Capítulo 13
Enredos
Kylian
Como era de esperarse Edward Taddley usó su poder para cerrar mi boca. Necesitó al menos a 5 de sus guardias de seguridad para sacarme de la fiesta.
—Te di muchas oportunidades niño, pero tú maldito orgullo no te dejó aprovecharlas. Arruinaste a mi única hija, y ahora también has humillado a nuestra familia. Pagarás por esto y será caro— Edward Taddley escupió sin tapujos.
Me importaba una mierda sus amenazas, yo nunca tuve miedo de él y se lo hice saber.
—No me asustas, nunca me has intimidado. Tu hija me arruinó la vida yo solo le devolví el favor —
—Hoy pagarás Kilyan — el viejo contesto haciéndole una seña a los de seguridad.
—¿Señor que hacemos? — uno de los que me tenía sujetado cuestionó.
—Llevalo a esta dirección, y cuando esten ahí denle su merecido — tragué saliva porque sabía que probablemente Edward Taddley iba a matarme.
— Así me mates, me verás todos los días en la cara de tu nieto — contesté con la poca gallardía que me queda, pero que es suficiente para darle en el ego a Edward Taddley quien se acerca a mi para golpearme en el rostro con el puño cerrado.
Siento un fuerte mareo invadirme, que viene acompañado de un dolor latente en el parpado derecho. Un par de segundos después un hilo de sangre se desliza de forma escándalosa por mi rostro.
Edward Taddley me mira con desprecio y luego mira su puño — Tu asquerosa sangre ha ensuciado mi anillo — musita , luego se limpia con asco —Acaben con él— agregá secamente antes de continuar su camino.
«¡Mierda estoy en problemas!»
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Emilia
Estoy desesperada, la angustia y la humillación que siento es abrumadora. Todas las miradas están puesta en mí, y mi nombre está en bocas y oídos de todos. Quiero salir corriendo, quiero buscar a Kylian y preguntarle ¿por qué me ha hecho esto? ¡Simplemente iba a irme en silencio! Lo iba a dejar en paz para siempre y ahora, ahora no sé que va a suceder.
Estoy temblando, y el frío se apodera entero de mi cuerpo, bajo la cara cuando escucho a mi abuela Irina acercarse a mi y mirar con desprecio a mi madre.
—¿Está embarazada?— Cuestiona con voz despectiva mirándome como si fuese despreciable. Mi madre asiente, las palabras no le salen, saben que todos hablarán de nosotros, esto será un escándalo en la ciudad.
—¿No irá a Stanford?— Peter Cleverth se une a la presión, con su pregunta vacía y cuya respuesta evidentemente es obvia. Quiero gritarle que no, pero la voz no me sale.
Mi madre quiere llorar, me mira con esa cara de " me has avergonzado", y aunque me siento culpable, esto también es su culpa. Las mentiras siempre tienen patas cortas, y aunque la suya ni siquiera llegó a tener patas, acabo siendo descubierta en su origen y eso era aún más vergonzoso.
—¿Quien es el padre?—Mi tío Joseph cuestiona.
— Seguro que ni lo sabe, se dice que es una cualquiera — Mi prima Karina aparece, y suelta el veneno que tiene guardado para mí desde hace años.
Nuestros padres siempre nos criaron como rivales, yo nunca me interese en competir con ella, y hasta intenté ser su amiga pero lastimosamente ella siempre me vio como su mayor enemiga. Hoy era su día de Gloria, estaba especialmente feliz de verme arruinada... Su sonrisa amplia me invitaba a salir corriendo.
Baje la mirada y estaba preparada para correr cuando Benji me sostuvo la mano con fuerza.
—No— me dijo —levanta la cara, aquí nadie es más que tú — agregó con un tono de voz alto y todos escucharon. Su madre le miró con angustia y asumió que su actitud se debía probablemente a que el niño era suyo.
—¿Acaso es?— Crystal cuestionó atacada. Yo estaba preparada para negarlo pero Benji se adelantó.
— si, es mío — musitó y yo solo pensé en que había perdido la cabeza. Pero no hubo tiempo de nada porque mi madre fingió un desmayo, en el que poco duró la atención, porque a la gente rica le encanta el chisme, y las desgracias.
Siempre están esperando que en estás fiestas alguna familia de la cúpula caiga en un escándalo para aprovecharse de eso y subir en la jerarquía.
Los Taddley siempre habíamos sido los segundos en lista, con una reputación intachable. Mi padre un famoso farmacéutico, con más de 5 laboratorios activos. Mi madre una famosa COAH de liderazgo y con más de 15 millones de seguidores en Instagram. Mi hermano Dustin un Chico demasiado listo, con varios artículos de investigación científica publicados en la famosa revista NATURE ISSN y estudiante de medicinas. Y luego estaba yo, la princesa de Los Taddley, buena en todas las clases que tuve que asistir a lo largo de mi vida: piano, gimnasia, patinaje artístico,danza, canto, ciencias, oratoria, redacción y escritura, bordado, etc... La estudiante de honor que iría a Stanford a estudiar Biomedicina.
Pese a todo esto el primer puesto lo tenían los Cleverth, por supuesto, más ricos que nosotros, con Peter y el béisbol a la cabeza. Crystal una escritora famosa con mas de 6 Best Seller en el mercado. Rubí, la hija mayor de los Cleverth, famosa modelo y ángel de Victoria's Secret. Benjamín, o Benji, prospecto a las grandes ligas de béisbol. Y Anthony el menor de los Cleverth, que con tan sólo 10 años era una promesa en el hockey.
Con vidas tan "perfectas" y "deseadas" es evidente que cuando algo como esto pasa, un gran escándalo surge. Y más si dos de las principales familias están involucradas. Benji, con su mentira, se había encargado de que el caos que la confesión de Kylian había ocasionado, cayera en proporciones iguales de mierda a nuestras familias.
—¿Pero que haces Benji?— cuestioné nerviosa, me causaba mucha vergüenza que la lluvia de mierda de mis errores le alcanzará cuando el no tenía nada que ver...
—Tranquila— se limitó a contestarme. Peter Cleverth se paró frente a él, estaba furioso.
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