Capítulo 4

Capítulo  4

Ethan

Estoy en la terraza del hotel con vistas al mar disfrutando de una copa de vino cuando recibo una llamada de mi padre, me disculpo con mi acompañante y me alejo para poder atenderlo.

-Hola.

-Hola, hijo, ¿cómo van tus no vacaciones de negocios?

-No seas pesado he cerrado el trato y solo estoy respirando un poco del agobio de Nueva York.

- Ya, como sea. Quería pedirte un favor.

Suspiro, porque ya sabía que mi padre no se molestaría en llamar para preguntar como estoy.

- Te escucho.

- El señor Vansseur me pidió el favor de entrevistar a alguien,- hace una pausa- y bueno, conozco a la chica, es amiga de Alexander. Podría encajar perfectamente en el puesto que tienes libre y así aligerar a Ann de trabajo.

- No voy a contratar a nadie porque me lo pidas, podría ser una incompetente. Y mucho menos si es amiga de Alexander…- observo las preciosas vistas que ofrece Italia frente a mi mientras mi padre sigue hablando.

-Tiene poca experiencia, pero sus notas dejan ver a alguien bastante competente. Solo lee su currículo, entrevístala y ya tomaras una decisión.

- Bien, mándame sus datos y dile a Vansseur la quiero ver  el jueves a las doce en mi despacho y que sea puntual.

-Okay, ahora mismo me pongo a ello.

Mi padre cuelga sin despedirse y yo me dirijo hacia la mesa junto la pelirroja que me está esperando, es la secretaria de mi nuevo socio, pero eso no la deja fuera de mi alcance.

Recibo el correo de mi padre y decido ignorarlo mientras paso el tiempo con mi nueva amiga, ya lo veré en el avión ahora no quiero pensar en el trabajo.  Respecto a mi acompañante no hay mucho que explicar entre nosotros, he planeado una vuelta en yate con ella y lo que surja… pronostico que tomaremos unas copas, cenaremos juntos y si todo sale bien esta noche me brindará entretenimiento y todo quedara entre nosotros. Así ha sido y será siempre, llevar una vida lejos de la vista de la prensa y mantener la impoluta imagen que mi familia espera. Bueno, solo mi madre, está obsesionada con nuestra imagen.

Volviendo al tema, todo marcha estupendamente con la pelirroja, a la que disimuladamente luego pediré que me repita su nombre, o no, y la llamo “amor” toda la noche. Que importa no habrá nada más entre nosotros y mi intención es volver mañana a Nueva York.

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Me despierto con una resaca horrible que no deja de taladrarme la cabeza, parece que quisiera explotar, para colmo voy retrasando… Una hora más tarde de lo previsto, abordo el jet privado de conglomerados Moore y cuando estamos en el aire reviso mis correos. Repaso el de mi padre con los datos de la chica que quiere que contrate, su nombre se hace conocido y decido buscar en internet. Cuando la encuentro juro que pienso que definitivamente mi padre perdió la cabeza, está loco si piensa que voy a contratar a alguien así, busco su contacto y lo llamo.

-Dime que es una broma.

-¿El qué?

-No te hagas el idiota conmigo, papá. ¿En serio crees que podemos contratar a esta chica?

- Sí, ¿por qué no?

- Tienes que haberte golpeado la cabeza, es la chica de T&T - bufo con enfado.

-Sabes lo dura que puede ser la prensa, no me pareció mala persona. Deberías conocerla y juzgarla tú mismo, no te limites a lo que hable la gente.

-No la voy a contratar.

-Dale una oportunidad.

Corto la llamada observando la imagen en mi pantalla, la chica es bonita pero le rodea un asunto muy feo, podría ser malo para mi empresa. Leo y leo noticias y en todas encuentro lo mismo, las declaraciones del dueño de T&T, la chica no abrió la boca durante todo esto. Aunque es un poco extraño que el caso se cerrara porque las pruebas eran incongruentes. Quizá si hago caso a mi padre pueda saber que ocurrió realmente, por otra parte contratarla será un dolor de cabeza, hará el trabajo pero Ann, deberá ser quien dé la cara en su lugar, no puedo dejar que su imagen se relaciones con el conglomerado.

Suspiro y me recuesto hacia atrás en el sillón. Si alguien puede darme una opinión sincera es Alexander, aunque quizá no sea imparcial del todo si son amigos. Miro mi teléfono dudando si llamarlo o no, pero la curiosidad es más grande.

-Hola, hermaniitoo, ¿vienes a quitarme el peso que me has dejado de encima o debo planear una forma de escaquearme?

- Ya voy, quejica, pero no he llamado para eso.

- ¿Qué hice mal esta vez?- sonrío porque es cierto que las últimas veces solo le he llamado para sermonearle.

-Por extraño que sea, nada. Solo quiero que me hables de Olivia Hall.

-oh, ummm…- duda antes de hablar- no sé por dónde empezar, la conozco de hace poco tiempo, pero es una chica genial.

-¿Sabes quién es?- oigo que suspira.

-Mira, Ethan, se directo. Quieres saber lo de T&T, solo te diré que no es la versión que conocemos y la creo, pero a mi no corresponde hablar de ello.

-¿Confías en ella para ese puesto?

-Confío en ella, pero no sé como trabaja, solo me ha servido café, buenísimo por cierto. Lo recomiendo.

-No me interesa el café.

-Está bien, no te pongas ogro. Conócela, pienso que a pesar de la imagen que tienes de ella puedes encontrar algo bueno…

- También he descubierto que es scort, eso podría manchar nuestra imagen, a saber con cuántos hombres ha estado.

-Ajá, era scort, no puta, solo acompaña y lo está dejando por eso busca otro trabajo.

-Esperaré a la reunión y lo pensaré

Cuelgo a Alexander y dejo el tema de Olivia Hall para otro momento. Necesito continuar con mi trabajo y pensar en esto desde otra perspectiva.