Odio la Navidad, ¡y a mi vecino!

Introducción

Anastasia preparaba la maleta bajo la atenta mirada de su madre. No se detuvo ni un momento, tampoco le dio una breve mirada a su progenitora mientras seguía empacando, estaba segura de que si lo hacía, la vería con los ojos de cachorrito apaleado fijos en ella.

—Tu hermana Sarah, viene con los niños y su esposo —dijo Edith, cuando se dio cuenta de que su hija se iba de verdad—, ¿estás segura de que no quieres quedarte y esperar por ellos?

—Estoy segura, mamá, tengo que irme o perderé el vuelo —respondió ella sin dejar lo que estaba haciendo—, si pierdo el vuelo, pierdo también el autobús que me llevará al pueblo donde está la cabaña, mi hermana y su familia entenderán.

—La Navidad en familia es lo mejor, ¿por qué no te quedas y vas a ese lugar en otra ocasión?

Anastasia levantó la maleta de la cama, lo colocó en el piso y puso una mano sobre la empuñadura de doble barra antes de mirar por fin a su madre a los ojos.

—Sabes que odio la Navidad, para todos es mejor que lo pase lejos. Ustedes saben que los amo, una fiesta que no significa nada para mí, no hará que deje de quererlos.

—Nada hará que cambies de opinión, ¿verdad? —Se lamentó Edith.

—Nada, prefiero pasarlo lejos y dejar que pasen unos días agradables —respondió Anastasia. Para consolar a su madre, se acercó a ella y la abrazó—, pero no te preocupes, estaré aquí antes de que mi hermana se vaya, veré a mis sobrinos, aunque sea un día o dos.

Edith suspiró con resignación, no podría hacer nada, cuando su hija decidía algo, era difícil que cambiara de opinión, incluso de pequeña era difícil convencerla de que lo que ellos le decían era lo mejor.

—Pásalo bien allá donde vayas, recuerda que aquí se notará tu ausencia.

Anastasia le dio otro abrazo y un beso en la mejilla, para luego salir al salón a despedirse de su padre y su hermano pequeño.

—Me traes un regalo de tu viaje Ana —pidió Joseph abrazándola por la cintura.

—Por supuesto que si, pequeñajo —respondió ella y le dio un beso en la cima de la cabeza.

Cuando salió a la calle y miró hacia atrás, su familia estaba en la puerta mirándola escapar. Les dio la espalda de inmediato, si los veía un poco más, quizás, la iban a convencer de quedarse, pero al girarse, chocó con alguien.

—Perdón, no lo vi… —comenzó a disculparse, pero al ver quien era, se detuvo—, ¿qué haces en el medio?, fuera de mi camino.

—Y yo que pensé que habías recuperado tus modales —dijo Martin con ironía.

Ella gruñó y subió en su auto sin dirigirle la palabra. Su vecino era otra de las razones por la que se alegraba de marcharse, así no vería su insufrible cara, ni su entusiasmo exagerado por la Navidad.

Martin la vio alejarse sin moverse del lugar, lamentando otro año que no podría pasar junto a su arisca vecina.

—Mira que busco, pero no encuentro nada que sea una buena razón para que ella decida quedarse —dijo Edith al lado de Martin, tomándolo desprevenido, al no esperar que hablara tan cerca.

—¿A dónde va?, siempre tuve la duda, pero me daba un poco de pena preguntarle, ¿es un lugar especial para Anastasia?

Edith le habló sobre el lugar, lo poco que sabía, nunca estuvo allí, su hija siempre se iba sola.

—Especial no es, lo escogió al azar la primera vez que quiso alejarse.

—¿Quizás tiene un novio allí? —preguntó Martin fingiendo desinterés, aunque por dentro esperaba recibir una respuesta negativa.

—¿Un novio que ve una vez al año, durante pocos días? —Se burló Edith.

Martin se rio con ella, más aliviado que por encontrarlo divertido.

—Pero te confesaré algo, Marty, me encantaría estar escondida en una de esas cabañas y ver que hace mi niña allí, ¿a ti no?

Edith se alejó sin esperar una respuesta de él. Sin embargo, Martin le dio vueltas y vueltas a la pregunta durante el resto del día, ¿le gustaría estar en el mismo lugar que Anastasia?

—Sí, me gustaría estar allí, mldta sea —Fue a la conclusión que llegó—, aunque ella me diga que me aleje cada vez que me vea.

Y la idea arraigó en su mente, durante dos días fue en lo único que pensó.

—Allá voy, Ana, preparado para que me maltrates.
 



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En el texto hay: navidad, superacion, amor

Editado: 29.12.2022

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