Capítulo 9
Resultado.
Emilia.
Creí que talvez estaba soñando, porque llevaba deseando este abrazo desde aquel día en el que se rompió todo y terminamos separándonos de la peor manera posible: sin motivos aparentes, sin explicaciones, sin nada. Kylian solo desapareció de mí, y cuando apareció nuevamente ya tenía a Selene.
— ¿Dime que fue los que nos pasó?— Sigo aferrada a su abrazo, y no quiero soltarlo porque no quiero que él se vuelva a ir.
—Di demasiado de mi Emilia. Te di todo y me quedé sin nada— Contesta y de repente sus brazos dejan de sostener em abrazo.
—¿Pero qué dices? ¿Acaso no te di todo de mí también?— Estoy indignada, me separo de él bruscamente para que por fin podamos hablar de frente y mirarnos a la cara.
— ¿Lo hiciste? — cuestiona con el ceño fruncido y la mirada perdida en la duda.
Yo no estaba entendiendo porque decía que en nuestra relación el fue quien dio todo y yo Nada, si siempre estuve para él en todos los momentos buenos y también en los malos.
—eramos almas unidas, me tomé el tiempo conocer todo de ti, te conté todo de mí, desde mis miedos hasta mis mayores secretos. Aprendí un montón de trucos para cumplir tus fantasías— hago una pausa me acercó más a él — abracé tus sombras, dormi con tus temores, me integre a tus amigos, a tu familia y me paré firme frente a la mía para que te dieran el lugar que tenías. — Kylian toma mi rostro con sus dos manos. Yo cierro los ojos y siento sus labios escaso centímetros de los míos —Les exigí, respeto para tí... Te ame y aún después de todo lo que me has hecho te sigo amando...— Agregó y el besa por fin mis labios para acabar con esta sequía.
El beso es lento y suave, también muy corto. Tanto que sabe más a despedida que ha reencuentro. Él separa nuestros labios y me suelta.
—Yo te ame muchísimo, también me reinvente muchas veces pará ser mejor para ti y quise quedarme contigo una vida, pero tú lo arruinaste, porque con esos mismos labios tan dulces con los que me aún dices te amo, besaste a Nathaniel en tu habitación, en la misma cama donde a veces dormías conmigo— Mi respiración se volvió a agitada, mi corazón latía como tambor.
—¿Pero por qué sigues mintiendo? Ya Nathan me contó todo, ese día estaba ebria, no lo besé, eso que dices no paso — Mis palabras eran firmes mi mirada estaba cargada de ira pura. En La de Kylian por su parte solo persistía la decepción.
—¿¡Que no mienta!? Tu si que eres cara dura ¡Joder! Me vale mierda si no te acuerdas, si hablaste con Nathaniel o si estabas ebria. Aquí lo que importa es que os besaron, se encendieron, te quito la ropa y si yo no hubiese llegado...— lo abofeteó porque me indigna que me siga viendo la cara de imbécil. —Es imposible, no hay nada aquí que arreglar— Kylian contesta, está furioso.
Yo también lo estoy, se que no debí abofetearlo, pero estoy cansada que siga colocando mi dignidad por el suelo.
— ¡No puedes arreglar lo que a ti te dió la gana de romper!—
—¡Vale! Como tú digas Emilia, no pienso seguir discutiendo ni un minuto más contigo. Vayamos a buscar los estúpidos resultados, y Acabemos con toda esta mierda de una vez — la voz de Kylian se escuchaba como un trueno en una tormenta.
Me toma con fuerza de las manos y me hala hacia su auto. Yo me suelto con brusquedad de su agarré, ya no hay puntos medios en esta conversación. La calma serena que nos trajo el beso se fue y llego un huracán de malas palabras para hacer volar todo a su paso.
—¡No iré a ninguna parte contigo!— le grité.
—Bien, entonces toma un taxi— el me coloco el dinero en las manos. Yo lo aventé al suelo.
—No necesito nada de ti, espero que el karma te encuentre y haga lo suyo — lo amenacé.
—Que pena dejar a Selene por venir a — me contestó secamente. Yo estaba conteniéndo las ganas de no llorar. Mordiéndome los labios para no decir nada más — Pero más pena me da haber creido que eras la infinitud—
—Pena me da a mí de haberte creído mi destino — me llene de fuerza para contestar.
—No hay destino alguno que no sientes bien Emilia, ni siquiera un positivo —agrego subiendose a su auto y arrancando a toda velocidad sin mirar atrás.
Me quedé sin movimiento, sin saber por donde regresar....No tenía batería en el móvil para llamar a nadie. Así que me tocó recoger el dinero de Kylian y tragarme el orgullo y la dignidad. Necesitaba acabar con esto, quería restregarle la prueba de paternidad a Kylian por la cara, concentrarme en que el bebé naciera bien, entregarlo a los Elwoods para que fuera feliz, seguir adelante con mí vida y borrar este mal capítulo de mi historia. Mejor dicho quería borrar toda nuestra historia...
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Kylian.
El lobo siempre será el malo, si la historias cuenta Caperucita.
A eso estaba jugando Emilia, a ponerme frente a todos como el maldito lobo, que mató a la tierna y dulce Caperucita.
Hasta a Benji logro convencer con sus lágrimas falsas. Y ese imbécil que dice ser mi mejor amigo terminó con su estupidez arrojándome simplemente hacia el pozo negro donde Emilia se encargó de sepultarme.
Me arrepentí de haber ido tras Ella como un imbécil, me arrepentí de haber hecho a Selene pasar angustias y tristezas. Debí permanecer en silencio y seguir adelante con mi vida, como llevaba haciendo desde hace semanas.
Ahora la poca empatía que recién había adquirido, se había disipado por completo. Si antes no podía ni mirarla sin sentir náuseas, ahora después de verla mentirme mirandome a los ojos, tenerla cerca iba a ser aún peor.
No podía perdonarla aunque quisiera, yo se bien lo que vi, yo los vi. La forma en la que ella lo besaba era simplemente como la de alguien quien ha contenido sus sentimientos durante mucho tiempo. Solo les basto a ambos un poco de alcohol para tener el valor de confesarse, de besarse, de tocarse de esa manera.
Ella me había pateado, me había traicionado y tenía el descaro de venir a ponerse de víctima. La amaba pero también la odiaba y deseaba de corazón que ese niño no fuese mío para no tener nunca más nada que ver con esa niña malcriada y egocéntrica.