Ofelia

10.

"La confianza del inocente es

la herramienta más útil del mentiroso."

(Stephen King)

El camino de regreso a la universidad fue tranquilo. Esta vez papá y Claudia nos acompañaron. Papá maneja, Claudia viaja a su lado, Romina, Jay y yo viajamos atrás, el aire era tan tenso que se cortaba con un aleteo de pestañas. Con Jay no volvimos a hablar del tema, en realidad no volvimos a hablar.

No sé si será lógico lo que me pasa, pero me siento estafada. Conocí a Jay y vi a este chico tranquilo, guapo y popular que estaba súper enamorado de su novia de toda la vida, con la que planeaba casarse y pensé "Que lindo que te amen y amar de esa manera". El amor es un tema difícil para mí, no es que no crea en él. Lo veo cuando papá mira a Claudia como si no existiera nadie más en su mundo, lo he visto en las películas y demás, pero nunca estuve ni cerca de sentirme así.

Cuando salí con Liam el primer mes sentí todo eso que dicen que es el amor, pero después como si nunca hubiera existido se esfumo. La pasaba bien, no voy a decir que era un mal novio y el sexo era bueno, pero ¿se supone que es normal que uno deje de sentir cosas lindas? Estar con Liam era como estar con un mejor amigo con el que la pasábamos bien en la cama.

Ok no, eso sonó horrible.

En fin, la cosa es que cuando Jay me conto sobre su vida con Em, pensé que debería ser maravilloso sentirse así después de años. Pero volvemos a la realidad y es que Jay se besó con otra chica, que no es cualquier chica sino mi hermana... y, quien dice besar dice algo más. Conozco a Romina como a la palma de mi mano y sé que ella no se incomodaría por un beso, entre ellos paso algo mas y estoy segura. Jay no me lo diría porque, creo, es un caballero y Romina, bueno ni siquiera me dijo que Jay le gustará.

Cuando llego a mi habitación me recibe Beth. Estaba tan metida en su celular que ni siquiera escucho la puerta.

- ¡Buenas!- saludo cerrando la puerta de una patada.

- ¡Al fin! estaba aburrida de estar sola.

- ¿Cuándo llegaste?

- Hace como dos horas.

- ¿Y Sol?

Beth no me responde, sigue con la cabeza metida en su teléfono y sonríe como una idiota.

- ¿Quién te hace sonreír así Beth?

Se pone nerviosa y me da mucha ternura, me quito las zapatillas y me acuesto en mi cama.

- Nadie...

- ¿Nadie? Wow, quiero de lo que tomas o fumas...

Niega con la cabeza y muerde su labio inferior - Es un chico, que me gusta mucho pero es complicado.

Me incorporo sobre mi codo y apoyo la cabeza en mi mano.

- Complicado como: ¿Vive lejos? ¿Es Gay? O ¿tiene novia?

- Uno y tres- responde sin dudarlo.

Me siento en la cama de un brinco - Habla...

De golpe la puerta se abre bruscamente y pasa Sol con una nube de mal humor negra q deja todo el aire del cuarto denso.

- ¿Todo bien?- pregunta Beth.

- ¿Eh?- ni siquiera nos había visto- Si, es solo que tuve un mal día. Hola...- se gira hacia mí y me señala con el dedo- por cierto tu chico esta abajo y me pregunto por ti ¿Qué tal si dejas de torturarlo?

- Eso...- Beth saca de debajo de la almohada una bolsa de gomitas y se lleva una a la boca.

- No lo estoy torturando, quiero que se olvide y lo deje pasar ¿Qué clase de obsesión tiene? Ya me da miedo.

- Me llamo- Sol camina hasta Beth y le saca la bolsa de golosinas.

- ¡Ey! - exclama la otra.

- ¿Quién?- pregunto.

- El príncipe de Narnia... - pone los ojos en blanco, tirándome una golosina que casi cae al suelo - ¿De quién estamos hablando? Hunter...

- ¿Te llamo? ¿Tiene tu número? - ¿Son celos lo que siento?

- Si, pero eso no es lo que importa...

« ¿Ah no?» Pienso para mis adentros.

- La cosa es que quería que le diera tu dirección.

Sonrió - Gracias por no hacerlo...

- SI lo hice- sonríe con superioridad.

- ¿Qué? ¿Estás loca? Te dije que mi padre y el suyo se odian ¿Qué hubiera pasado si se aparecía en el departamento?

- Probablemente hubiera tenido que aclarar algo elemental: Xander no es su padre y tú no eres Byron, y menos mal porque no podría dormir contigo si estuvieras tan buena como tu padre...- dice lo último dejándose caer en la cama de la risa.

- ¡Sol!- grito asqueada- es mi papá...

- Pero esta buenísimo...- agrega- De verdad Fifi... tu padre es otro nivel de daddy....

Cierro los ojos y sonrió, nunca voy a acostumbrarme a que mis amigas vean en mi padre a un tipo sexy. La idea da escalofríos.

Pero Sol tiene razón, no puedo castigar a Xander por lo que hizo su padre, puede que sea igual que Oliver, pero al menos le debo una explicación ¿no?

Me levanto, me pongo las zapatillas y me acomodo el cabello frente al espejo que tengo en la repisa de mi maquillaje.

- ¿Te vas?- pregunta Beth.

- Si- suspiro- voy a hablar con Xander...

Sol sonríe y me guiña un ojo.

- Suerte- agrega Beth

Y sin darme tiempo para arrepentirme salgo al pasillo y me paro frente a su puerta, cuando estoy por tocar esta se abre y de ella salen Xander y Celina. Mis ojos se abren de par en par y mi garganta se seca, como si hubiera tragado los restos de cinco ceniceros.

- Ofelia...- susurra y noto como su mano abandona la cintura de la chica.

- ¿Qué haces aquí?- pregunta la chica y su tono de voz es casi como si me estuvieran clavando agujas en los oídos.

- Yo... venía a...- mis manos señalan a Xander pero mi cerebro no puede hilar dos palabras juntas.

- ¿Sabes hablar?

- Celina- la reprende Xander molesto.

- Lo siento, creo que me equivoque de cuarto...

Camino pero no hacia mi habitación, camino hacia el ascensor y bajo. Necesito aire, necesito caminar ¿Por qué me molesta tanto? Admito que Xander me gusta, es guapo y cuando estamos solos creo ver a un Xander que no es el idiota este... Suspiro y camino, no sé dónde voy pero necesito tomarme un tiempo.




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