Odio Amarte - (en Edición)

CAPITULO 54

EMILY 

¿Cómo es posible que puedas aguantar todo lo que te dice esa estúpida?.- me dice Alanna muy enojada sentándose frente a mí.

Es complicado, pero supongo que después todo se solucionará.- le respondo calmada.

Me encantaría decirle a mi amiga todo lo que está pasando con Max, que él no ha perdido la memoria, pero no puedo hacerlo, hice una promesa con Max que tiene un plan y no puedo fallarle.

Ash, ya no sé que más decirte, tu madre no está de acuerdo.- me dice, ella sería cruzada de brazos y sin estar de acuerdo también.

A mi mamá tampoco le gustaba lo que yo estaba haciendo, pero no era por qué no tenía amor propio, al contrario lo tenía, pero ellas no saben que Max no ha perdido la memoria e incluso sus padres de él.

Solo apoyarme, no te pido más.- le digo y es la verdad.

Ash, no puedo decirte que no, está bien, pero si yo te veo llorar, nos vamos.- me dijo ella muy decidida.

Está bien, te lo prometo.- le respondo dándole una sonrisa.

Sé que después se enojara conmigo, luego de que se entere de todo, pero ya veré luego como haré para que me perdone, aunque sé que no será tan difícil, o eso espero.

 

 

 

***************

MAXIMILIANO 

Recuerdo perfectamente todo lo que paso e incluso todo después del accidente.

Cuando desperté me dolía todo el cuerpo y no sabía muy bien en donde estaba, ya que la última vez que me vi fue en mi auto.

Fue una gran sorpresa, ver a mi pequeña a mi lado dormida cuando desperté, a pesar de que me dolía todo el cuerpo, no pude no dejar de tocarla y sentir su piel tersa.

El doctor llegó después de que yo despertara, él quería despertarla, pero le dije que no lo haga y que por favor llamara a Luca.

El doctor dijo que estoy vivo de milagro, ya que el golpe que tuve en mi cabeza era muy peligrosa y que tal vez no la contaba.

Luca no tardó tanto en llegar y verlo que estaba más que aliviado al verme despierto antes de cumplir las 24 horas cruciales que dijo el doctor.

¿Te sientes bien?.- me pregunto él haciéndole señas de que se callara.

Shh, si solo me duele todo y mucho la cabeza.- le contesté en voz baja.

Tienes que despertarla, se supone que tenía que cuidarte y mira a las finales, lo estás haciendo tú.- dijo soltando una pequeña risa que me hizo reír también, pero quejándome de dolor en mis costillas rotas.

No, déjala, es mi mujer y, por lo tanto, es mi obligación cuidarla.- le contesto contemplándola y acariciando su mejilla.

Tengo que llamar y decirles a tus padres que ya despertaste.- me dijo él.

No, no les digas nada, solo llama a mi hermano y dile que venga cuanto antes.- le respondí.

¿Seguro?, ¿Por Qué?.- me pregunto no muy convencido.

Después te lo diré, pero llámalo, sí.- le contesté dándole una mirada rápida.

Está bien, ya lo llamo, ya vuelvo.- me dijo aún no muy convencido.

Pero, eso era unas de las cosas que me gustaba de Luca, que nunca me preguntaba tanto del por qué de algo, solo hacía lo que le pedía y luego ya yo le decía.

Estoy muy feliz de que estés aquí a mi lado mi amor, no sabes lo feliz que me haces a pesar de que no estás despierta.- le susurró sonriendo y acariciando su mejilla.

Y pasó gran parte de la madrugada viéndola y cuidando de su siesta, ella era lo único que quería a mi lado y no pedía más.

Ella era mi único motivo por el cual seguir y no tirar la toalla y darme por vencido por nuestro amor.

 

 

 

**************

¿Estás seguro de querer hacer esto?.- pregunto mi hermano parado a un lado mío.

Sí, es la única manera de que ella no sospeche nada y no arriesgar a mi mujer, ni a Matilda y su familia.- le respondí mirándolo.

Aah, está bien, pero ten cuidado si, no es tan fácil, ya sabes que Jimena necesita ayuda por parte de médicos, es bipolar.- me dice mi hermano.

Ya lo sabía, tarde, pero lo sabía, si lo hubiera sabido mucha antes, créanme que no estaría pasando nada de esto.

Si lo sé, por eso quiero que tú me ayudes, eres el único después de Luca, quien sabe todo esto.- le contesto.

Oye, ¿No debería despertarla ya?.- pregunto él señalando a mi pequeña.

Sí, pero hazlo con cuidado y que no sepa que estoy despierto.- le digo, ya que quería saber cuál era su reacción al verme.

¿Qué?, te harás la bella durmiente.- dijo burlón, él muy idiota.

Shh, cállate y hazlo.- le dije susurrando.

Ok.- me respondió el aún riéndose de mí y yo cerrando mis ojos para fingir estar dormido.

Emy, Emy, despierta.- lo escucho decirle a mi pequeña.- Emy, tienes que despertar.- le vuelve a decir.

Mm.- la escucha quejarse y moviéndose de más.

Emy.- le vuelve a decir.

Mi mujercita tiene mucha pereza de despertar y me da pena, escucharla quejarse por lo incómoda forma de dormir que tuvo.

Hola, Cuñis, tú sí que duermes.- le dice el diota de mi hermano riéndose.

Hola, ¿Qué hora es?.- le pregunta a mi hermano.

Aguanta Max, aguanta y no abras los ojos.

¿En qué momento ingresaron a quitarle todo?.- le pregunto ella sería y con su voz adormilada.

Eh, yo los dejé, pero alguien no me dejó que te despertara.- le respondió serio y con ironía, por qué yo sabía que se refería a mí.

Debiste hacerlo.- le reclamó enojada, parándose de la silla muy incómoda.

Lo siento, mi vida corría peligro si te despertaba en ese momento.- contesto él y que bueno que lo sepa.

¿Qué?.- pregunto sin entenderle.

¿Qué te dijo en doctor?.- le pregunto acariciando mi mano.

No vayas a mover tu mano Max, sé fuerte.- me dije tratando de darme aliento.

Ya está fuera de peligro, no le entendí muy bien, pero dijo que ya podía respirar por sí mismo y que es probable que despierte dentro de estas horas.- le respondió Lío, sintiendo su mirada en mí.

¿En serio?, entonces me quedaré.- le dijo ella y yo más que feliz, saltando por dentro con tal que se quedara.




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