Al abrir mis ojos y lo primero que sentí fue un terrible dolor de cabeza. Los cerré y los volví abrir para darme cuenta que era de día y que estaba en mi cuarto. Antes de siquiera pensar en alguna cosa, se abrió la puerta de mi cuarto y por ella entró mi nana.
–Buenos días mi niña ¿Cómo te sientes?–preguntó sentándose a mi lado, puede oler su preocupación por mí. Aparte de su esencia de loba omega que es Uvas dulces y flores blancas. Siempre me ha encantado su esencia de lobo.
–Buenos días, más o menos pero no entiendo ¿qué hago aquí? Lo último que recuerdo es que estaba practicando con papá y todo se volvió negro…
–Sí, te desmayaste–contó papá recostado en el marco de la puerta–Y después te traje a tu cuarto.
–¿Por qué me desmayé? Eso nunca me había pasado–dije confundida.
–Al parecer te concéntrate tanto que la energía eléctrica comenzó a emanar de tu cuerpo como una forma de aura protectora.
Estaba en shock, eso era nuevo, no podía creer lo que mi padre me decía, nunca esto había pasado. Siempre la energía eléctrica salía como rayos, como si emanaran de mis manos paralizando a la persona que estaba cerca de mí. Y ahora está alrededor de mi cuerpo.
–¿Cómo estás? Fue muy fuerte–pregunté con preocupación por él, tuve miedo de haberlo lastimado muy fuerte.
–Estoy bien, pero está vez la descarga fue fuerte. Tanto que me lanzó lejos de ti hacia los árboles y no me he podido curar, está demorando un poco.
–Lo siento tanto papá–Me sentía triste y enojada conmigo por haber hecho eso, y más al saber que no se ha curado.
–Pero no te preocupes princesa voy a estar bien–insistió al ver mi dolor–Ya el doctor me reviso y me receto un antídoto.
–Está bien.
–Mi niña, aquí está una sopa y una pastilla para el dolor de cabeza y así te sentirás un poco mejor. También llame a la Sra. Nelson para avisarle que estás indispuesta.
–Gracias nana, tu siempre tan linda.
–De nada, ahora come y descansa un poco ¿si?–me pidió.
–Está bien–respondió.
–Si hija, descansa te veo en un rato.
–Okey–Trate de no pensar en lo que había pasado sino me iba a quedar toda la mañana dándole vueltas en mi cabeza a eso, así que comí lo que me trajo mi nana y dormí como una hora. Al despertar, me sentía un poco mejor, no se si fue por la comida de mi nana o por la siesta, me bañe y me puse un conjunto de sudadera para bajar a la cocina, a ver que estaba haciendo mi nana.
–¿Cómo estás mi niña? Ya te sientes mejor–comentó apenas me vio entrar.
–Sí, mucho mejor gracias ¿y papá?.
–Se fue a arreglar unos asuntos en cuanto a la llegada del alfa real.
–A okey, ¿vas a salir?–pregunté al ver que estaba escribiendo una lista.
–Sí, al supermercado hacen falta algunas cosas y las necesito para nuestra visita.
–Quiero acompañarla ¿si?. No tengo nada más que hacer.
–Está bien.
–Voy a ponerme las zapatillas y regreso–Cuando las dos estaban listas, salieron al jardín en busca del chófer de la familia.
–¡Hola Juan!–Aparte de ser el chofer, él también era el esposo de mi nana, Juan es un omega y su esencia de lobo es el sándalo.
Todos los lobos tienen un olor diferente, a pesar de que compartimos las esencias de los lobos. En nuestra esencia está también la de nuestros padres, el nuestro propio que es único, el del rango de nuestro lobo (alfa, gamma, beta, delta, omega y también cambia si es femenino o masculino) y el de nuestro mate si ya lo encontramos.
–Hola niña–dijo mientras subíamos a la camioneta–Hola corazón.
–Hola mi amor. Ahora ¿compro los ingredientes para hacer la sopa que tanto te gusta?–dice mi nana. Siempre me ha gustado la relación de mi nana y Juan, es una relación de respeto, amor y atenciones, ella casi siempre trata de cocinarle a Juan lo que le gusta para apapacharlo. A todos en general nos apapacha con su buen sazón en la comida. Cuando llegamos al supermercado fuimos por la carretilla para comenzar a buscar los productos de la lista.
–Vamos a comenzar por las verduras.
–Okey nanita–Después de media hora, ya íbamos por la mitad de los productos que necesitábamos. Mientras hacíamos la fila para comprar las carnes me acordé que mi cereal ya se había acabado.
–Nana voy por mi cereal, sabes que no puedo vivir sin él.
–Sí, está bien.
Estaba buscando mi cereal de fresa que tanto me encanta. Y sin querer queriendo escuché que hablaban del alfa real las chicas que estaban a un lado de mi.
–Lore, sabes que el Alfa Real Damián Ollard viene a la manada–dijo la chica de cabello castaño.
–¡No! ¿De verdad?¿Quién te lo dijo?.
–Mi primo me contó la noticia.
–Tiff, dicen que es un papasito.
–Sí, vamos a tener el placer de verlo tan siquiera de lejos ¡Ahh!.
–Pero ¿Él tiene mate?–pregunta la pelinegra a la castaña.
–No, el alfa real no tiene mate. El tiene 100 años buscándola y nunca la ha encontrado. Muchos dicen que debe estar muerta.
¡100 AÑOS! Wao es mucho tiempo para buscar a una persona ¿Cuántos años tendrá?.
–Bien por nosotras, tal vez una de las dos es su mate.
–¡AHHHHH!–gritaron las dos con euforia.
Después de escuchar eso, agarré mi cereal y fui en busca de mi nana. Desde que la encontré hasta cuando llegamos a casa, no he podido dejar de pensar en lo que dijeron esas chicas.
–Nana, ¿Cómo es el alfa real?–preguntó mientras arreglábamos las compras en la despensa.