Ojos Color Violeta.

Cap. 122: Regresé.

Capítulo 122: Quien heredó los ojos violetas, parte LII.

Regresé

El primer amor de Dánae fue un niño llamado Oscar, era su vecino, y pese a que él era mayor que ella por 3 años, pasaron juntos casi toda su infancia; ella solía ser arrastrada por él hacia el gran grupo de amigos que se reunían naturalmente a su alrededor y siempre se dejó llevar, porque era divertido dejarse llevar cuando estabas con él.

Dánae pensó inocentemente que Oscar y ella estarían juntos toda la vida, nunca consideró que algo pudiera interponerse entre ellos, pero cuando estaba en primero de secundaria, a sus 13 años de edad, supo de la boca de Oscar que él había conseguido novia, y fue tan extraño, Dánae ni siquiera sabía que él tenía alguien que le gustaba, pero de pronto le salió con eso y ella no pudo hacer más que sentirse mal.

Se dio cuenta que él le gustaba cuando admitió que estaba celosa de aquella chica que ocupaba el lugar de su novia, sin embargo, aunque él y Dánae tenían su respectivo grupo de amigos en la escuela, y él además tenía a su novia, siempre que Oscar y ella regresaban a casa, lo primero que hacían era ir a buscar al otro y pasaban el resto del día juntos, y eso hizo que las esperanzas de Dánae se elevaran.

Pero ella nunca tuvo el valor de hacerle saber sus sentimientos, entre más crecían, más lo hacía su temor a que no fueran correspondidos, y sabiendo bien que él no la veía más que como una hermana pequeña, se hizo a la idea de que algo entre ellos era imposible, y entonces, pensó que, si pretendía no sentir aquel amor, con el tiempo solo lo olvidaría.

Terminó aplicando a una preparatoria distinta a la que él estudió, una en otra ciudad, quería poner distancia entre ambos porque creía que eso le facilitaría deshacerse de esos sentimientos, pero en aquella escuela… terminó por poner sus ojos sobre otro chico que le hizo volver a tener un doloroso amor no correspondido.

La chica que personificaba todo lo adorable en este mundo terminó por convertirse en su mejor amiga, y viendo lo tímida que era, cuando le hizo saber de su interés por entrar al consejo estudiantil, Dánae solicitó ser parte del consejo para animarla a que ella lo hiciera y cuidarla de cerca, fue ahí que conoció al chico que en ese entonces ocupaba el puesto de vicepresidente.

Emanuel Gibson era muy conocido por ser el único valiente masoquista que soportó mi carácter agresivo de ese tiempo, los rumores decían que era porque él se encontraba enamorado de mí, y en cierto modo, Dánae pudo notar a simple vista el cariño especial que él me tenía, o la gran cantidad de tiempo que pasaba conmigo en donde reía alegremente, o la ayuda diligente que me brindaba, o el hecho de que siempre se mantenía a mi lado en la sala del consejo para hablar conmigo con una voz lo suficientemente baja como para que nadie más escuchara. Y pese a eso, nunca creyó que estuviese enamorado de mí.

Con el paso del tiempo, ella se dio cuenta que el Emanuel era una persona muy amable, no lo mostraba de forma tan abierta como solía hacerlo Damián, pero Emanuel siempre ayudaba a todos a su manera, era gracioso y siempre hacía que las personas que se tomaban la molestia de conocerlo, sonrieran.

Pero entonces ella notó algo, Emanuel se mostraba siempre amable y sociable, hizo muy buena amistad con todos los miembros del consejo, incluso con su mejor amiga, a Katia incluso la iba a dejar a su casa junto con Alexa, pero en cuanto a ella… él jamás le sonrió o hizo algo por acortar la distancia entre ellos, como si quisiera que fuesen unos extraños eternos.

Dánae se enamoró de aquel chico viendo el trato que le daba a cualquiera que no fuera ella, y la desesperación de no recibir la misma gentileza que le brindaba a los demás, la llevó a perseguirlo constantemente hasta que lo obligó a darle la cara y así sacarle una explicación de su indiferencia hacia a ella, pero nunca creyó que él respondería con un «Solo, no te soporto».

Ella pensó que era cierto, a veces hay personas que no te agradan sin ningún motivo, quizás ese era su caso, pero qué injusto era que eso fuese así cuando ella se encontraba tan enamorada de él… pero entonces, Oscar volvió a aparecer en su vida cuando por alguna razón decidió mudarse a Kleidi, y sus antiguos sentimientos de amor por él resurgieron.

Katia fue la responsable de ayudarla a no desmoronarse, la acompañó en los días más difíciles de su vida, supo sobre su historia con Oscar y trató de darle ánimos para superarlo una vez más, pero de alguna forma, cada palabra de aliento de ella, Dánae la tomó como una fuente de energía para superar a Emanuel, ya que, ahora era a Emanuel a quien debía de olvidar, especialmente porque, a diferencia de Oscar, Emanuel no la quería ni un poco. Así, Dánae llegó a la muy estúpida conclusión de que lo mejor que podía hacer, era incrementar el amor que sentía por Oscar para que lo que sentía por Emanuel se hiciera nada, y debido a ello, le dijo a su querido amigo de la infancia que lo amaba.

Al principio, Oscar estaba muy confundido, pero después la buscó y le dijo que él sentía lo mismo, admitió que él jamás la había visto como opción amorosa, pero al saber que Dánae lo veía de esa forma, lo hizo muy feliz y comenzó a hacerse muchas ilusiones de una vida junto a ella, y eso ciertamente la hizo sentir igual.

Funcionó y ella se olvidó de Emanuel, aunque quizás se olvidó de él más de lo que hubiese esperado, y no solo de él, ella se encontraba tan extasiada con su novio que ni siquiera notó la ausencia de Emanuel, de Katia, de Alexa y mía cuando ella ya era una estudiante de segundo año, fue como si los hubieran borrado por completo de su mente. Cosa que de hecho fue así. Por mi culpa.




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