Odio que te Amo

4.

Capítulo 4

Test de paternidad.

17 días habían pasado desde que volvimos a Memphis, era evidente que las vacaciones de verano este año habían sido una completa y total mierda gracias a mí.

Mi situación seguía siendo lamentable, lloraba todos los días, todo el día. Mi madre y mi padre estaban muy enojados por toda la situación, pero sobretodo porque no decidí hacerme el legrado. A raíz de eso me hablaban lo justo y necesario.

En cuanto a Dustin y Nathan, ambos habían vuelto a la universidad casi que en contra de su voluntad. Ambos sabían que la estaba pasando realmente mal y no querían dejarme sin apoyo.

Solo me quedaba Maya, quien como buena amiga iba a sacarme a tomar aire todos los días.

— ¿Para cuando está programada la prueba de paternidad?

Maya cuestionó agarrándose de mi brazo.

—Para mañana, junto con la ecografía.

Contesto y mi voz suena desanimada. Se que mañana será un día muy duro para mí.

—¿Tus padres irán? — Maya cuestiona con preocupación, sabe que sin Dustin y Nathan soy una isla en medio del océano.

—Si, solo van a llevarme al test de paternidad, a la ecografía asistiré sola— Hago una pausa, Maya me mira con la atención que cree merezco, y yo continuó la oración —en realidad, conoceré también en persona a la pareja que posiblemente se quede a mi bebé— decir eso, me quita al menos 100 años más de vida.

— ¿Estas Segura de que podrás entregarlo? ¿Conoces la historia de la pareja? ¿Son buena gente? — Maya me atacó a preguntas, que se traducían en miedos.

—Son un matrimonio joven, me sorprendió ver en sus fichas que la chica tiene 20 y el chico 23, están acomodados económicamente y la verdad no entiendo como es que tienen tanto apuró de ser padres, pero... — hago una pausa en la que debo tomar aire para continuar. —ellos son los únicos de todos los perfiles que leí que permitirán que yo pueda ver al bebé— Agrego resignada, haciendo comprender a Maya que no tengo muchas opciones.

—Intentare acompañarte a como de lugar, no te preocupes.

Maya me abraza con fuerza, mientras yo siento un nudo en la garganta, que se segunda a la necesidad de llorar. Sin embargo está vez me contengo, porque hay demasiada gente en el parque y no quiero seguir haciendo el ridículo.

Me aparto de ella y le agradezco con sinceridad—Gracias por estar aquí —

Ella me regala una sonrisa como respuesta y me peina un poco el cabello con las manos.

—Tenemos que ponerte presentable, es un día importante. Y me gustaría que el idiota de Kylian recibiera dos golpes fuertes en su maldito ego en un mismo día.

Mi semblante se torna oscuro, escuchar el nombré de Kylian, imaginar tener que verle me hace sentir como si todo dentro de mi se rompe por completo.

No le veo en desde en el que negó a nuestro bebé en cara de todos. Y lo poco que se de él es lo que ha posteado en Instagram. Meterme en su perfil todas las noches antes de dormir y ver todas las fotos, y actividades divertidas que hace con Selene se ha convertido en mi tortura favorita.

—Da igual, nada de lo que me haga me pondría al nivel de Selene.

Contestó con desánimo, porque me siento muy fea. Maya se cruza de brazos y frunce el ceño.

—Eres hermosa, y no tienes que compararte con nadie. Kylian no lo vale, deberías estar simplemente agradecida que Dios lo sacó a patadas de tú vida.

Sonrió falsamente para que Maya tenga la razón, no quiero discutir ese tema con ella porque se que es demasiado terca.

Ella vuelve a tomarme del brazo y me arrastra hasta un salón de belleza en contra de mi voluntad.

—Quiero que deje a mi amiga de portada de revista — Se dirige a su estilista y está sonríe al verme como un conejillo de indias en sus manos.

Por mi mente pasa negarme pero la verdad es que si me gustaría subirme el ánimo con un poco de cariño. Acepto la oferta de Maya con un poco de miedo de que su estilista vaya a exagerar .

-Nada de tintes con químicos, estoy en un tratamiento médico importante— le advierto y la mujer asiente.

Lo primero que hace es enviarnos a Maya y a mí a la sesión del manos y pies, en donde mi amiga me cuenta un montón de cosas alegres que le sucedieron en el verano. Le escuchó con atención y mi mente se distrae, mis facciones se relajan.

Luego de ahí tomamos una ducha y vamos a la sesión de masajes. Me relajo muchísimo, tanto que por un momento me olvidó de todo el caos que tengo en mi vida.

—Bueno chicas, vamos que el tiempo es corto y el proceso largo.

La estilista nos saca del masaje y nos envía a la zona de rostro, cejas y pestañas.

—¿Que quieren hacerse?— la mujer pregunta.

—A mi solo cejas, a mí amiga limpieza facial, cejas y pestañas —

Miró a Maya con angustia.

—Eso es demasiado, será mucho dinero — emito mis preocupaciones.

—No te preocupes por eso, y disfrutá. Te lo mereces — Maya constesta eufórica y se que no va a parar hasta terminar esta "transformación"

—Vale... Te lo devolveré algún día — Musitó y cierro los ojos para dejar a la mujer hacer su trabajo.

Nuestra tarde de paseo de transforma en un día enteró en el Spa-peluquería. Cuando terminamos eran pasadas las 19 y ya estaba bastante oscuro.

—¿Estás lista? — Maya exclamó con extrema emoción.

Yo sentí susto de que él resultado no fuese a gustarme. Aún así asentí con miedo y la mujer le dio la vuelta a la silla para dejarme mirar mi reflejo en el espejo. Quedé en shock cuando me vi.

Mi insípida lacia y larga cabellera cabellera castaña, estaba transformada en una maravillosa cabellera con forma, iluminada con un perfecto balayage en tonos champán, acompañadas de un face framin que iluminaba mi rostro de forma sutil. Eso en juego con mis cejas perfectas y mis pestañas super largas y rizadas hacían que literalmente pareciera una modelo.

Realmente estaba muy contenta, y me puse a llorar, pero está vez de felicidad.

—Gracias— apenas y pude decir entre sollozos que fueron acompañados por abrazos de Maya y de la estilista.




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