Ojos Color Violeta.

Cap. 104: Deseos sobre quitar cosas.

Capítulo 104: Quien heredó los ojos violetas, parte XXXVI.

Deseos sobre quitar cosas

Luego de que se hubiese cumplido un mes desde que Salma se unió a nosotros y se mudó al C.I., ella aún no se encontraba del todo convencida de usar su poder de predicción para ayudarnos, ella temía que nos perjudicara más de lo que nos podía ayudar, pero Emanuel, Emily y yo habíamos estado molestándola hasta el cansancio para hacerle ver que estábamos convencidos de que su poder sería la clave que nos llevaría a una victoria sin derramamiento de sangre… o al menos con la mínima cantidad posible.

—Mira, Blaise quiere esperar 3 años más para iniciar la batalla —le explicó Emanuel una tarde mientras los cuatro nos encontrábamos dando un paseo por la pradera que rodeaba el C.I.

—¿Y eso qué? —preguntó Salma mientras arqueaba una ceja.

Señalé a Emily—. Tienes 3 años para practicar con ella.

Nuestro plan era que Salma y Emily unieran sus poderes para cubrir las carencias en los poderes de la otra. Salma podía ver el futuro, pero muchas veces veía un futuro «inevitable» que no podía cambiar sin importar qué acciones cambiara en el presente para evitar ese futuro, pero nosotros pensábamos que no existía como tal ese futuro «inevitable», sino que Salma no sabía qué acciones tomar para cambiarlo.

Ahí era cuando entraba Emily.

Emily podía escoger el futuro que ella quería, y su poder le permitía saber cuáles eran las acciones que debía de tomar para que ese futuro ocurriese, era el poder «perfecto», si es que no considerábamos el pequeño detalle de que su poder no le permitía saber cuáles eran las consecuencias que podrían ocurrir por las acciones que debía tomar.

Pero ahí era donde entraba Salma.

El poder de una ponía sobre la mesa aquello que le faltaba a la otra, estábamos seguros de que juntando el poder de ambas podríamos conseguir nuestro objetivo. Nos tomó otros dos meses para convencerla, pero finalmente Salma aceptó usar su poder para ayudarnos, quizás fue porque entendió nuestros motivos o quizás fue porque se cansó de que le estuviésemos insistiendo y solo se rindió, pero lo importante es que desde que aceptó, se esforzó junto con Emily para complementar sus poderes.

Unos meses más tarde, el señor Yanis aceptó usar su poder para ayudarnos, él tenía el poder de poner «semillas de una maldición» sobre las personas, si mantenía las semillas activas, la marca que aparecía sobre la piel de la persona «maldecida» o «bendecida», se multiplicaba de acuerdo a las acciones que ésta realizaba, apareciendo marcas de color negro por las malas acciones, y marcas de cualquier otro color por buenas acciones.

Miré mi muñeca derecha, con una marca violeta en forma de una rama de lavanda—. Entonces, ¿me crecerán más flores de lavanda por todos lados? —le pregunté al señor Yanis cuando me puso una semilla.

—No, la voy a mantener desactivada —respondió mientras bostezaba—. Estuve experimentando con el ten —, se contuvo de llamar a Emanuel «tenedor verde con complejo con su peso» cuando recordó que él le había implorado, casi llorando, que no le dijera a nadie sobre la forma de su marca—, con la bola de estupidez que pensó que secuestrarme era una buena idea para convencerme de ayudarlos. Gracias a eso sé que puedo desactivar la semilla que te puse para que no se multipliquen las marcas, y si vuelvo a activar la semilla en el futuro, aparecerán todas las marcas que debieron de haberte salido. Activaré todas las semillas el día de la batalla, y cada uno de ustedes me indicará el momento de que deba activar sus respectivas marcas de buena suerte.

—¿Va a desactivar también la semilla de Emanuel? —pregunté al recordar que esa misma mañana, lo había visto tapado completamente para cubrir las zonas de su cuerpo en donde tenía tenedores verdes.

Él se echó a reír—. Sí, pero dejaré que sufra un poquito más porque me cae bien.

Luego de que casi todos en el C.I. recibiéramos una semilla del señor Lizardi, sacamos medio a la fuerza al señor Alan, el único que faltaba, de su laboratorio para que recibiera una también, y se decidió por una semilla en forma de araña de color rojo, no lo había pensado mucho, simplemente las arañas le recordaban a sus viejos amigos, y el rojo le recordaba también al cabello de una de ellos, llamada Camila, pero cuando el señor Yanis intentó poner la semilla, algo se lo impidió, el poder del señor Lizardi le impedía poner marcas iguales, en forma y color, en más de una persona viva, y entonces él recordó al instante que había una persona viva con marcas en forma de arañas rojas.

Muchos años atrás, en el último día que él perteneció a REVENISH, el señor Lizardi presenció algo que lo llenó de tal ira, que la mansión en donde descansaban se llenó de esporas rojas, la espalda de Robin Hatadi se pintó con dos arañas rojas, y la del señor Yanis con una. Habiendo recordado aquello, y sintiendo más conscientemente del ardor que provenía de la araña roja en su espalda, el señor Yanis activó las marcas de mala suerte en Robin Hatadi, marcas que se habían acumulado por un poco más de 50 años, y terminaron con su vida en un instante.

El señor Yanis se dio cuenta de que Robin Hatadi había muerto cuando su espalda dejó de arder, y entonces, con una sonrisa de satisfacción en su rostro, le dio un golpecito al señor Alan en el costado derecho, y le colocó una semilla en forma de araña roja.




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