Ofelia

23.

"Lo más hiriente de cualquier traición

es que nunca es un enemigo quien la firma."

(7 Libros para Eva – Roberto Martinez Guzmán)

Es la noche de año nuevo y Liz quería que nos viéramos. Su propuesta me tomó por sorpresa en varios aspectos, el primero es que prácticamente no hablamos desde que nos mudamos a la universidad. No me molesta, me reconforta saber que hizo nuevas amistades y que está bien. Si respondía sus historias de Instagram, se limitaba a darles me gusta y solo hablamos dos veces por chat. Es como si haber perdido la cotidianeidad hubiera hecho estragos en nuestra relación. Pero, insisto, no me enoja. Quiero que esté feliz y eso está bien. 

La segunda cosa que llamó mi atención es que me pidió que nos viéramos en casa de Sara, ella iba a dar una fiesta. Fiesta a la que, por supuesto, me invitó por Instagram, porque si hay algo que caracteriza a Sara es su falsedad extrema. Liz siempre odio las reuniones sociales, las fiestas no eran su zona de confort por eso nunca asistíamos a ninguna y por mi estaba bien, no soy una persona que ama los amontonamientos después de todo. Si bien estaba invitada a la fiesta, no pensaba poner un pie en ella, sobre todo teniendo en cuenta que Liam estaba en la ciudad y que seguramente estaría allí. Hasta que Liz me pidió que nos veamos aquí.

— ¿Estas bien?— Xan estaciona en la entrada de la casa de Sara.

Suspiro y asiento en silencio.

— Por supuesto que no— responde Romina que no pensaba perderse la fiesta— Sara es una perra y Liam un idiota.

Xan se ríe y sujeta mis mejillas para besarme — Estaré contigo.

— Juro que solo hago esto por Liz...

— Es extraño ¿no? — los dos observamos a Romina mientras se pone su chaqueta— Liz siempre fue una excluida ¿Por qué vendría sola a una fiesta de Sara?

Levanto mis hombros — Tal vez se siente más segura con ella misma ahora. 

— Tal vez...— la respuesta de mi hermana me deja pensando, pero no le presto demasiada atención.

Entramos y comenzamos a movernos entre la gente. Xander y Romina están en su ambiente pero yo, claramente, no. Estoy muy incomoda.

— ¡Ofelia!— grita alguien que no reconozco y me doy vuelta para buscar a quien me habla.

— Eliot— respondo un poco incomoda cuando este me abraza, aunque lo alejo con delicadeza.

— ¿Tu eres?— pregunta observando a Xan de pies a cabeza.

— Mi novio Xander— respondo.

— ¡Vaya! Superaste pronto al idiota...— su comentario es desubicado y estoy por responder cuando me interrumpe: — hiciste bien, no te merecía. ¡Tú!— señala a Xan— cuídala.

Xan lo observa como si Eliot fuera una especie de animal con un comportamiento desconocido — Lo haré— responde con su sonrisa soberbia y ambos se quedan mirando como si fuera un duelo de miradas.

— ¿Viste a Liz?— pregunto cansada de su forma extraña de marcar territorio.

— ¿Cuál? ¿La gorda o la nueva? — lo miro extrañada.

— ¿De qué hablas?— odiaba que la llamaran gorda, pero Eliot siempre fue un idiota no puedo esperar nada mejor de él.

— La chica cambió, pero déjame decirte que no se si queda mucho de la Liz de la escuela— señala la cocina y nos dirigimos con Xan hacia allí.

— ¿Qué le pasa a ese idiota?— pregunta abrazando mi cintura y besando mi cuello.

— No le des importancia...

— No lo hice...— sonríe y vuelve a besarme.

— ¿Ofelia?— esta vez sí reconozco la voz de Sara.

Me alejo de los labios de Xan y me sorprendo aún más al encontrarme a Liz sentada en un mostrador de la cocina rodeada de las amigas de Sara, se ve todo tan natural que es como si esas arpías siempre hubieran sido sus amigas y no las que la torturaron durante años con su peso. Nos pasamos meses almorzando fuera del comedor porque odiaba que la vieran comer, siempre la molestaban.

— ¿Quién es este chico tan guapo?— pregunta la perra mientras mis ojos siguen clavados en Liz y su nuevo aspecto.

Esta delgada, pero demasiado y no me molesta pero, no sé cómo explicarlo, no se la ve feliz. Me refiero a realmente feliz, es como una careta. Puede engañar a todos en esta fiesta menos a mí, la conozco demasiado.

— Xan ella es Sara, ex compañera— me obligo a volver a la realidad— Él es Xander, mi novio— Sara comenta algo que no llego a escuchar, pero la cara soberbia de Xan me causa gracia.

— ¿No vas a saludarme?— Liz se baja de la encimera y se acerca para abrazarme.

— Hola bebe— hablo a su oído devolviendo su abrazo— estas...— me alejo para observarla— cambiada y muy guapa.

— ¿Increíble verdad?— mueve sus caderas y provoca que me ría— Hola hola— clava sus ojos en Xander y luego me mira curiosa. 

— Xander es mi novio y ella es mi amiga Liz— los presento. 

 — Con que tu novio ¿eh?

— Voy a buscar algo para beber— Xan habla en voz alta— ¿Quieres algo Liz?

— Lo que sea está bien — Responde mi amiga con una enorme sonrisa, nada típica en ella.

— ¿Te acompaño?— pregunto antes que se vaya.

— No hace falta— deja un beso en mis labios y se aleja.

Por momentos olvido que Xander es del tipo que se siente súper cómodo en fiestas aunque no conozca a nadie, es tan diferente a mí.

— ¿No vas a decir nada?— pregunta Liz girando frente a mi como si fuera una modelo.

— Estas muy guapa— miento para no hacerla sentir mal, no es que no esté guapa. Es solo que hay algo que no me cierra en este cambio y no sé qué es.

— Mudarme a la universidad fue mágico— exclama demasiado enérgica para mi gusto— conocí a estas chicas y ellas me enseñaron algunos truquitos que en ¿Cuanto? Nada, me dejaron así...— vuelve a girar sobre sus pies — Ahora sí Ofelia, podría hasta sacarte a tu chico— su comentario me hace poner seria al instante y esta suelta una carcajada— Estoy bromeando idiota...




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