Capítulo 115: Quien heredó los ojos violetas, parte XLVII.
Ya puedes descansar
Luego de que el señor Guilmer y el señor Frank fueron a enfrentarse a los ancianos de REVENISH, Blaise, el señor Bernardo, el señor Kenan y el Señor Buen Papá se adentraron a los escombros del C.I y encontraron el agujero que había hecho Asher, así que bajaron al 1er piso subterráneo por las escaleras de enredadera de Chani.
—Así que este lugar tenía un piso subterráneo —comentó el señor Bernardo, y se concentró en los sonidos de su alrededor—. No escucho nada, ¿será que tu hermanito ya terminó de rematar a todos? —le preguntó a Blaise con una sonrisa burlona—. Ah, cierto, Asher dejó de verte como un hermano desde hace mucho.
Blaise chasqueó la lengua—. Qué maduro de tu parte, Bernardo, qué maduro. ¿Cuántos años tienes, 5? Ah, cierto, pasaste los 50’s desde hace mucho.
El señor Kenan rio—. Así que, ¿cuál es el plan, Blaise?
—Bueno… no tengo idea. Supongo que por ahora nos limitaremos a buscar a alguien, y si nos encontramos con algún enemigo, tratemos de sacarle algo de información.
Un rato después, se toparon con otro agujero creado por Asher y bajaron al 2do piso subterráneo, continuaron buscando a alguien en las habitaciones de aquel piso, pero no encontraron a nadie, y luego se limitaron averiguar si había un piso abajo, así que buscaron otro agujero creado por Asher, una vez lo encontraron, bajaron al 3er piso subterráneo por ahí.
—Creo que oí algo. —Blaise se adelantó a los demás y usó su poder para dejar su imagen atrás y avanzar sin ser percibido, entonces encontró la habitación en la que Emanuel y los demás estaban peleando, y retrocedió para informárselos a los demás—. Encontré a la segunda línea, están peleando en este momento con cuatro enemigos.
—¿Vamos a ayudarlos? —preguntó Kenan.
Blaise miró hacia una pared, pensativo—… No parecía que tuvieran problemas. Hasta ahora, hemos descubierto que este lugar tiene al menos tres pisos subterráneos… creo que es posible que haya más.
—Así que, ¿quieres que sigamos bajando? —cuestionó el señor Bernardo.
Blaise asintió—. Sabemos que la segunda línea está luchando por ese lado, busquemos algo por ahí.
Y en efecto, las escaleras de emergencia que llevaban al 4to piso estaban muy cerca de la habitación en la que Emanuel y el resto estaban peleando, así que bajaron por ellas y se toparon de frente con un pasillo tan estrecho que era fácil que tu cuerpo chocara con sus paredes blancas, al final del pasillo, éste giraba hacia la derecha y daba a otro pasillo blanco, a mitad de este se podía tomar un camino a la izquierda, que llevaba a otro pasillo blanco, o podías llegar al final y elegir si ir a la derecha o a la izquierda, que llevaban a su vez a otros pasillos blancos.
—Esto parece un maldito laberinto —gruñó en voz baja el Señor Buen Papá.
El señor Kenan posó una de sus manos en una pared y luego de retirarla la colocó frente a su cara para verla, había sentido algo extraño cuando su piel tocó las paredes, pero no sabía qué era, no tenía ni idea de que aquel laberinto había cumplido su más anhelado sueño por unos segundos.
—Salgamos de aquí, mejor regresemos arriba —sugirió el señor Bernardo, quien también había notado que algo raro pasaba con ese laberinto, pues cuando sus brazos desnudos tocaron las paredes, había dejado de sentir las presencias de Esteban, Killian e incluso la de Blaise, quien se encontraba justo a su lado.
Todos trataron de caminar por el mismo camino por el que habían llegado, pero entre más pasos daban para regresar, más inseguros se sentían sobre ir por el camino correcto, así que comenzaron a caminar detrás de la única persona que parecía estar de seguro de por dónde caminaba, Blaise, y él, aunque recordaba bien el camino de regreso, tomó otra dirección a propósito para perderse en ese gran laberinto.
Su plan era caminar por horas en ese laberinto en lo que la batalla terminaba, esperar a que los miembros del EAI fueran a arrestarlos, y él vería todo con una sonrisa, sin embargo, accidentalmente llegaron a una zona cercana a la salida del laberinto, en donde estaban las escaleras que bajaban al 5to piso subterráneo, y fue por ahí que estucharon unas pisadas apresuradas, y casi enseguida una voz que les resultó familiar.
—¿Segura que recuerdas el camino correcto? —preguntó una de las copias del señor Nael, la que llevaba puesto solo un pantalón y sus zapatos.
—Si no lo recordara, no estaría intentando atravesar el laberinto —afirmé con confianza.
Él me miró con preocupación—. Pero solo has pasado por aquí una vez, ¿no? Escuché que tienes buena memoria, pero…
Su otra copia, la que llevaba mi suéter en su cintura, soltó un suspiro—. Ojalá no nos perdamos.
Me detuve cuando llegamos al escalón antes de entrar al laberinto—. Ah, esperen. Si su piel toca las paredes, será su fin.
La copia que solo llevaba mi suéter desapareció, y la otra que llevaba pantalón y zapatos se agachó para tomar mi suéter y se lo puso encima—. Ya, vamos.
Pasamos corriendo por un pasillo blanco, y luego por otro, y no notamos que Blaise y los otros miembros de los Vestigios de REVENISH estaban por ahí.