Capítulo 12
Olivia
Despierto con la luz del sol golpeando mi cara, intento abrir los ojos pestañeando despacito para acostumbrarme, pero la luz parece más brillante que nunca. Una vez ganada la batalla, recorro la habitación recordando que dormí con Ethan, pero este me ha dejado sola en la cama, espero al menos que siga en casa. Me coloco la ropa traje ayer y salgo de la habitación en su búsqueda. Lo encuentro en la cocina con un café, diría que está recién duchado, pero me sorprende no verle en traje, lleva una camiseta y vaqueros. Es como si fuera otra persona.
- Buenos días- sonríe mientras prepara otra taza de café para mí-¿Quieres que vayamos a comer?
- Acabo de despertar, no puedo pensar ahora en comer - hago un mohín.
- Mira la hora anda...
Saco mi teléfono móvil para comprobar que es más de medio día y tengo quince mensajes de Alexander y ocho llamadas. Los mensajes son curiosos...
<< ¿Dónde estás?>>
<< ¿Por qué no viniste a dormir?>>
<<Ya no me quieres, la cama se siente vacía sin ti. L>>
<<Deja de hacer el +18 y vuelve a casa con tu fiel amigo mascota. Tu gatito necesita atención. >>
<<Contesta. Esto ya se está poniendo serio. ¿Mi hermano te tiene retenida? Pon un emoji y sabré que si>>
<<De verdad, te echo de menos, Chloé no me quiere dar el desayuno L>>
Y muchos más....
- ¿Cómo no me despertaste antes?
- Parecías cómoda y no hace tanto que me levanté, por un rato que te dejase dormir no iba a pasar nada - dice encogiendo los hombros.- Entonces... ¿Comida?
- Comida, pero tengo que pasar por casa a cambiarme y...- miro la pantalla del móvil que se ilumina con otro mensaje- Calmar a tu hermano, que está histérico.
- Ignóralo, que sufra. A veces es muy pesado.
Una llamada entrante de Alexander corta nuestra conversación y aprovecho para terminar mi café mientras hablo con él.
Cuando vamos a salir de casa de Ethan, se para en seco haciendo que choque contra su espalda y se gira para mirarme muy serio.
-¿Si...vamos a tu casa... - dice muy pensativamente- Alexander no querrá acoplarse?
- Nop, ha quedado con Amber, me ha recalcado mil veces que me espera para la cena.
- Mierda- se pasa la mano por el pelo mientras continúa la marcha- había olvidado que quedé con ellos.
- Podemos comer otro día, no hay problema si tienes un compromiso.
Me mira arqueando la ceja.- Les pondré un mensaje de que no voy. Prefiero comer contigo.
-De verdad que no tienes que hacerlo por mi, podemos ir otro…
-Nop- me corta.
Saca su teléfono mientras espera al ascensor y yo intento ir por las escaleras pero su mano en mi brazo me detiene.
-¿A dónde vas?
- Por las escaleras.
- ¿Te has dado cuenta de la cantidad de pisos de este edificio?
- Es que me dan miedo los ascensores.
- En la oficina subes – contraataca enarcando una ceja.
- Porque el escaso tiempo que tengo no me permite hacer otra cosa que atentar contra mi vida. Además pienso en gatitos.
-¿Gatitos?- me mira como si tuviera dos cabezas.
- Si, como si estuviera en mi sofá acariciándolos. A veces no funciona...
- No sé porque no me sorprende.
Agarra mi mano y montamos juntos en el ascensor. Juro que noto como mis tripas quieren salir con el arranque inicial.
- Tranquila, es seguro...
- ¿Tu sabes las de personas que mueren en un ascensor al día?
- No...
- Yo tampoco pero seguro que son bastantes y no quiero ser una de ellas.
Ethan aprieta mi mano conteniendo una risa. Le puede parecer gracioso, pero es muy serio y odio la sensación que me entra cada vez que subo en uno.
- Deja de reírte de mí.
- No te enfades - besa mi mano.- En nada estamos en el garaje.
- Dios... Es que quiero vomitar...
- Abajo hay una papelera podrás hacerlo.
- Es una guarrada.
- Es una opción si lo necesitas, no quiero que lo hagas en mi coche- sonríe.- Ale corre a ponerte a salvo.
Las puertas del ascensor se abren y salgo rápido arrastrándole conmigo y evitando cualquier incidente del último momento que hiciera peligrar nuestras vidas. Lo de las ganas de vomitar es verdad y por mucho que me cuesta las contendré, no pienso hacer más el ridículo frente a Ethan.
Abordamos su coche y vamos a mi casa, donde Alexander aún espera por que llegáramos y tiene a la pobre Amber con él.
- Por fin - grita dramáticamente.- ¿Sabes la noche que he pasado sin saber dónde estabas?
- Tú tampoco lo sabes, has dormido mejor que nunca - dice Chloé burlona haciendo que Amber se ría.
- Que estoy bien, no me ha secuestrado ninguna red de venta de órganos, ni me han vendido para prostituirme como decían tus mensajes. Estoy sana y salva.
- No sé, no sé. ¿Y tú joven que intenciones tienes con mi ami-hija?
- ¿Joven? Soy tu hermano mayor, idiota.- Ethan le da una colleja a Álex.- ¿Y qué es una ami-hija?
- Me adoptó, va a poner de moda adoptar personas mayores y no niños, según él.
- Cada día me confirma más lo tonto que es, aún dudo que seas mi hermano.
- Todas estáis escuchando como atentan contra mi corazón aquí...
- Me voy a cambiar- voy a mí habitación dejándoles a todos con las tonterías de Alexander, desde ella puedo oír sus dramas y como se ríen de él.
Me ducho y acabo de ponerme un vestido suelto blanco cuando una arcada me obliga a ir corriendo al baño, expulsando el café de hace rato y seguro que todo lo que bebí anoche. Me vuelvo a sentir como la mierda, pero ya dije que sí a esa comida. Así que me cepillo los dientes y maquillo un poco para volver al salón donde espera mi acompañante.
- Podemos irnos.