Ojalá Todo

Capítulo 21

Capítulo 21

Olivia

El domingo me levanto con las energías renovadas e ignorando el incidente de ayer, hoy es día de limpieza y todos tenemos que ponernos a ello aunque me cueste media vida sacar a Álex de la cama, estoy cansada de sus intentos por escaquearse.

Le llamo y me ignora, lo desarropo y se encoge dándome la espalda, así pues le hago cosquillas convirtiendo en un imposible su intento de hacer que no existo, se retuerce hasta quedar sentado en la cama y le doy una gran sonrisa.

- Eres molesta.

- Toca limpieza- digo canturreando.

- ¿He oído tortura?

Suspira resignado y se levanta de la cama, lo sigo por el pasillo hasta parar en la cocina donde Kim y Chlo están esperando con café para nosotros. Nuestras fachas son un asco, pero Chlo es la que peor se ve, siempre lleva el pelo arreglado y ahora lo tiene recogido en un desordenado moño, que parece una remolacha sobre su cabeza, con su flequillo abierto y de punta.

- Como me levanté la primera, me he tomado la molestia de repartir las tareas - dice Kim.-Cada uno su habitación, como siempre. Chlo, haces la cocina; Oli, el salón; yo haré el baño y Álex limpias todos los cristales.

- ¿Porque me dejáis siempre los cristales?

- Porque eres el más alto y es la única cosa que no haces a medias - contesta Chloé.

- Eso es mentira, siempre...

- Venga, Alex, es lo único de lo que no te puedes librar porque si no limpias lo sabremos. ¿O debo recordarte como barriste la mierda bajo el sofá?

- Es que ese día no me apetecía recogerla - se defiende - solo ha sido una vez…

- Por eso desde entonces te damos tareas en las que vemos si lo has hecho.

Refunfuñando Alex se termina su café y después todos nos ponemos con nuestra tarea, no es que haya mucha suciedad ya que lo mantenemos recogido entre semana pero todavía pasamos un rato. En mi caso la peor parte es la habitación, ya que nos pasamos moviendo las cajas de Álex de un lado a otro para poder limpiar. Pero a media mañana estamos todos en el sofá descansando con un refresco.

- ¿No tenéis ganas de mirar por la ventana? He dejado los cristales tan limpios que el cielo brilla más a través de ellos.

- Espero que la semana que viene seas capaz de hacer el mismo trabajo pero con el baño - Alexander mira horrorizado a Kim.

- Eso no se limpiarlo.

- Tranquilo, yo te enseño.

- Me da asco.

- Como a todas, a ver qué te crees. Si lo prefieres puedes hacer la cocina- unos toques en la puerta interrumpen a Kim.

- Voy yo, porque no puedo con tu tortura psicológica.

Alexander se levanta y  va hacia la puerta.

- ¡Sorpresa! - la voz de Amber llena el ambiente.

Veo como Amber y el señor Moore entran en nuestra casa cargados con bolsas.

-¿Que hacéis aquí?- pregunta sorprendido.

- Hemos venido a comer con vosotros, hijo.

- No nos mires así, hemos discutido con mamá y Ethan, estamos cansados de su hostilidad hacia ti - Amber saluda nos saluda al resto y deja las bolsas sobre la isla de la cocina.- Espero que no tuvierais planes, ya que nos hemos auto invitado.

- Para nada- digo desde el sofá.

- Hijo, no es por ser entrometido, pero me gusta tu atuendo de domingo - añade el señor Moore con burla.

Mis amigas y yo salimos disparadas a las habitaciones oyendo la risa del padre de Alexander de fondo. No nos dimos cuenta de que no estábamos ni cerca de parecer presentables.

- Cámbiate aquí, yo lo haré en el baño - le digo a Álex que entra a los pocos segundos en la habitación.

- Podrían haber avisado...

- No te quejes, tienen buenas intenciones. Ya los había dado por perdidos.

- Y nosotros el peor de los aspectos  – y después murmura pensativo.-Marie debe odiarles por estar aquí.

- No seas dramático, estamos naturales.

Le doy un beso en la mejilla, ignorando cualquier cosa que diga de su madre porque aquí es prohibida, y paso a vestirme, cuando vuelvo a la cocina ya están todos allí con una copa de vino. Han dejado un vaso de zumo esperando por mí y no puedo evitar la cara de disgusto, quiero vino.

Amber se acerca y mi abraza, yo la correspondo mirando su copa con deseo.

-¿Que te ha pasado en la cara?- pregunta el señor Moore.

Con las prisas olvidé ponerme maquillaje, además de que no lo recordaba.

- Nada importante - me acerco a las bolsas que trajeron e inspecciono el interior.- ¿Queréis que empiece ya con la comida?

- Te ayudo - se ofrece Chlo ayudando a mi mala de excusa para desviar el tema.

El señor Moore no insiste, pero no deja de mirarme. Que ellos estén charlando mientras Chlo y yo cocinamos hacen que el espacio se reduzca considerablente, e impide poder huir de él.

- ¿Quién es esta?- pongo atención al señor Moore que contiene la risa mientras señala la foto que mi hermano envío a Alexander y este imprimió y colocó en la nevera.

- Olivia.

Alexander habla como si fuera lo obvio, Amber se acerca a mirar a la foto y los tres estallan en una carcajada.

- No tiene gracia - hago un puchero mientras lavo la lechuga.- Alexander te dije que quitaras eso de ahí.

- No puedo, es mi santuario. Papá, no has visto bien a tu nieto, deja de admirar a la fea de su madre y míralo a él.

Alexander les muestra la última ecografía, bueno todas, porque las ha ido poniendo en la nevera, y les cuenta todo como está yendo el embarazo como si fuera un profesional. Incluso les ha dicho la tontería de cómo ha pasado de guisante a aguacate, está obsesionado en compararlo con cosas.

- Me alegra de que todo esté bien - dice el señor Moore mientras ayuda a poner la mesa junto a Kim.- Solo nos queda daros la enhorabuena y disculparnos por no venir antes.

- A mi no tenéis que darme nada - dice Alex rascándose la nuca. Su padre y su hermana lo miran sin entender.




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