Odio que te Amo

34.

Capítulo 34

Benji.

48 horas han pasado desde el día de la pesadilla. No he vuelto a casa, desde entonces estoy fuera de la puerta la UCI tirado en el suelo como si yo también hubiese quedado muerto en vida.

A mí lado está la madre de Kylian, justo como yo en la misma posición. Se que quisiera decirme que me vaya pero no lo hace porque soy yo quien está costeando los gastos de todos los procedimientos médicos.

Y aún si lo hiciera, no sería capaz de irme a ningún lado, no voy a moverme de aquí hasta que escuche que Kylian está bien, y fuera de peligro.

El doctor sale de repente y Rouss se pone de pie, yo hago lo mismo. Somos las únicas dos personas que están ahí, porque Emilia está muy alterada. Selene se niega a estar porque no quiere sufrir más. Y Scarlett volvió a Memphis.

—Familares de Kylian —

—¿Como está mi hijo?— Rouss cuestiona visiblemente alterada. Yo me acercó y me pongo de pie junto a ella.

—Soy Mattew Smith, el neurocirujano encargado de este caso. Milagrosamente Kylian ha sobrevivido a la operación. Ha tenido una duración de 8 exhaustivas horas en las que se ha logrado extraer el proyectil e intentado reparar la parte derecha de la región inferoposterior de la corteza prefrontal, la única razón por la que está vivo es porque el proyectil no continuó su trayectoria, y porque hemos intervenido a tiempo...— el doctor hace una pausa Rouss suspira de alivio yo también siento mucha tranquilidad.—Sin embargo su estado de salud e delicado, y su evolución desconocida. Los daños ocasionados por el proyectil pueden ser irreversibles, pues la zona afectada está involucrada en muchos procesos cognitivos superiores o complejos como la toma de decisiones, el razonamiento, la expresión de la personalidad y la cognición social, talvez despierte pero el dudosamente volverá a ser el mismo. Lo siento mucho — agrega dándose media vuelta y caminando lejos de nosotros.

Rouss me mira y comienza a llorar desconsolada. — Todo esto es culpa de Emilia, ella lo hizo perder la cabeza, y tú, tú también colaboraste, lo abandonaste, eres un amigo terrible, preferiste la falda de Emilia, y lo traicionaste— Rouss comenzó a golpearme desesperada, y luego comenzó a golpearse ella. El personal médico intervino y le aplicaron un sedante para que durmiera un rato.

Pese a eso les costó muchísimo lograr que se calmara, tuvieron que forcejear con ella un par de minutos hasta que el medicamento comenzó a hacer efecto. Rouss había perdido

el control y la sensatez. No la culpó, ella crío sola a Kylian, el padre de Kylian les abandonó cuando el tenía 13, se mudo de estado con otra mujer nunca más se supo de él. El hecho es que ella había tenido hasta 3 trabajós para costear el costo del instituto de Kylian, al que todos asistíamos y era bastante caro. Lo mismo se metió en bastantes créditos para comprarle el auto y la ropa que siempre exigía usar.

Ella fue una buena Madre, con él. Lo amaba demasiado, y lo apoyo siempre. Realmente Rouss no merecía esto. Verla así de esa forma solo me partía aún más el corazón.

—Ella está bien, ya está descansando. La cuidaremos bien, creo que usted debería ir a casa — una de las enfermeras se acerca a mi para hablarme. Es una chica muy joven debe tener unos 23 años. Me sorprendo mucho de que esté en el hospital, debe ser una pasante.

— No, gracias. Me quedaré hasta que despierte — le digo firmemente.

—Ella despertará mañana y tú familiar no sabemos cuándo despertará, así que no hay nada que puedas hacer aquí. Vuelve a casa — ella vuelve a insistir.

—No iré a ningún lado, no insista — ella sonríe confundida.

— Soy ElissaTaylor, la enfermera en entrenamiento del turno de la noche. Kylian es mi paciente, y ahora su madre también. Los cuidaré bien te lo prometo — contesta y me tiende la mano. La tomó por educación. Ella me sonríe dulcemente y realmente bajo la guardia.

—Benjamín Cleverth...— contestó. Mientras ella me escanea de arriba a abajo.

—Tienes un par de heridas que necesitas curar, podría ayudarte mientras tú piensas si es mejor ir a casa, comer un poco, darte una ducha,descansar y estar más lleno de energía para venir mañana, o quedarte aquí otra noche sin dormir, sin comer y apestando el pasillo del hospital — agregá cubriéndose la nariz como si realmente oliera mal, sonrió tenuemente. Es buena usando las palabras. Es parte de su trabajo supongo. Suspiro, porque ya me ha convencido. No haré nada aquí.

— ok ...— contesto. Y me doy media vuelta para dirigirme a la salida.

— ¡Espera!— Musita. Yo volteo a mirarla.

— ¿Que sucede?— cuestionó con cara de pocos amigos.

— dejame curarte antes — contesta intentando recuperar el aire parece que corrió un maratón.

— No es necesario, es un corte poco profundo. La sangre está seca. Solo necesito un baño como dijiste —

—Necesitas al menos dos puntadas ahí, y también limpieza si no quieres que la herida se infecte, y si eso pasa entonces necesitaras antibióticos, curas dolorosas y ...— la interrumpo.

—Vale, vale... Suficiente. Lo entendí, iré. Pero que sea rápido. No tengo mucho tiempo — agregó. Elissa sonríe complacida.

—Venga ya, sígueme — musita y camina en dirección a administración. Me detengo y la detengo.

—No tengo ganas de perder el tiempo con los administrativos, ni tampoco de esperar media hora a que me atienda un doctor, para que luego me envíe a una enfermera—

—¡Pero esos son los procedimientos! ¡No puedo saltarmelos!— contesta con angustia.

—Bien, entonces volveré a casa— agregó suspirando. La angustia nuevamente se apodera de mí. La culpa no me deja en paz ni un segundo. Las palabras de Rouss retumban en mi mente sin pararse. Soy un traídor, yo hice que todo esto pasará. Sino me hubiese metido en el medio tal vez ellos si se hubieran arreglado. O tal vez Emilia hubiese sufrido menos, estaría en Vancouver con su tía Grace y con Milán, sin angustias ni preocupaciones. Yo no pude dejarla, Kylian tenía razón quise ser su héroe y termine solo siendo su desgracia.




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