Oficialmente No Profesional

Capítulo IX

William

Quiero concentrarme en mi trabajo e ignorar lo que estoy sintiendo, solo que se me hace imposible cuando comienzo a usar la computadora. Don Gato no se sentó aquí solo para darme los accesos faltantes o carpetas administrativas en el OneDrive, estuvo organizando todo mi trabajo y adelantando mis pendientes.

¿Quién diablos hace eso?

Mientras que a Noah tengo que amenazarlo para que trabaje, con él tengo que hacer una lista entera: sus llegadas tardes, que no se salte sus comidas, su mala costumbre de asumir responsabilidades ajenas y ahora por lo que veo también hace trabajo de los demás.

Es un peligro andante.

Indago un poco más en lo que hizo.

Definitivamente, mi puesto debió ser suyo. Ni yo lo habría hecho tan bien.

Abren de nuevo la puerta y me enderezo con una leve sonrisa, pero esta desaparece al ver que no es Sebastián, sino que se trata de Edith.

Ella se acerca con una sonrisa y deja en mi mesa mi taza de café con una galleta que parece ser de chocolate.

──Para usted, señor William.

No puedo contener la curiosidad.

──¿La hiciste tú? ──pregunto, señalando la taza.

──Sí.

Ya no lo quiero.

──Gracias. ──digo igualmente, dejándola a un lado de todas las cosas. Tendré que ver qué hacer con eso luego──. ¿Y Sebastián?

──Trabajando, ¿necesita ayuda con…?

──Sí, necesito que sigas haciendo lo que te pedí y ayuda a Sebastián con todo lo que le ordené.

Parece desanimarse, pero asiente y sale de mi oficina.

Lamentablemente cierra la puerta, privándome de las vistas que suelo tener al dejarla abierta.

Tal vez sea lo mejor.

A las cinco de la tarde, comienzo a guardar todas mis cosas para irme. Y aunque no sé para qué lo hago, guardo el café en mi envase para llevarlo a casa. Me duele la idea de botarlo, tal vez pueda visitar a mi mamá y dárselo. Después de todo, a ella le encanta el café.

Sí, se me hace más fácil eso, que beberlo.

Al salir de mi oficina, veo a Sebastián haciendo lo mismo. Está recogiendo hasta el último papel y dejando todo limpio para el día siguiente, todo solo. Sin rastros de sus compañeros.

Me mira al percatarse de mi presencia.

──¿Te gustó el café?

──No tomé ──confieso──. No sabía si confiar en los gustos de una chica, normalmente consumen demasiada azúcar.

Ríe.

──Eso pensé cuando la vi agregar demasiada azúcar, ni yo hago eso. ──Se encoge de hombros y señala su termo──. Tuve suerte de preparar para mi antes de que hiciera eso con todos. A Noah le gusta, pero… a mí no tanto.

──Ah…

──Déjeme lavar esto y salgo, no tardaré. ──Se lleva las tazas sucias al comedor y cierra la puerta.

Vuelvo a ver el termo.

Ni se te ocurra hacerlo, carajo.

Pero como si no tuviera ningún tipo de control conmigo mismo, me acerco igualmente y tomo de su café.

Sabe bien.

Me arrepiento cuando Sebastián vuelve a salir del comedor, sonrojándose al verme con su termo en mi boca. Y antes de que pueda pensar en una excusa perfecta o una defensa creíble, suelta el aire.

──Puedes llevártelo ──ofrece.

Pongo mi envase junto a la galleta en su escritorio.

──Tú llévate eso.

──¿Seguro? ──cuestiona.

──Sí, seguro que la galleta debe ser más dulce todavía.

Sacude la cabeza.

──La galleta la compré yo ──informa──. Es chocolate más amargo, es mejor.

Veo de nuevo la galleta, ahora quiero comerla solo porque él la eligió.

Maldita sea.

Vuelvo a tomarla y camino con el orgullo que me queda hacia la salida. Doy otro trago largo a su café, tengo que admitir que tiene buen gusto. El perfecto equilibrio entre el dulce y la fuerza del café.

──Quiero que me hagas uno así mañana ──me encuentro pidiendo.

Don Gato refunfuña.

──No soy tu secretaria que te lleva café y tu agenda de la semana.

──Ya me hiciste la agenda y hoy me ofreciste café, ya eres mi secretaria.

Bufa.

──Bueno, pero no me digas secretaria.

──¿No es el nombre del cargo?

──Prefiero el termino: asistente administrativo. Me deja algo de dignidad.

Tomo más café para no reír, ¿cómo tiene tantas ocurrencias adorables en la cabeza?

──Secretaria está mejor.

Suspira con desgana.

──Por supuesto ──dice con sarcasmo.

Al salir, apenas veo que se quiere dirigir a la parada del autobús, hablo de nuevo.



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En el texto hay: comediaromantica, slowburn, gaybl

Editado: 10.11.2025

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