que le respondí para luego verlo salir por la puerta dejándome solo en mi habitación otra vez.

Decido tomar la pastilla que está al lado de mi mesita de noche junto al agua mineral.

Hay algo que no me convence en su respuesta de Luca al decir que él me trajo, lo vi muy raro, pero creo que lo dejaré pasar.

Así que decido ingresar a la ducha y darme un baño relajante, pero mientras me bañaba me doy cuenta de que tengo unos círculos morados en mi pecho, así que decido salir de la ducha luego de bañarme por completo para verme en el espejo dándome cuenta de que tengo unos chupetones en mi cuello y en algunas partes de mi pecho.

No, no, no, esto no puede estar pasándome a mí otra vez, ¿Me acosté con alguien?, no recuerdo haber estado con alguien, ¿O si?, no, lo creo es imposible, no le sería infiel a mi pequeña.

Terminando de arreglarme con un traje color gris hecho a mi medida decido bajar hasta la cocina donde ya está todo mi desayuno solo para que yo lo coma.

Así que decido sentarme a desayunar con aún esa inquietud de saber que fue lo que hice ayer en la noche, pues me niego a pensar que yo me acosté con alguien, pero los chupetones están ahí, lo cual me deja en desconcierto.

Ahora que me doy cuenta, toda esta casa es muy grande para mí solo, toda esta mesa gigante es mucho para mí solo, ya necesito a mi pequeña otra vez conmigo y pedirle que viva conmigo y que no muy lejano casarme con ella.

Tomando mi desayuno veo que ingresa Luca otra vez con unos sobres blancos.

Ya llegó.- me dice entregándome los sobres en la mano.

Es el pago de la casa, no fue muy fácil, pero se logró, el banco no quería entregar la casa una vez que se pagó la deuda, en dos días ya está la casa a tu disposición.- me dice él mientras que yo leo los documentos.

¿Te dijeron algo más?.- le pregunto sin dejar de ver dichos papeles.

Si, para la tarde, ya están las verdaderas pruebas y no te olvides que el abogado te va a llamar…- es lo último que escucho después de la palabra llamada.

Se me viene un recuerdo de mi sentado en el bar llamando a mi pequeña quien me contesta y yo hablo con ella, pero no recuerdo que más.

¡Max!.- grita Luca al lado mío.

Ah, ¿Qué pasa?.- le pregunto después de salir de mi trance al tener ese recuerdo.

Te estoy diciendo que ya es tarde, tienes que ya estar en la empresa.- me contesta el mirándome raro.

Así, prepara el auto.- le digo aún es shock por el recuerdo que acabo de tener.

 

 


***************

¿Se puede saber dónde estabas anoche?.- me dice mi hermano ingresando a mi oficina sin tocar la puerta, notando que está enojado.

Es raro verlo enojado a Emiliano, ya que es un poco difícil verlo molesto, pero yo que tú no me fío tanto por qué cuando se enoja es peor que el diablo, así que es mejor que mantengas una distancia prudente de un Emiliano enojado.

Estuve en un bar y se me paso la hora.- le digo en forma de respuesta lo más tranquilo posible sin dejar de pensar aún de mi llamada con mi pequeña.

Así que decido sacar mi teléfono para ver las llamadas de ayer dándome con la gran sorpresa de que no hay ninguna prueba de que yo haya llamado a mi pequeña, cosa que me preocupa mucho, ya que, si no la llame, ¿Por qué tuve aquel recuerdo?, y que me dicen de los morados de mi cuello y pecho.

¡Max!, ¡Me estás escuchando!.- alza la voz mi hermano sentado frente que a mí.

Ah, perdón, me entretuve, ¿Qué decías?.- le pregunto tratando de estar lo más atento posible.

Oye, ya me estás preocupado.- dice mirándome raro y negando con la cabeza.- te estaba yo preguntando, ¿Si ya sabes por qué esa mujer lo hizo?.- me pregunta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.