Ojalá Siempre

5

Vemnet camino por el sendero hasta abrirse paso al pueblo, pero no encontró por ningún lugar la camioneta de Connor ni rastros de ellos, parecía que el bosque se los había tragado por completo.

—¿Vemnet no te atreverás a irte sin antes buscar a los chicos?—Inquirió Joselyn poniendo los brazos como jarras.

—No lo hare. Y tampoco me iré de aquí sin cortar ese maldito pino.

Enseguida al cruzar la esquina de aquella casa algo olvidada se encontraron con Hunter y Ezra que estaban siendo guiados por un originario de la zona.

Vemnet corrió hacia ellos y los llamo por sus hombres dando fuertes gritos.  Cuando ellos los vieron se clavaron en seco en el empotrado de piedra y sonrieron, Hunter recibió a Vemnet con un abrazo.

—Joder pesábamos que te iba a comer el tigre.—Espetó Hunter—Nosotros hemos ido a parar a la aldea de Cale. Por cierto, el es un originario de la zona, nos estaba contando acerca de un ricachón que se llama Foster.

Hunter señalo con la mirada al hombre de altura respetable y el cuerpo fornido, sin embargo lo más atrayente de él era solamente sus tatuajes que cubrían cada centímetro de su brazo derecho.

Joselyn que venía un poco más atrás porque no podía soportar el trote de Vemnet llego a donde estaba sucediendo la reunión. Pero su corazón pareció abrirse cuando miro a Cale, ella casi gime al ver a un semental de ese tipo.

Mirada seria y asesina, semblante rígido y salvaje, cuerpo perfecto, sus brazos perfectamente torneados eran arte con los tatuajes encima. Sin embargo tuvo que apartar la mirada del hombre para poder resistirlo.

—La verdad el tigre nos ha jugado una mala pasada—Comentó Ezra incorporándose a la conversación— por cierto ¿Dónde están Connor y Ale?

—No lo sé los hemos perdido cuando nos separamos.

Enseguida un ruido de moto se escuchó por las calles pequeñas del pueblo, las casas que mantenían sus ventanas abiertas las cerraron de inmediato, como si la muerte llegara a la plaza central.

—¡Ellos vienen!—Proclamó cale sosteniendo con fuerza una navaja pequeña, separo las rodillas y se puso en posición de ataque. Pero era ridículo ya que no sabían a que se enfrentaban, o tan siquiera si iba a haber un enfrentamiento.

Los chicos abrieron los ojos como platos cuando vieron a Connor y a Ale corriendo delante de unas motos que parecían ser montañeras, ellos estaban siendo perseguidos por los conductores.

—¡Usa el hacha!—Gritó Ale mientras corría.

—¡No puedo perderla!

Cale de inmediato corrió hacia donde ellos venían  paso en medio de ambos, y con su cuerpo se movió cual relámpago en la noche para dar  un giro a su cuerpo saltando en el aire. Cuando los conductores de las motos se acercaron extendió sus piernas en el momento justo y los pateo a ambos con perfecta sincronía, ellos cayeron al suelo de inmediato, mientras que Cale aterrizaba airoso.

—¿Pero que es este tipo?—Agregó Hunter sorprendido.

Las motos se estrellaron contra el pavimento chirriando y haciendo ruidos metálicos hasta que se quedaron inmóviles.

Los hombres que perseguían a los chicos aun yacían en el suelo un tanto desubicados, no sabían que camión los había chocado, pero era un modelo negro y robusto que podía hacer temblar a cualquiera.

—¡Vem!—Exclamo Ale eufórico dejando de correr.

Connor tomo una larga bocanada de aire echando su cuerpo hacia adelante y puso sus manos en sus rodillas.

—¿Por qué los persiguen?—Preguntó Ezra

—Debe ser obra de Foster.—La voz de Vemnet se hizo más ronca.— Desde hace rato que nos está jodiendo, primero lo del pino y ahora esto.

Joselyn no prestaba atención puesto que estaba absorta viendo lo que quería, un semental de piel bronceada que parecía ser sacado de alguna película de Guerreros griegos. O mejor dicho dioses.

—No podemos quedarnos mucho tiempo acá.—Intervino Hunter— Si ellos vinieron estoy seguro que vendrán más.

—Encontramos algo interesante, creo que el tigre no fue tan malo como creímos.—Connor se metió a la conversa ya con algo de aire en sus pulmones.

Connor metió la mano en la mochila de Ale y saco el testamento, luego se lo dio a Vemnet en las manos.

—Comprueba que son reales.—Dijo aun cansado.

Vemnet releyó.

—¿Qué es?—Preguntó Joselyn tratando de ver por encima de los hombros de Vemnet.

—¡Imposible! Esto no puede ser cierto, han encontrado una conspiración chicos, si lo que dice este papel es verdad entonces Foster ha sido un ladrón por todo este tiempo.

—Encontramos el testamento original de las minas de oro que explotaba Foster.—Ale alzo la voz.

—¡Callado! Si te escuchan podemos estar en problemas.—Hunter calló a Ale antes de que alguien más los escuchara.

—Ya estamos en problemas, Foster sabe que tenemos los testamentos, uno de sus hombres llamo a la casa e informo acerca de nosotros.

—Creo que todos están completos.—Cale se acercó al círculo que estaban formando los muchachos y miro el hacha que cargaba Connor entre sus manos.— ¿Dónde encontraste eso?—Y señalo la misma.




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