Capítulo 11
Olivia
La conversación con Alexander me dejó pensativa toda esa semana, él tenía razón por mucho que la relación mejore con su hermano y que tengamos sexo ocasional, no debería hacerme ilusiones, pero realmente mis hormonas no pueden olvidar a semejante hombre, lo veo y babeo... Además nuestro comportamiento del último mes tampoco me ha dado espacio para poder olvidarlo... Digamos que todos se ha resumido en: Trabajo, salidas con Alexander hasta perder el conocimiento, salidas con Ethan hasta arrancarnos la ropa en privado y ser las personas más formales en lo profesional, algunos encuentros con mis amigas e ir de compras como estoy haciendo justamente ahora. Ya que mis ingresos han mejorado considerablemente puedo gastar sin problemas.
Solo que a mí alrededor hay una suave discusión, Chloé cree que es innecesario que compre más ropa y Alexander que me queda tan genial que debería comprarlo. Reparo una vez más mi imagen en el espejo y realmente el conjunto de falda y camisa se ve increíble.
- Tiene un vestidor más que suficiente para ir a trabajar- dice Chloé.
- Puede comprar este y donar los más viejos, así va renovándose - refuta Alex.
- Eso es buena idea - apoyo.
- ¡Sois unos consumistas!
- No hables de consumismo, tu ropa no es que sea de mercadillo o segunda mano. Es más, diría que esa chaqueta es piel y de la última temporada de...
- Cállate, Alexander, solo compro lo necesario.
- Te he pillado, Chlo - Alexander ríe y levanta sus pulgares.
- Lo que sea- hace un gesto con la mano.- Olivia, acaba que quiero un helado.
- Buen me llevaré los dos y ese vestido, cuando lleguemos a casa me ayudáis a preparar una caja para donar y todo solucionado.
Pagamos y salimos de la tienda, le digo a mis amigos que pidan por mí que voy al baño. Una visita poco agradable y debe notarse cuando llego a la mesa. Porque mis amigos que peleaban por robarse helado el uno al otro y paran su batalla para mirarme interrogantes.
- No sé qué mierdas tenía el alcohol de anoche, pero estoy hecha un cadáver andante - digo mientras me siento y miro mi helado de chocolate con asco.
- Has vomitado dos veces hoy. Será un virus estomacal, nosotros estamos a tope para repetir - Chloé y Alexander chocan sus cucharas como si fuesen espadas.
- Pufff... No contéis conmigo.
- Tenemos una rajada... Chloé, ¿Qué pensarán Deo y Kimberly de esta baja tan traicionera?
- Pedirán que sea desterrada del ejército oscuro.
- Castigo justo.
- ¡Oye! No podéis quitarme mi puesto solo por estar enferma.
- Pues sal esta noche, mañana es domingo de resurrección, ahí te recuperarás de todos los males del fin de semana... y si no resucitas pos ya te llevamos a urgencias - dice Alex encogiéndose de hombros.
- Me has convencido.
Seguimos comiendo nuestro helado y hablando de gilipolleces. Incluso hemos llegado a crear un debate inútil que será material de debate esta noche.
Alexander no nos acompaña para la cena pero promete volver para guardar su coche en nuestro parking y así iremos juntos al Eonia. Dijimos que saldríamos de “tranquis” y así Deo se tomaría la noche "libre", o todo lo libre que su alma de jefe le permite en su propio negocio.
Antes de las diez llama Alexander diciendo que está abajo, Chloé se adelanta a abrirle mientras yo me doy el último retoque. No tardo ni cinco minutos y estar saliendo por la puerta. Cuando llego abajo me sorprende un poco ver a la persona que acompaña a mis amigos. Miro a Alexander y se encoge de hombros.
- Quería venir.
- Si te molesto puedo volverme a casa – se apresura a dicir Ethan.
- No, no, solo me sorprendió, creía que no te juntabas con nosotros los mortales - le dedico una sonrisa que es correspondida y empezamos a caminar hacia el Eonia.
- Si cuando mi padre nos presentó a Alex me llega a decir que tiene semejante hermano no hubiera dejado que te acercases. Estás bien rodeada tanto fuera como dentro del trabajo, te envidio - me susurra Chloé al tiempo que andamos tras los hermanos Moore.- Alexander está tremendo... Pero has mirado bien al hermano, señor... Que cuerpo.
- Recuerdo que tienes pareja y te aclaro que sorprendentemente, ellos vinieron a mí, no tuve que acercarme. Já.- pongo mi mejor cara de listilla.- La belleza atrae a la belleza.
-¿Quién es fea?- pregunta Alexander sobre su hombro.
- Tu, Alex, deberías estar escondido bajo una roca.
- ¿Es envidia lo que huelo mi querida, Chlo?
Ahora caminamos todos juntos mientras Alexander y Chloé discuten. Ethan no me dirige la palabra en todo el camino y yo tampoco tengo intención de hacerlo, pero es un silencio cómodo lo que mantenemos. Aunque por otra parte no me gusta que con todo lo que habíamos avanzado esté así de mudo, espero que no se corte por su hermano y mis amigos, porque cuando estamos solos puedo asegurar que habla tanto como Alexander.
Llegamos al bar y nuestros amigos ya están esperando, nos acercamos y presento a Ethan, ya que Alexander lo arregló con un "mi hermano" y se quedó tan ancho como siempre.
Empezamos a beber y todo va bien hasta que Alexander saca el debate de la noche, todos queremos hablar y dar nuestro punto de vista pero no nos dejamos, el único que se mantiene callado es Ethan. Definitivamente no está hecho para nuestros circos.
-¿Y tú que piensas, Henry Cavalli 2.0?- pregunta Kim a Ethan.
- ¿Yo?- Kim asiente y todos lo miramos expectantes.- Que es una tontería, para empezar ni existen.
- Debes estar bromeando, toma una postura, hermanito- Alexander lo codea.
- ¿Cómo voy a opinar del nacimiento de una sirena? Ni me las imagino en un parto ni poniendo huevos.
- Uggg, no hay que imaginar tanto para opinar - se horroriza Chloé.
- Lo más importante. ¿Dónde está el pene de los tritones?- Ethan levanta las manos en gesto de disculpa- llevo pensándolo desde que sacasteis el tema.