Oficialmente No Profesional

Capítulo XLII

William

Acaricio la cabeza de Lalo mientras él está durmiendo en mi pecho, ambos recostados en la cama de Sebastián.

No me afectan esos comentarios, me afecta que perjudiquen a Sebastián y lo que pueda pensar de nosotros. Porque son los típicos comentarios que hacen dudar y sentir vergüenza para quien esté aceptándose de nuevo.

Pero lo más lindo de todo es… que los padres de él nos defendieron sin dudar. Se ve que ellos tienen a Sebastián por encima de cualquier otra cosa, lo cual me alegra. Me alegra que Don Gato cuente con esa red de apoyo.

Abro los ojos cuando abren la puerta, Don Gato se acerca en silencio y se recuesta a mi lado. Lalo no duda en acomodarse entre los dos, durmiéndose de nuevo.

──Lamento eso, William ──susurra.

──No es tu culpa.

──Pero… me molesta ──dice──. No me gusta que te hagan sentir incómodo.

Chasqueo la lengua.

──Sebastián, te sorprendería la cantidad de insultos que he escuchado a lo largo de mi vida. Llega un punto en que… te da igual. ──Me encojo de hombros──. Porque entiendes que ellos son los que tienen un problema, no tú.

Tomo su mano con seguridad, Sebastián me mira ante ese gesto.

»Te advierto que será así ──hablo con más seriedad──. No será fácil; puede que escuches muchas más tonterías y busquen hacerte sentir menos.

──No me importa ──dice.

Suspiro.

──No seas inocente ──pido──. Estoy consciente de que puede que un día te arrepientas, y en serio lo voy a entender si es así.

──No seas ingenuo ──pide también──. No puedes encargarte de volverme loco y luego decir que entiendes que me arrepienta.

Sonrío con diversión, a veces simplemente no puedo ganarle.

──¿Tus padres no se molestarán de que estés aquí en lugar de afuera para recibir el año nuevo?

Niega con la cabeza.

──No ──responde──. De hecho, ellos me enviaron a hacerte compañía. No quieren que soportemos ambientes hostiles.

Me siento culpable de pronto.

──Yo… lamento haberle respondido así a tu tía.

No me arrepiento de nada, realmente. Pero debo disculparme por educación.

──Nah, no te preocupes. Tal vez así deje de meterse en mi vida ──resta importancia.

Eso me hace mirarlo con atención.

──¿Tus reglas también involucran no defenderte de tu familia? ──Desvía la mirada algo apenado──. Sebas, no tiene nada de malo poner límites, ¿sabes?

──Lo sé, pero… simplemente soy malo para eso.

──Bueno ──murmuro──. Tal vez… para eso estoy yo.

Vuelve a verme con total sorpresa.

Aunque puede que enoje a Lalo por lo que haré, acerco mi mano para juguetear con su oreja. Don Gato en respuesta levanta la mano para acariciar mi muñeca, todo en un silencio… de lo más agradable.

Sebastián baja la mirada hacia Lalo, deja de tocarme y lleva su mano a la barriga del gato para propinarle caricias. Al principio se ve que le gusta, se pone boca arriba para recibir más, pero segundos después se retuerce y le muerde la mano a su dueño.

──¿Qué haces? ──pregunto confundido, es como si quisiera molestar a su gato.

Don Gato sonríe, pero no responde. Y sin importarle que Lalo le clava las garras, vuelve a insistir con las caricias. Lalo parece terminar de molestarse, porque se incorpora para sacudirse y finalmente bajar de la cama.

──A los gatos no les suele gustar eso, a Lalo sí pero muy poco ──explica──. Suele alejarse un buen rato cuando insisto en hacerlo mucho.

¿Y ese truco desde cuando se lo sabe?

──¿Por qué lo hiciste ahora?

Suspira y se acerca, tomando mi rostro para acercarme a él.

Apenas siento sus labios contra los míos, mando todo pensamiento y preocupación que tenía lejos. Giro en un solo movimiento para quedar sobre él, y responderle con fuerza.

Mientras más hacemos esto, más crece su confianza en el asunto, y es algo que me lo demuestra muy bien.

──Porque me gusta esto. ──susurra en respuesta una vez me aparto ligeramente.

Me estremezco al sentir sus manos bajo mi camisa y tocan mi espalda, tengo que cerrar los ojos en un intento de sentirlo más intenso. Creí que solo haría eso, pero me sorprende cuando me la quita.

──Eh ──me quejo──. ¿Qué haces?

──Nada ──dice de forma muy inocente.

Claro que quiero hacerlo.

Pero no quiero ser un egoísta de porquería.

Y sí, es hipócrita decirlo cuando me preparé para esto. Pero eso fue por mera precaución al notar que no podemos controlarnos una vez estamos solos, y no lo estamos en este momento. Su familia está afuera y…

──Don Gato, no creo que sea buena idea. ──digo, haciendo referencia a sus intenciones.



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En el texto hay: comediaromantica, slowburn, gaybl

Editado: 10.11.2025

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