Oficialmente No Profesional

Capítulo XXIII

William

Tomo la almohada y la pongo sobre mi rostro, necesito con urgencia dejar de imaginarlo con ella.

Me vi muy calmado y todo cuando lo tranquilicé, pero por dentro esto duele como el infierno. No puedo enfadarme con él, por más que lo intente. No he sido honesto, no le he expresado nada de mis sentimientos y ni siquiera sabe que me trae loco.

Debí mandar al diablo sus reglas y besarlo yo primero, haberle confirmado el beso al día siguiente. Quería hacerlo bien, acercarme a él respetando sus estúpidas reglas, y lo único que conseguí, es que ella llegara primero que yo.

Me molesta, ¿por qué se mete con él? Sé que Sebastián no me pertenece, pero siempre lo ignora. Y con lo que escuché de Noah…

¿Cómo no pude darme cuenta de que lo manipulaba de esa manera?

──Sé que estás triste ──murmura Willow──. Pero…

──¿Y sí me besó solo por estar ebrio?

──Él te correspondió, William…

──Es un chico confundido, y aquí estoy pasándola mal por lo mismo de siempre ──gruño──. Ya no sé qué hacer.

Puedo sentir la cabeza de mi hermana sobre mi abdomen removerse, supongo que, para intentar buscar mi mirada, pero la almohada lo cubre todo.

──Opino que no te dejes ganar por esa perra.

──Willow, honestamente, ella la tiene más fácil que yo.

──¿Por qué?

──Porque es una chica.

Refunfuña toda molesta.

──¿Qué tiene que lo sea? No le quita que es una perra, ¿para qué se mete con él si supuestamente gusta de ti? Eso no es buena señal ──comenta──. Me sorprende lo de Sebas, pero no creo que sea de estar así con cualquiera. ¿No dijiste que no confía en cualquiera?

──Sí, pero…

──Tal vez se dejó llevar por un sentimiento que tuvo. ──Me quita la almohada de la cara con fuerza, ruedo los ojos al verme descubierto──. Pero tú viste su cara, ¿se veía que le gustó?

Honestamente, no.

Se veía culpable, arrepentido y hasta molesto de lo que hizo. Eso es bueno, supongo.

Pero…

──Digo que debería rendirme.

──Yo digo que, si lo vas a hacer, debes ser honesto y decirle lo que sientes directamente ──corrige──. Sebastián no es adivino.

──Willow, no sabes lo que él piensa.

──Pero he visto sus miradas hacia a ti, las he visto, carajo ──dice, sin ninguna pizca de duda──. Le brillan los ojos, William. Cuando le das tu entera atención se derrite, opino que solo no debe entender lo que siente por ti…

Me siento en la cama, a regañadientes.

──Claro, primero pasa esto ──empiezo──. Se va con una chica y pasa la noche con ella. No puedo reclamarle eso, lo sé perfectamente.

»Luego de eso puede que, si sienta algo, pero no sabe y le da miedo admitirlo. ¿Sabes lo que eso suele significar? ──pregunto con dureza──. Que puede que luego le dé vergüenza, que no querrá estar conmigo públicamente, y luego…

Willow me golpea el brazo con fuerza, suelto un gruñido en una queja.

──Estás sacando conclusiones apresuradas, eso no lo sabes ──regaña──. ¿No te gusta tener dudas? Haberme hecho caso cuando te dije que le hablaras sobre el beso, haber sido honesto y dar un paso. No lo culpes por tus miedos que él no conoce, porque te puedo asegurar que él no te culpa de los suyos, porque confía en ti a pesar de todo.

Bajo la mirada, son pocas las veces que mi hermana me gana en una maldita discusión. Normalmente me indignaría y no querría seguir, pero necesito seguir sacándolo todo.

──Me aterra asustarlo y que se aleje.

──Willy, ¿y si no se asusta? ¿Has pensado en eso? ──pregunta──. Dale el beneficio de la duda, no solo lo condenes.

Resoplo.

Ella es toda una shippeadora.

Me levanto de la cama.

──Bueno, como sea ──digo──. Viene Luke, puedes irte.

Ignoro su sonrojo y salgo de la habitación, con ella siguiéndome de cerca.

──¿No puedo quedarme contigo?

Giro de golpe para encararla.

──Solo si me dices que te traes con Luke.

Desvía la mirada, jugueteando con su cabello. ¿En serio esta chica tímida frente a mí, es la misma que me estaba zarandeando como una fastidiosa?

──Somos amigos ──murmura.

──Sí, y a mí me gustan las mujeres. ──respondo con sarcasmo y retomo mi camino──. ¿Cuándo dejarán de coquetear frente a mí?

──El mismo día que seas honesto con Sebastián, allí yo me le lanzo encima a Luke.

Arrugo la nariz.

──Willow, te aseguro que eso no era necesario.

Abro la puerta a Luke y… tal vez no debí invitarlo. Porque primero aguanté los mismos sermones que me dio mi hermana, solo para verlos a ambos coquetear como siempre suelen hacer. A estas alturas, ya estoy acostumbrado.



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En el texto hay: comediaromantica, slowburn, gaybl

Editado: 10.11.2025

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