Capítulo 139: Quien heredó los ojos violetas, parte LXV.
Deshacer ese deseo
—Primero que nada, ustedes tienen cierta noción de lo que es un universo paralelo, ¿cierto? —preguntó Junuem.
Damián y yo asentimos.
—Nombremos como Universo 1 al universo en el que conocí a Krymtheo. Uno de mis deseos creó el Universo 2, un universo en el que, después del nacimiento de mis hijos, personas con pedacitos del poder de Krymtheo comenzaron a nacer. No se imaginan cuántas guerras y batallas se evitaron en el Universo 1 por la ausencia de los poderes —, agachó la cabeza y soltó un suspiro—, en su momento me hice una idea, pero no estaba ni cerca de la realidad… haber deseado que la humanidad tuviera una parte del poder de Krymtheo… es mi mayor arrepentimiento.
Un mundo sin poderes… cuántas veces deseé algo como eso.
—Entonces, nosotros vivimos en el Universo 3, ¿no? —preguntó Damián—. Porque Emanuel lo creó.
—Emanuel y Melisa —corrigió Junuem—, y no, ustedes no son del tercero. En el Universo 2, nació cierta chica con el poder de destruir y reconstruir la Dimensión del Espacio, es probablemente el poder más peligroso que ha surgido hasta ahora y por suerte no ha vuelto a surgir. La persona que se encargó de ponerle un fin a ella, fue la tercera Llave, Massiel Eisenhide, y él, junto con la persona que seleccionó para concederle tres deseos, crearon el Universo 3.
—Entonces vivimos en el Universo 4 —afirmé.
Pero Junuem negó con la cabeza—. No. Pero antes de eso, quiero contarles algo que pasó en el Universo 3. Massiel tuvo una infancia difícil, tenía mucha ira dentro de él, así que una forma que encontró para expulsarla, fue peleando, y es comprensible, tenía mi sangre en sus venas después de todo. —Rio ligeramente—. La cuestión es que Massiel murió durante una pelea contra un joven llamado Pavel Testa, fue un accidente, Pavel nunca quiso matar a Massiel, de hecho, tenían una relación entre rivalidad y amistad, se respetaban mucho entre ellos, por eso, cuando Massiel murió, trajo aquí a Pavel y le concedió tres deseos. El deseo más importante de Pavel, era salvar la vida de su hermano que sufría una enfermedad mortal. Dime Damián, ¿no te suena el nombre de Demian Testa?
Damián abrió los ojos con sorpresa—… ¿Mi abuelo?
Junuem asintió—. Tanto en el Universo 1 como en el 2, tu abuelo murió, así que tú nunca naciste, pero sabes… ah… ¿cómo lo explico…? El tiempo, no existe aquí, puedo ver el tiempo correr en la Dimensión del Espacio en donde ustedes viven, pero desde aquí puedo ver cualquier momento que ustedes consideran pasado y futuro, así me entero de los planes que el destino tiene para ustedes, por ello, puedo afirmar —, señaló a Damián con el dedo—, que tu madre nunca debió de embarazarse de ti.
Él la miró con sorpresa y luego negó con la cabeza—. Eso no tiene sentido.
—¡Lo mismo digo! Pero, si eres quien creo que eres y lo que buscabas era encontrarte con mi reencarnación —dijo mirándome de reojo—, entonces tiene sentido que aún no hayas nacido en el Universo 1, porque mi alma aún no reencarna ahí, y el Universo 2 fue demasiado caótico por culpa de Lucy, por ello no debiste de encontrar una oportunidad para nacer, sin embargo, en el Universo 3… el poder de Lucy nunca existió, por ello el destino tenía la guardia baja y pudiste burlarlo.
—Cuando hablas del destino, casi parece como si hablaras de alguien —comenté.
—¿Eh? Pues… sí, más o menos —, se cruzó de brazos e hizo una mueca—, explicar qué es el destino es algo difícil, tendrías que vivir lo mismo que yo para comprender cuál es mi noción de destino, pero como eso es simplemente imposible —, se encogió de hombros—, supongamos que el destino es un especie de Krymtheo, cuyo único entretenimiento es juguetear con las vidas de cualquier ser. Nunca lo he visto, pero sé que vive en la Dimensión de las Estrellas, aunque esto no es más que un presentimiento mío.
—Pero entonces, ¿quién crees que soy? —inquirió Damián con impaciencia.
—Oh, tú, mi querido amigo, pareces ser la reencarnación de un viejo amigo mío… Krymtheo. Aunque eso, ya lo sabías, ¿cierto? —afirmó mientras sonreía—. Tú solo querías que te lo confirmara. Si tú así lo hubieses querido, tú habrías nacido con absolutamente todo el poder que alguna vez tuvo Krymtheo, pero naciste como un humano ordinario, me pregunto por qué… tal vez para ti solo te bastaba reencarnar y ya.
Damián desvió la mirada—… No lo sé.
—Aun así, sin ningún aparente poder, transportaste a Dalila y a ti al árbol que plantaron sobre mi querido amigo —, palmeó el tronco del gigantesco árbol que estaba junto a nosotros—, ¿eso significa que puedes usar cualquier poder, solo que no quieres? Realmente no te entiendo.
Él soltó una risa nerviosa—. Yo tampoco, la verdad.
—O tal vez solo limitaste tu gran poder para no hacer enojar al destino —, asintió con la cabeza—, sí, debe ser eso. Verás, aunque naciste y conociste a un montón de personas, te las has arreglado para no cambiar el destino de nadie, excepto el de Dalila. En el Universo 4 hiciste que ella recuperara sus recuerdos cuando nunca debió hacerlo, es por eso que —, frunció el ceño—… algo muy malo ocurrió con ustedes dos, y Dalila creó el Universo 5 como su tercer deseo, es en ese universo en el que ustedes viven.