Ojalá Todo

Capítulo 18

Capítulo 18

Olivia

Con cada día que ha pasado he ido teniendo más antojos, desde el helado con algodón de azúcar le siguieron la pizza de anchoas, las fresas con leche y  el yogurt con miles de cereales y gominolas, espero que paren pronto, hoy me he levantado fatal. Tengo náuseas y solo de acordarme de ellos me dan unas ganas enormes de vomitar.

Tuve que llamar a la empresa diciendo que me retrasaría pero que estaría puntual para la reunión. Así pues, con toda mi fuerza de voluntad, me separo del inodoro y me preparo a toda prisa. Llego a la oficina justo cuando empieza la reunión y el camino en el ascensor parece ser ocho veces más largo de lo que es normalmente, lo que hace que aumente mi ansiedad. Una vez arriba camino a toda prisa a la sala de reuniones donde me están esperando.

- Perdón por la tardanza, estaba con asunto personal que se alargó

Entro en la sala de reuniones y la recorro con la mirada, en ella están Ethan, Alexander, los jefes de los otros departamentos y tres sujetos que conozco demasiado bien.

- Tome asiento señorita Hall - indica Ethan.

Comienza la reunión y el proyecto es expuesto, sus costes, beneficios, cualquier previsión... son tratadas todas las condiciones, todo como viene en los documentos que me enviaron, ellos también han leído los que yo proporcioné. Hacemos un intercambio de dudas e inquietudes que no tiene pinta de que vaya a hacer que el acuerdo caiga, es todo muy común, la reunión va como la seda e iría mejor si cierto moreno de ojos azules apartara la vista de mí.

- ¿Y tú qué piensas, princesa, debería firmar?

Siendo lo más formal que puedo e ignorando como me ha llamado respondo.

- Los datos son claros, es una propuesta beneficiosa para ambas partes, deberíais cerrar el trato.

Veo como Ethan fulmina con la mirada al moreno. Desde aquí puedo oler sus celos.

- Entonces estoy de acuerdo con la señorita Hall - mira al resto de socios con su típica sonrisa socarrona.

Cerramos el trato y todos abandonan la sala, justo cuando estoy cruzando la puerta soy envuelta por unos brazos y levantada del suelo.

- Pero mira cómo has crecido.

- Bájame, Erick.

- ¿Cuándo ibas a decirme que ya no trabajabas en esa cafetería?

- En tu próximo reporte.

- ¿Sabes que tú también puedes llamarme de vez en cuando, no?- me deja sobre mis pies tras reírse por mi pataleo.

- Siempre que lo hago o no respondes o tu secretaria no me quiere pasar contigo.

- Tonterías, no insistes lo suficientemente. Vamos a lo importante, ¿comemos juntos?

- No puedo, voy fatal de tiempo hoy. Pero si quieres puedes venir a cenar a mí apartamento, vendrá también un amigo.

- Me parece bien,- se rasca la barbilla pensativo- bueno solo si haces tú deliciosa lasaña.

-Habría que pasar por la tienda y se haría tarde, pero está bien. Hay que celebrar que nos vemos por primera vez en un año.

- Me avergüenza solo de pensarlo. Para compensar llevaré vino.

Mierda.

- Te daré una sorpresa.

- ¿Qué es?

- He dicho sorpresa, si lo digo ahora ¿Qué emoción tiene?

- No me gusta esperar.

- Supéralo, idiota.

Veo como mi hermano se aleja en busca de sus socios y me dirijo a mi despacho. En él encuentro a Ethan esperando, había mantenido una relación muy profesional desde lo del restaurante, ninguno volvió a mencionar nada sobre lo que ha pasado entre nosotros. Es raro que venga a mí despacho, últimamente lo evita y por su cara algo no pinta bien.

- ¿Que necesita, señor Moore?

- Te pido por favor que durante el trabajo no coquetees y menos con mis socios.

-¿Coquetear?- pregunto mientras me siento en mi silla.

- Lo hemos visto todos, señorita Hall.

Caigo en la cuenta de a qué se refiere y no puedo evitar reírme en su cara.

- No tiene gracia, es una maleducada...

- Sí que la tiene. ¿Te oíste?- me río más fuerte.- Estás celoso.

- No lo estoy.- aprieta su mandíbula.- Solamente no olvides dónde trabajas, ya no eres scort.

- Voy a decirte algo Ethan...Es muy bajo que saque a colación mi pasado a la mínima que tienes una excusa para atacarme. Estas celoso, admítelo, pero una cosa te voy a decir, tu estas siguiendo con tu vida, yo haré lo mismo con la mía. No seas hipócrita de pensar que estaré esperando tener una oportunidad contigo- le recrimino.- A y por supuesto, piensa en el apellido de tu socio y luego en el mío, es mi hermano.

- ¿Tu hermano?- la confusión y la vergüenza cruzan su rostro.

- Sí.

- No sabía que era uno de los socios.

- Pues lo es. Como ves sé muy bien mi lugar.

- Emm...- no le dejo hablar.

- Quiero aclarar que he tratado todo como si fuera cualquier otra empresa, no hubo trato de favor. Todos en la reunión revisasteis y aprobasteis cada uno de los documentos que forman el acuerdo.

- Lo sé,- pasa su mano por el pelo.- Lo siento Olivia, no debí ponerme así...

- No, no debiste, pero estabas celoso y bueno, nunca dije nada de Erick.

- ¿Quién?

- El señor Hall.

- Ah sí, sí, perdón- me mira y no dice nada por unos segundos.- No sé qué me pasó, tenía claro que íbamos a ser profesionales.

- Acepto las disculpas- digo molesta, él por su parte asiente y se retira sin dar pie a más.

Aunque no debería, confusión o no, no debería reaccionar a sí, yo puedo hacer mi vida con quién me plazca. Ha sido un golpe bajo que sacará a relucir lo de mi trabajo como scort, de verdad que odio cuando saca el tema solo con la intención de ser despectivo, a veces puede ser un completo imbécil.

Es tan alto mi enfado que reviso mis cuentas y no puedo evitar ponerme en el ordenador a hacer algunas compras, me dejo dos mil dólares en un bolso y un vestido. Por culpa de Ethan este mes tendré que recortar gastos, pero al menos ahora estoy más relajada. Mando a Ann a recoger mi compra como si fuera un asunto de la empresa y esta al volver me da una charla recriminatoria, que realmente me da igual. Mi buen humor no volverá. Y pensándolo bien, si que es un asunto de empresa, esto lo provocó el jefe.




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