Ojos Color Violeta.

Cap. 85: El diario de Katia, parte II.

Capítulo 85: El diario de Katia, parte II.

27 de noviembre.

Querido diario…

Hoy pasó algo muy extraño, un chico disfrazado de ángel apareció y se llevó con él a Mitford, parecía una escena sacada de una película romántica, y es que, de hecho, el chico disfrazado de ángel llevaba puesto un vestido y una peluca, por lo que todos pensamos que se trataba de una chica.

Como todos estábamos curiosos, decidimos seguirlos, pero al final nos descubrieron y tuvimos que salir y preguntarle a Mitford directamente quién era el chico con el que estaba, lo presentó como Andrés Halffter, un amigo de él que lo quiere más que como un amigo. Es la primera vez que veo a un chico diciéndole abiertamente a otro que lo ama, así que estaba un poco sorprendida, pero ahora pienso en Halffter como una persona admirable y con un gran valor.

Y más tarde, cuando terminamos el trabajo en el consejo, vimos que la presidente y Halffter se fueron juntos, tengo la impresión de que la presidente parecía tener algo qué decirle a Halffter desde que lo vio, y por eso se fue a solas con él, y no fui la única que lo notó, Emanuel también lo hizo, y él me dijo que era posible que Mitford también, y que quizás esa haya sido la razón por la que se fue detrás de ellos.

Alexa y yo no dejábamos de hacer teorías para explicar el interés mutuo entre la presidente y Halffter siendo que recién hoy se conocieron, pero Emanuel se limitó a escucharnos y reír por las más locas teorías de Alexa, supongo que Emanuel no estaba tan interesado en ello como Alexa y yo, pero no sé por qué, tengo la impresión de que más que desinterés, es como si Emanuel ya supiera lo que pasa, y no es la primera que tengo esta sensación, de verdad hay veces en las que pienso que Emanuel actúa como si ya supiera qué va a pasar.

24 de diciembre.

Querido diarios…

Mañana es navidad. Ahora mi mamá ya se da cuenta de que estoy en casa, las cosas entre nosotras no han cambiado mucho, pero al menos llegamos a hablar cuando llega del hospital, y a veces cenamos juntas, esos pequeños detalles de verdad significan mucho para mí.

Durante la cena de hoy, mi mamá me avisó que mañana estará ocupada en el trabajo y no podrá venir a casa, y me dijo que estaba bien si salía con mis amigos, entonces aproveché para pedirle algo. Alexa me había invitado a dormir en su casa desde que comenzaron las vacaciones, pero no había tenido el valor para pedirle permiso a mamá, por suerte, ese día la agarré de buen humor y aceptó que pasara la navidad en casa de Alexa.

Estoy muy entusiasmada, será la primera vez que no estaré sola en navidad desde que papá fue hospitalizado, recuerdo que antes de aquello, los tres pasábamos la navidad juntos, pero sin papá las cosas ya no son como antes.

26 de diciembre.

Querido diario…

Posiblemente ayer pasé la mejor navidad de toda mi vida, Alexa pasó a recogerme a mi casa en la tarde, entonces le dejé una nota a mamá deseándole feliz navidad y me fui con Alexa, y ella me llevó a un restaurante donde sus padres son los dueños.

Cuando entramos al restaurante, me sentí completamente fuera de lugar, pues era uno de esos lugares donde solo personas elegantes y con mucho dinero tienen permitido ir, creí que iba a hacer el ridículo sentándome en una mesa con manteles de tela fina y yo con mi vestimenta tan modesta, pero Alexa me llevó directamente a la cocina en donde se encontraba su papá.

El señor Gabriel Mariátegui me contó que soy la segunda persona que Alexa ha llevado a su restaurante, la primera fue obviamente Emanuel, y de hecho el señor Gabriel me confesó que había estado queriéndome conocer desde hacía mucho, pues Alexa no deja de hablar de mí en su casa, y entonces me agradeció por haberme convertido en amiga de su hija, eso me hizo tan feliz que mis ojos se llenaron de lágrimas por lo conmovida que estaba.

Luego de un rato, nos fuimos de ahí para ir por fin a su casa, su mamá, la señora Eleonor, nos estaba esperando ya en la mesa, al igual que su marido, la señora Eleonor es chef, así que ella fue la responsable de la espectacular cena que pude degustar. Me llevé una gran sorpresa al ver que mis platillos favoritos estaban todos reunidos en esa mesa, pero entonces recordé que Alexa había estado muy insistente en saber qué clase de comida me gustaba semanas atrás, y, de hecho, ella ayudó a su mamá a preparar todo eso.

Terminamos de comer como a eso de las 9:00 de la noche, la señora Eleonor se despidió de nosotras y se fue corriendo para ayudar a su marido en el restaurante, así que Alexa y yo subimos a su habitación y dejé mi mochila junto a su cama, fue entonces que llegó la hora de los regalos.

Le di una pulsera azul que tejí yo misma y un pastel de tres leches que también horneé por mí misma, y ella me obsequió un collar precioso con una cadena de plata y un dije en forma de oso, y aunque al principio dudé en aceptar algo tan caro, ella insistió tanto en que lo conservara que terminé aceptándolo, y bueno, pienso que nunca en la vida me lo voy a quitar.

Pero entonces pasó algo extraño, luego de que ella me pusiera el collar, la abracé y le prometí que cuidaría de él como un tesoro, pero lejos de mostrar felicidad, su rostro se tornó pálido y se agarró la cabeza con fuerza, parecía que le dolía mucho, así que la ayudé a recostarse en la cama y tomé su mano hasta que cayó dormida, y poco después yo también me dormí.




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