Capítulo 99: Quien odia tener debilidades, parte XI.
La única pista que tendríamos
Luego de evitar entrar a la habitación de Eve durante unas semanas, por primera vez desde que yo recordaba, Elián me regañó, hice sentir mal a Eve, ya que ella pensó que era a ella a la que estaba evitando, y yo pensé en lo estúpido que estaba siendo al huir con tantas ganas de una persona inexistente como lo era Matilde, porque definitivamente Matilde no daba tanto miedo como lo hacía Elián enojado, así que, renové mi confianza, preparé la comida y le llevé un poco a Eve a su habitación.
—¡Blaise! —Eve saltó de su cama y corrió hacia mí para abrazarme, luego me tomó del brazo y lo jaló con entusiasmo para que me sentara con ella en su cama—. Necesito pedirte un favor.
Busqué a Matilde con la mirada y la vi sentada en una esquina de la habitación, ella me mostró una amable sonrisa y agitó su mano para saludarme, pero yo solo asentí y volví mi mirada hacia Eve—. ¿Qué necesitas?
—Quiero que me cortes el pelo —dijo mientras tomaba un mechón de su cabello y lo acarició.
—¿Y por qué no se lo pides a Asher? Él es el que suele cortártelo, ¿no?
Ella hizo un puchero—. Le dije, pero él solo me cortó las puntas, casi nada.
Miré su cabello—. Es cierto, ni siquiera noté que te cortó el cabello.
—¡Yo quiero que me cortes el pelo hasta que quede como el de ustedes! —Miró con envidia mi cabello corto—. Mi cabello es tan largo que molesta y siempre se enreda, pero Asher y Elián no quieren cortármelo tanto porque dicen que, como soy una niña, tengo que tener el pelo largo, ¡pero no lo entiendo! Asher se está dejando crecer el pelo y él no es una niña. Además, Mati dice que tener el pelo corto no tiene nada de malo. —Señaló a Matilde con el dedo.
Estuve tentado a voltear a ver a Matilde, pero al final el nerviosismo que sentía cuando mis ojos se cruzaban con ella me lo impidió—. No es que tenga algo de malo —, me puse de pie y puse la charola con la comida sobre las piernas de Eve—, es solo que, para ellos, Eve se ve más bonita con pelo largo, pero yo pienso que también te puedes ver bien con pelo corto. Iré por unas tijeras.
—¡También…! También… ¿podrías traerme unos pantalones? —preguntó con timidez.
—¿Unos pantalones?
—Siempre que Asher y Elián me compran ropa, siempre son vestidos, son cómodos y es divertido dar vueltas con ellos —, agachó la cabeza y juntó sus manos para juguetear con sus dedos—, pero…
Arqueé una ceja—. ¿Pero?
—¡No puedo correr bien con vestido! ¡Y yo quiero ser una mujer de acción como la chica que le gusta a Asher! —exclamó cerrando sus manos en puños y mirándome con determinación.
—Oh… así que ya te contó sobre «Honey»... bien, creo que puedo traerte uno de los pantalones viejos de Asher, solo dame un poco de tiempo para buscarlo. —Caminé hacia la puerta y salí de la habitación, pero antes de alejarme, escuché a Matilde decir: «Tenías razón, Blaise es un gran hermano mayor», y de pronto me sentí avergonzado.
Un rato después, até el cabello de Eve en una coleta y luego lo corté con mis tijeras, le dije a Eve que le diera su coleta a Asher y a Elián, ellos decían amar el cabello de Eve, bueno, ahora podían quedárselo. Cuando terminé de cortar su cabello, le dejé a Eve varios pantalones y me fui tan pronto sentí que Matilde quería empezar una conversación conmigo, así que me dirigí hacia mi habitación, y en mi camino me encontré con Melisa y noté que no se encontraba de muy buen humor.
—¿Pasó algo? —pregunté.
Ella se detuvo y me volteó a ver—. ¿Quiénes son los encargados de los niños que están en el área de Valentina?
—Ahí solo se meten el doctor Dean y tú, ¿por qué?
Ella miró con enojo un punto fijo en la pared—. Alguien dijo cosas que hicieron sentir mal a Vale, y cuando me entere de quién fue, lo haré pagar —gruñó y siguió caminando.
No pasó mucho tiempo después de eso, solo algunos días, cuando algo hizo que Esteban desatara por completo su furia, Dalila escapó de su casa y casi enseguida el señor Ignacio le hizo saber que estaba con él y que no tenía planes de devolverla, y para empeorar las cosas, también le confesó que Emily, aquella niña que habíamos perdido cuando descubrieron que el doctor Dean experimentaba con ella en su casa, se encontraba bajo su cuidado.
Esteban estuvo encerrado por días en una habitación especial en su casa, tomó la razonable decisión de encerrarse ahí para no desquitar su enojo con nadie, pero sacarlo de ahí fue todo un reto, porque en la condición en que él estaba, ni siquiera Melisa se atrevió a tratar de sacarlo, solo el señor Tahiel fue capaz de hacerlo, y desde entonces, Esteban estuvo varias semanas sedado en la base como se solía hacer cuando Killian perdía el control.
—Realmente está de mal humor, ¿cierto? —me preguntó la copia de Nael que estaba en la base cuando me vio regresar de la enfermería con la ropa que traía puesta bastante sucia, pues, cuando fui a llevarle comida, Esteban me tiró tierra de una de las macetas que Asher había puesto recientemente.
Me recargué en la pared del pasillo al igual que él y solté un suspiro—. Esteban es un padre sobreprotector, piensa que nadie puede cuidar de su niñita mejor que él, así que, sí, está enojado, pero está más preocupado de que algo pueda pasarle a Dalila si ella no está a su alcance. No sé si sabes, pero hace unos años trataron de secuestrarla, es por eso que trató de esconderla del mundo. Demasiado exagerado si me lo preguntas a mí. —Bajé la cabeza para mirar mi camisa sucia—. Él me iba a tirar la comida que le llevé, pero al final se contuvo, me dijo que no le gusta desperdiciar comida porque él sabe lo que es sentir hambre… y entonces me aventó tierra.