EMILY
Había pasado 2 días desde la última vez que vi a Matilda, hemos estado en contacto, pues quería saber que todo estaba bien con ella y su familia, pues ella era una amenaza para Jimena.
Y hablando de esa loca, no hemos sabido nada de ella, pues lo más raro es que no se ha parecido lo cual, no se hace muy extraño.
He hablado con mamá y veo que todo está bien, nada fuera de lo normal.
Lo que no sabe ella es que Max ha hecho que la seguridad de mi familia y la de la suya están siendo más resguardados de lo normal.
Todo es bajo sombra, pues Max y yo sabemos que mi padre, Vicente y mis hermanos, pueden darse cuenta y hay si tener un gran problema.
Ahora me encuentro en la sala de la casa de Max leyendo un libro esperando a que Max salga de la ducha, pues hoy tendría una reunión con su papá más tarde en su despacho, lo cual tendré que estar alerta, si Max le llega a contar todo.
Él me preguntó sí, estaría mal contárselo, pero no supe darle una respuesta concreta, pues todo había sido idea de él, lo cual le dije que yo apoyaría toda decisión que tomara al respecto.
Aunque, eso no quiere decir que este del todo tranquila, pues ese miedo e inquietud que ha nacido de mí, nadie me lo quita y a pesar de que se lo he dicho a mi King kon quien es un gran apoyo, no puedo evitarlo.
Ya tenemos casi todo el plan hecho, solo falta algunos detalles, detalles que Luca y yo estamos terminando de arreglar, para que todo salga, como lo hemos planeado.
Y hablando de Luca, lo puedo ver ingresar a la sala rápidamente, muy alarmado.
Señorita.- me dijo él acercándose a mi muy rápido.
Sí, dime Luca.- le respondí cerrando el libro y sentándome bien en el sillón.
La loca está aquí y quiere entrar.- me aviso él muy alarmado.
¡Qué!, ¿La loca está aquí?, no puede ser, lo que faltaba, ¿Quién me manda a invocarla?.
Está en la puerta y quiere ver a Max.- me volvió a decir él.
Max está bañándose, deja que entre y le digo, trata de que no sospeche nada.- le contesté parándome del sillón agarrando mis cosas lo más rápido que podía.
Sí, yo la entretengo.- me respondió él saliendo de la sala.
Termino de agarrar mis cosas y subo lo más rápido que puedo al segundo piso para poder dirigirme a la habitación de Max.
¡Max!.- lo llamo más que alarmada tirando todo en su cama, para ir corriendo hasta el baño.
¡Max!.- lo volví a llamar ingresando rápido al baño y ver que aún estaba en la ducha con las lunas llenas de vapor.
¿Mi amor?.- dijo abriendo la puerta de la ducha, sacando su cabeza chorreando de agua.
¿Vienes a bañarte conmigo?.- pregunto muy coqueta dándome una de sus sonrisas sexis.
No, Max, esto es urgente.- le respondí al verlo salir por completo de la ducha desnudo.
¿Qué puede ser más importante que esto?, vamos, a la ducha.- me contesto acercándose a mi todo mojado.
No, la loca.- le dije ya más que nerviosa apuntando hacia afuera.
¿Loca?, no, vamos a divertirnos, tú y yo solitos.- dijo queriendo abrazarme.- te estaba esperando.
Admito que lo que voy a hacer, me hubiera a mi gustado hacer en otras circunstancias, pero según yo, era la única manera que vi para que me pueda tomar atención.
¡Ahh, amor!.- soltó un gruñido de dolor pegando su frente con la mía.
Escúchame bien King kon, la loca de Jimena está afuera esperándote.- le dije apretando fuerte a mi querido amigo trompa de elefante.
Jimena.- dijo más que sorprendido y alarmado ya al igual que yo, prestándome atención.
Y pues, como no iba a prestarme atención, si yo estaba ahorcándolo ahí abajo.
Si ella está espe…- no puede terminar, pues una voz chillona se escuchó de lejos.
¡Maxin!.- grito ella llamándolo.
M¡erd@, ¿Y ahora qué hacemos?.- pregunto preocupado, jalando una toalla y tapándose a mi buen amigo y a ese gran trasero bien nalgudo que tanto me gusta apretar cada que tengo oportunidad.
Vístete y actúa con ella.- le respondo saliendo del baño junto a él.
¿Qué buscas?.- pregunto mirándome.
Donde esconderme.- le contesté mirando de bajo de la cama.
No, ven conmigo.- me jalo él del brazo y meternos a su armario gigante en donde tenía todas sus cosas, con decirles que te puedes confundir con una tienda de ropa masculina.
¡Maxin, mi amor!.- volvió a gritar la loca.
¡Señorita Jimena, por favor espere!.- escuchamos la voz de Luca por el pasillo.
Estábamos perdidos, no sabía donde podía yo esconderme.
Métete aquí.- me señalo él una pequeña clóset vacío mientras se vestía y no dude en correr a esconderme.
Te amo.- me dijo él dándome un beso rápido.
Yo también te amo.- contesté correspondiendo su beso y ayudándome a cerrar las pequeñas puertas.
¡Maxin!, ¡Aquí estás!.- grito muy efusiva la loca de Jimena saltando a los brazos de Max, quien la sostuvo y la alejó de él disimuladamente.
Hola, cariño.- la saludo Max, lo más amable que podía, tratando de no colocar una cara de asco al ver que ella le robó un beso.
Voy a aceptar que si me enojo al ver esa escena, pero no podía hacer nada, pues tenía que tratar de soportar un poco más a esa estúpida.
Señor, lo siento, pero la señorita insistió.- se disculpó Luca, muy serio dándole una mirada a Max.
Tenía la oportunidad de ver por una pequeña y ligera rendija.
No te preocupes Luca, ella es la madre de... mi bebe.- le respondió Max fingiendo estar feliz y dando una sonrisa que estoy más que segura que no llego hasta sus hoyuelos en asomarse.
Trate de no reírme y taparme la boca, pero fue tan difícil que se me salió un pequeño chillido.
¿Qué fue eso?.- pregunto Jimena mirando a su alrededor.
Me alarmé tanto que ocasionó que los dos hombres que estaba ahí, se asustaran a más no poder.
Lo siento señorita, soy yo.- dijo, fingiendo estar tosiendo Luca, quien la veía disimuladamente.
¿Qué te parece ir afuera?.- le pregunto Max a Jimena, quien la tomó de los hombros y no espero respuesta de ella, cuando ya la estaba empujando hacia afuera del gran armario.