Capítulo 11
Confesión
Kylian
La luz del sol se filtra por la ventana y me pega en la cara. Abro los ojos adormecido y me incorporo para cerrar las cortinas. Luego miro mi móvil y me doy cuenta de que son aproximadamente las 5 de la tarde.
—¿Que sucede?— Selene Cuestiona adormecida. Me acerco a ella para besarle los labios con suavidad.
—Nada, me he levantado a cerrar las cortinas.— agregó mientras aparto uno de sus rizos rubios de la cara. Ella me sonríe ante el gestó.
Los hoyuelos se dibujan en su rostro y no puedo dejar de pensar que ella es la definición perfecta de lo que el amor verdaderamente trae a tu vida: paz.
—¿Que sucede? Te ves preocupado... ¿Te ha ido mal en la universidad?— cuestiona mientras me acaricia el rostro y besa mi frente.
Me niego con la cabeza, y siento muchísimo miedo de decirle que está mañana cuándo fui tras Emilia, nos besamos... también que el test de paternidad ha dado positivo.
—¿Es tuyo el bebé?— cuestiona con serenidad una que me revuelca.
— Quiero disculparme en principio... He arruinado parte de tú cumpleaños — agregó para empezar mi confesión. Las manos me sudan y el cuerpo me tiembla.
—¿Pero de qué hablas? ¡Ha sido él cumpleaños más maravilloso que he tenido! Me han encantado las Rosas, pero mucho más este ramo de girasoles y estás aquí conmigo— ella señala el arreglo de flores que está cerca des ventana y luego besa mis labios de una forma tan dulce que puedo sentir el pleno sabor de la miel.
—Si pero la he cagado con Emilia...— Le miró a los ojos con evidente angustia. Se que después que le cuente la verdad voy a perderla. Maldigo el día que conocí a Emilia y su familia ella me han arruinado por completo.
De repente me invade el recuerdo de la conversación tan desagradable que tuve con su padre el día de nuestra graduación...
" —¿Cuánto cuesta tu amor?— Edward Taddley se acerca a mí y saca su chequera del bolsillo de su traje.
—¿Disculpe?— cuestionó confuso de que esté colocando el dinero y amor en una misma oración.
—¿Cuánto debo darte para que salgas de la vida de mi única y valiosa hija ?—
Mi cara se descompone ante su evidente estupidez. Lo que siento por Emilia no tiene precio, la amo y tengo intenciones de estar con ella hasta que ella o el destino decida. A Edward se le dibuja una sonrisa en el rostro y me mira con desprecio.
—¿100 mil tal vez? — agregá con altanería escribiendo la cifra en el chequé. —con ésto podrás dejar ese ridículo empleo en Tommy Burger, aspirar a ir a una mejor universidad, pagar las deudas de hipoteca de tu casa y también hasta comprarte un auto más decente— coloca el cheque en mi mano. Estoy en shock por el nivel desprecio y humillación que me hace sentir.
—Con todo respeto señor Taddley, en primer lugar la elección con respecto a mi futuro universitario me pertenece a mi y solo a mí. en segundo lugar debo aclarar que NO necesito su ayuda para cambiar de empleo estoy ahi porque gano lo suficiente para mantenerme y ayudar a mi madre. En tercer lugar NO necesitamos su dinero para pagar nuestra hipoteca. En cuarto lugar aclaró que NO necesito un nuevo auto, me gusta mucho el mío. Y por último, pero no menos importante Quiero que sepa que lo que siento por Emilia no tiene precio y la única manera en la que nos separemos es porque alguno de los dos tomé la decisión de hacerlo.— rompo el cheque en su cara.
Su sonrisa ganadora se le borra por completo. —Eres orgulloso Kilyan, en el fondo admiro eso de tí. Pero yo tú hubiese aceptado el dinero, al menos cuando se acabe lo vuestro te quedarías con algo más que un corazón roto —
— Lo nuestro no va acabarse porque usted lo decida —
—lo vuestro no tiene futuro alguno, Emilia es una princesa y necesita alguien que esté a la altura de su estatus. Alguien como Nathaniel por ejemplo. — escupe sin Tapujos mientras gira su mirada hacia donde está Nathan y Emilia charlando. —Como ves han estado toda la vida juntos, nadie la conoce mejor que Nathan, ni siquiera tú. Es cuestión de tiempo para que estén juntos, de hecho si no hubieses aparecido tú con tu cara bonita para envolverla, ellos ya estuvieran juntos...— Hizo una pausa y bebió de su tragó.
Yo solo observaba en silencio, no sentía que debía decir nada más. No había nada que le dijera al señor Taddley que le hiciera cambiar de opinión. Nunca miró con buenos ojos nuestra relación. Y solo aceptó que estuviéramos juntos porque Emilia insistió demasiado.
—Bueno ya veremos, si eso fuese tan fácil no estaría Usted aquí ofreciendome dinero.— agregué tomando el vaso de whisky que el señor Taddley había dejado en la mesa. Lo bebí por completo y luego lo estrelle con fuerza.
El ruido de los cristales rotos hizo que todos voltearan a mirarme. Busqué a Emilia entre la gente y no la vi, tampoco a Nathaniel.
—¿Donde está Emilia?— le pregunté a Dustin
— Nathan há ido a intervenir ha peleado con el hijo del reverendo— agregó rascándose la cabeza.
— ¿Por qué?— pregunté.
— No lo sé, se ha comportado fatal en esta fiesta, incluso ha estado bebiendo— agregó .
Suspiré cansado, hoy no había tomado buenas decisiones. Debí haberme quedado con ella en esta fiesta llena de perfumes falsas. —¿Han discutido?— Dustin agregó.
—Si...— constesto con desgano.
—Eres lo único real que ha tenido... Ve y arregla las cosas Bro — me dice dandome un par del palmadas en el hombro para animarme. Asiento y camino en dirección a la habitación de Emilia con la intención de que esté mal día acabé de otra manera..."
— ¿Que ha pasado con Emilia? ¿Haz podido aclarar las cosas con ella?— la dulce voz de Selene me saca del lapsus mental de aquellos malos recuerdos.
—No hay nada que aclarar, ella no escucha más versiones que suya... — Agregó y la voz se me quiebra. Estoy preparado para decirle la verdad completa Selene. Ella ha sido mi luz en todo este proceso, su amor ha sanado mía heridas... No merece que le mienta.