MAXIMILIANO
Por fin, era hora ya quería irme a mi casa, ya no aguantaba ni un minuto más estar aquí, a pesar de que tuve visita de varios amigos y uno que otro socio que vino a verme.
Todos se quedaron sorprendidos y siguen aún creyendo que he perdido la memoria.
Mi amigo Noah, quien es médico y un gran empresario, me ha ayudado con esta mentira, tuve que decirle la verdad para que pudiera ayudarme, aunque no estaba de acuerdo, ese idiota me ayudó.
¿Ya tienes todo listo?.- le pregunto a Luca, quien está aquí conmigo en la habitación del hospital.
Sí, solo faltas tú.- me respondió al verme ya listo y sentado en una silla de ruedas.
No me gustaba mucho la idea de estar sentado en esto y ser visto por todos y para males no quepo en la silla, ya que soy muy grande para esta cosa.
Vamos a salir del otro lado, por qué la prensa está ahí afuera y son miles quienes esperan una entrevista contigo.- me cuenta él y ya lo sabía, pues en estos 4 días que he estado en la clínica vi muchos canales de noticias, hablar de mi accidente y de los miles de dólares que quedarían si yo hubiera muerto.
Por supuesto que todo se quedaría con mi familia y mi mujer, ella se hubiera hecho cargo de todo esto, si yo hubiera muerto.
Me enteré por Luca que Matilda quiso hablar conmigo, pero no se atrevió a entrar por qué tenía miedo y vergüenza de ver a mi pequeña, ya que según ella no tenía sangre en la cara para verla y pedirle disculpas.
También sé por Luca que el padre de Jimena quiere hablar conmigo y supongo que ya sé el por qué, seguro que él ya sabe que yo sé del gran fraude que ha hecho su hija y no cree en esta farsa, pero are lo posible para que piense que todo esto si es verdad.
No sé si Jimena cree que soy tonto, como para pensar que me quedaría con la primera prueba de paternidad que me hice con su hijo.
Ella toda muy feliz me dijo que “esperábamos”, una niña sana en una ecografía que ella se hizo, según ella tenía que creer que nombre le quería poner, ya que ella me dejaba ponerle el primer nombre.
No saben todo lo que tuve que aguantar y tratar de no explotar y gritarle toda su falsedad en su cara, pero tuve que ser fuerte, soy un gran actor junto con mi pequeña para fingir, ambos ya queremos nuestro premio Óscar.
¿Mi mujer ya está en su casa?.- le pregunto serio, pues él había sido el encargado de dejarla en su casa, ya que sabía muy bien que Jimena podría ir a mi casa y no quería arriesgar a mi pequeña por culpa de esa loca.
Sí, su familia y amigos están con ella.- me dijo él y eso me preocupó mucho, pues no quería que presionarán con todo esto.
Y tus padres están en tu casa esperándote, ya que saben que la prensa está aquí.- siguió contando y sacándome de la habitación en la silla de ruedas.
Saliendo me di cuenta de que mis muchachos ya estaban esperándome en el ascensor listo por si algo pasaba.
Había quedado con mi pequeña verla después y tratar de recuperarme lo más rápido posible, ya que su cumpleaños estaba cerca y quería tener una cena con ella y consentirla lo más que podía después de todo este tiempo.
Saliendo del ascensor salgo por una puerta secreta, una en donde nadie, ni siquiera los médicos, sabían que existía y eso se lo agradezco a mi amigo por tener todo bajo control en su clínica.
Subo al auto con ayuda de Luca y déjenme decirles que casi me les voy con el dolor tan terrible que sentí en mis costillas al moverme.
Listo, ahora si vámonos.- escuche que dijo Luca, subiéndose adelante en el copiloto y avanzando con el auto.
Al salir por ese lugar secreto, veo que hay más camionetas esperando por mí para resguardar mi seguridad, pasando por la entrada de la clínica y ver a la multitud de personas y cámaras esperando a que yo saliera.
Ja, ilusos.- pensé al verlos parados esperando por mí.
Yo
Te veo más tarde, te amo.
Le envió un mensaje a mi pequeña que no tardó tanto en responderme.
Mi pequeña
Yo también te amo.
Prepárete para soportar a esta enfermera que te cuidara 24/7 ;)
Aquella respuesta, causó que se me subiera la temperatura y otra cosa más que poco a poco tuve que calmarme para que nadie se dé cuenta que algo pasó hay abajo.
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¿Seguro que te sientes cómodo así?.- pregunto mi madre muy atenta a mi sentada a un costado mío de mi cama en mi habitación, mientras que veía a Lío poner sus ojos en blanco.
Eh, si mamá, gracias.- le dije mirándola dándole una ligera sonrisa.
Me dolía mucho tener que fingir con ella, o en realidad con los dos.
Mis padres están más que atentos y mucho más preocupados, por tratar de hacerme recordar todo, ya siendo fotos e incluso algunos vídeos que eran mío y de mi hermano, cuando éramos unos niños.
Ellos tratan de hacer lo posible y quieren traer a médicos del extranjero para que me ayuden a recordar.
Cosa que me preocupó bastante, ya que era muy peligroso, puesto que se podían dar cuenta de que todo era una mentira.
Menos mal que un amigo mío, que era médico, me ayudó con toda esta farsa, diciéndoles que poco a poco yo iría recordando.
Eso sí que me salvó el pellejo, puesto que ellos le creyeron todo a mi amigo.
Tengo que tener mucho cuidado de que nadie más sepa de esto, empezando desde ellos.
¿Quieres que te haga algo para comer?.- me pregunto ella otra vez.
Mamá, lo único que Max quiere es descansar, ¿Verdad Max?.- me dijo mi hermano abriendo sus ojos de más para que le siga el juego.
Eh... si, yo quiero descansar.- les digo a los dos para que mamá pensara que era verdad, al igual que mi papá quien estaba parado frente a la puerta.
Lío tiene razón mujer, es mejor que mi hijo descanse.- le dijo mi padre a mi madre quien lo veía desde la puerta.
Ok, está bien.- dijo no muy convencida.- si pasa algo, llámame Luca.- le dijo mi madre como una orden a Luca, quien estaba con nosotros dentro de mi habitación, solo que callado observando todo.