"No me alejes de ti"

Relata Ari

Corrí como alma que lleva el diablo, llegué a mi casa y me encerré en mi habitación. Tomé mi almohada y ahogué en ella mis gritos.

¿Qué rayos pasa conmigo? Me pregunté,,, Me sentía horrible, fatal, no sabía describir con exactitud lo que estaba sintiendo, pero quería llorar y así lo hice.

Pensé por un momento, ¿por qué me molesta tanto? No puede ser.,,,      ¿Acaso yo...?

Me quedé en shock. ¿Acaso me he enamorado de Kakashi?

¡Ay, por Dios! ¡Soy tan estúpida!

No, no, no, no, no... no es eso. Yo en realidad lo odio. Sí, eso es, 
Yo lo odio demasiado.

Sí, lo odio, lo odio y lo odio...

Y ya no pensaré más en esto.,,,, 
Y ustedes tampoco vuelvan a tocar ese tema, ¿ok?
Bien,,,,,,

Esa noche no dormí, por más que lo intenté. De mis ojos salían lágrimas descaradamente, sin permiso.

Imaginaba lo que estaba pasando entre Kakashi y esa chica en su casa, y tenía un nudo en mi garganta.

No podía soportarlo, me dolía, me dolía demasiado...

La mañana siguiente me sentía como un zombie recién salido de una película de terror. Enormes ojeras, Mis ojos estaban hinchados, y mi energía estaba en niveles negativos.

Necesitaba un plan maestro para evitar que Kakashi me viera en ese estado. No tenía ni idea de por qué sentía la urgencia de ocultarle mi apariencia. Después de todo, él no tenía por qué saber el motivo de mis ojos de mapache. Pero decidí mantener puesta la máscara todo el tiempo,.

Pensé ingenuamente que Kakashi estaría saltando de alegría después de pasar la noche con su "ramita". Pero para mi sorpresa, fue todo lo contrario.

El hombre estaba completamente endemoniado y nos gritó a todos en el equipo. Me arrastró a todas las misiones habidas y por haber, incluso misiones dentro de otras misiones, era una locura,, como si hubiera decidido que mi sufrimiento fuera su entretenimiento.

Yo simplemente asentí y lo seguí sin protestar, con la esperanza de que su ira se disipara pronto. Parecía que tenía al diablo mismo jugando twister en su cabeza.

"Me preocupé". No era un secreto que Kakashi luchaba con una oscuridad interna, y ese descontrol de ira no era nada saludable. Podía perder el control en cualquier momento. Así que decidí no provocarlo y simplemente seguir sus órdenes, como un corderito siguiendo a su pastor con la esperanza de no acabar en el estómago de un lobo hambriento.

Esa noche llegué a casa más muerta que viva. Me desplomé en el suelo de la sala y decidí que por el momento ese sería mi lugar de descanso, mientras mis hermanos, completamente indiferentes, bailaban la conga sobre mi cuerpo.

- ¡Los amo tanto! - pensé sarcásticamente.

Mi mamá, en su papel de observadora profesional, se sentó frente a mí y soltó una perla de sabiduría maternal:

"Si es demasiado para ti, renuncia".

Como si esas palabras fueran una descarga de energía, salté.

"No lo haré, ¡jamás renunciaré!" proclamé con determinación, y me arrastré hasta mi habitación para rendirme ante los brazos de Morfeo sin siquiera quitarme la ropa.

Los días siguientes fueron como una montaña rusa emocional. Kakashi parecía decidido a torturarme con misiones interminables, y mis ojeras estaban compitiendo por el título de las más oscuras del mundo. Estaba perdiendo peso muy rápido.

Quizás por lástima o tal vez por una súbita descarga de cordura, Kakashi comenzó a bajarle el volumen a su locura. Finalmente, pude respirar un poco y comenzar a recuperarme.

Pero como si alguien hubiera presionado el botón de repetición, el recuerdo del romance de Kakashi con esa "ramita" volvió a mi mente para atormentarme. Me imaginaba que se habían peleado y luego reconciliado, lo cual me irritaba aún más. ¿Por qué tenía que pagar las consecuencias de sus dramas amorosos?

"Maldito demente, lo odio con el alma...", murmuré entre dientes, deseando fervientemente que el universo me diera una tregua.

Durante los días siguientes intentaba cumplir con otras funciones para ayudar a los demás compañeros ambos

Intentando así no permanecer todo el tiempo pegada a Kakashi, así que en una ocasión me alejé de el siempre quedando al pendiente por cualquier situación que se presentara.

Ayudé a unos compañeros a mover unas cajas llenas de documentos de misiones anteriores y fue cuando miré a Itachi observando a una linda chica a travez de una ventana, 

Me acerqué muy silenciosa para sorprenderlo
¡Oh por Dios! Que linda" 
¿Tu novia?             Le pregunté.....

¡Ari! - exclamó sorprendido Itachi al verme de pie a su lado cargando una caja.

"¿Qué haces?" - preguntó.

"Pues verás, estamos moviendo algunos documentos sobre misiones ultra, super ultra secretas a..."

"Eso ya lo sé" - me interrumpió Itachi. "Me refiero a ¿qué haces lejos de Kakashi?"

"¿A qué viene esa pregunta? No tengo que estar pegada a él todo el tiempo", dije con molestia. "Además, ¡no cambies la plática!", le dije cantadito.

"Ella es Isumi, ¿verdad?" - "¡Ah, picarón! ¿Qué escondidito te lo tenías?" - le dije, molestándolo y me causaba tanta ternura ver cómo se sonrojaba al escuchar mis palabras.

"Oh, por Dios, Itachi, estás hecho una ternurita" - le dije, apretándole un cachete y él se puso más rojo.

Después me di cuenta de que fui muy indiscreta al notar cómo los demás ANBU nos observaban con algo de curiosidad. Aclaré mi garganta.

"Mejor llevo estos documentos. ¡Te veo luego, Itachi!"

Me giré, pero Itachi me sujetó del brazo. "¿Quieres que nos veamos este fin de semana?" - preguntó.

"¿Qué? ¿Y Isumi?"

"¿Qué con eso? Solo será una salida de amigos, ¿ya sabes, para ponernos al día?" - dijo Itachi.

"De acuerdo" - le dije sonriendo.

"Genial" - dijo Itachi. "Entonces, así quedamos."

"Ok" - dije y seguí con mi trabajo.

Cuando me reuní de nuevo al grupo, ahí estaba esa mirada llena de rabia de Kakashi, esa mirada con la que me decía todo.