Odio que te Amo

35.

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Benji

Creí que realmente Emilia cambiaría de opinión, pero no fue así. Ella realmente había decidido irse. Creo que nunca en mi vida me había sentido tan mal como esa noche en la que los monte en el auto y les tuve que decir adiós.

— Cambia esa cara, no es un adiós, es un nos vemos pronto — Ella me intenta animar, pero realmente no hay nada que me levante. Estoy roto en todos los sentidos.

— Cuídense mucho porfavor — musitó sonriendo con dificultad. Veo a Milán mirarme fijamente y realmente siento ganas de llorar. Me agachó al nivel de la sillita del coche y le digo — ire a Verte pronto, tu portate muy bien y cuida a tú mamá ¿Sí?— Milán me mira dulcemente. Tenemos una conexión real, no hay duda en eso.

—¿Emilia estás segura de esto?— Grace le pregunta preocupada de que la decisión que esté tomando no sea la correcta.

—Es un tiempo para arreglar lo que está roto— ella musita firmé. Está decidida y me alegra ver que almenos tiene más fortaleza que yo. Estará bien, y eso es lo único que me importa.

—No me parece justo que le dejes así — la tía Grace le reclama de forma baja, aún así la puedo escuchar. Está enojada.

— hablaremos en el auto tía Grace — Emilia musita con enojó. Grace sube al auto a regañadientes. Yo le doy un beso a Milán en la cabeza y me despido de ella

— Estoy bien tía grace— le dijo y le sonrió desde el auto ella está sentada al lado de Milán con los ojos llorosos.

—Estoy para ti si me necesitas, a la hora que quieras y cuando quieras hablar. Soy tu tía Grace Benji, no importa si Emilia es una cabeza hueca. En mi casa siempre habrá un lugar en la mesa esperándote¿OK?—

—Gracias tía Grace— estoy intentando colocarme el corazón de piedra para no parecer un perdedor frente a Emilia. Grace me lanza un beso y yo se lo devuelvo. Luego de eso cierro la puerta del auto.

Me doy media vuelta y me encuentro con Emilia de frente.

— Dios, ella está muy enojada, dice que no te deje solo, ella no lo entiende — musita intentando darme explicaciones.

— No te preocupes, se le pasará— contesto y miró hacia otro lado.

—Toda mi familia está muy enojada conmigo. Todos menos papá, después de lo de Kilyan ha dicho que me apoyará en todo—

— Y Dustin el debe estar feliz, nunca le agrade— musitó con desdén. El es culpable de todo lo que pasó.

— Me pidió perdón Benji, y me dijo que tú eras un buen chico. Está avergonzado —

— Sí, bueno.— agregó con fastidio, no quiero hablar de Dustin.

— te llamaré todos los días ¿me atenderás?—

— Si— apenas y contesto. Ella me cubre en un abrazo. Hubiese preferido que mantuviera la distancia Ahora Estoy más vulnerable que antes.— Apenas tenga los papeles del divorcio te los llevaré — ella se separa de ní con rapidez.

—No tengo apuró Benji— agrega y me besa en los labios. No entiendo un carajo pero lo disfruto. Probablemente esté sea nuestro último beso... Me separó porque me falta el aire, por la presión del momento y el dolor fuerte en la costilla que no es nada con lo que me duele el corazón.

— perderán el vuelo — musitó. Emília vê el reloj y luego me ve a mi con los ojos cristalizados. Si llorá yo también voy a llorar. — por favor no— le suplicó y ella se muerde Los labios.

—te extrañare demasiado — agrega

«Si me extrañarás para que te vas»

— y yo, buen viaje — agregó fríamente y le abro la puerta del auto para que suba. Le ajustó el Cinturón y Luego le acaricio el rostro. — cuídense mucho — le digo por última vez y ella comienza a llorar. Yo le cierro la puerta y le hago señas a Antón para que los lleve.

Él auto arranca y ella se va llevándose mi vida entera consigo...

******************************

Varias semanas después.

— Me has dejado jodido pedazo de cabron— señalo a Kilyan a quien voy a visitar todos días desde la noche fatal en la que decidió arruinarnos la vida a todos — sí, se que me escuchas. Y este es tu castigo, me escucharás quejarme porque Emilia también me rompió el corazón ¡Se fue! ¡Me dejó! ¿Estás feliz?— musitó mareado mientras tomo otro sorbo del whisky que pasé en un termo de café. — ¡Sí! Claro que estás feliz. Puedo ver cómo estás sonriendo por dentro. Estás bailando la Macarena, pero no importa, al menos alguien es feliz. Yo estaré bien como siempre, soy Iron Man — me levanto de la silla y hago una pose de superhéroe.

La puerta se la habitación se abre y aparece la enfermera Elissa a arruinarme la fiesta cuando apenas empezabamos a divertirnos Kylian y yo.

—Bien Benjamín Cleverth, se ha acabado el turno de la visita, Kylian debe descansar —

—Ay no, si el vive descansando ¿A poco no lo ves fresco como una lechuga? además apenas empezabamos a divertirnos. Íbamos a bailar la Macarena — agregó comenzando a bailar mientras le muevo la mano a Kilyan. Elissa me mira divertida.

— ¿Estás borracho?— cuestiona indignada acercándose a mí y separando la mano de Kylian de la mía.

—¿Yo? ¡Oh! No,no, no— agregó bajando el tono de voz progresivamente mientras cojo mi termo de café que en realidad tiene whisky.

— ¡Caro que sí! Apestas licor— agregá enojadísima mientras me arrebata el termo de la mano.

—Dame mi café, no seas atrevida eres una pésima enfermera ¿te lo han dicho?— le digo enojadísimo caminando con torpeza hacia ella. Es evidente que se me subió el licor a la cabeza.

Se escucha como tocan la puerta.

— Joder, si te ven así te prohibirán la entrada. Metete al baño y no hagas ruido tarado — ella me empuja al baño y tira el licor por el lavabo — No hagas ruido — agregá

—Shuuu— musitó mientras le hago señas ella vira los ojos y cierra el pestillo luego la puerta.

—¿Elissa? ¿Estabas en el baño? ¡Sabes que no puedes usar el baño de los pacientes?— la voz de una mujer se escucha del otro lado de la puerta.

— No, claro que no Evangelina, es que Rouss Acaba de irse y me dijo que se le ha cerrado la puerta del baño. Simplemente estaba intentando abrirla pero es imposible, creo que necesitaremos la llave—




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