Ojos Con Secretos

7. ESPERANZA

 

–¿Dónde está Emily?–le pregunté a Nick mientras estábamos recargados en su camioneta. Después que Damián y William se fueron, salimos de mi casa un rato para poder hablar. El Alfa Real me agrado mucho pero siento que de un momento a otro cambio, primero sonreía y hasta creo que me coqueteaba y luego…se puso serio ¡Y ME DIJO NIÑA! ¡Niña! ¡¿Pueden creerlo?! no soy una niña. Aunque bueno al lado de él, tal vez. Pero para tener 150 años se ve muy bien el viejito eh ;-). 

–La lleve a su casa, yo iba a medio camino hacia mi apartamento cuando me di cuenta que se te quedó el cel–respondió medio perdido en sus pensamientos–Adara ¿Podemos hablar de lo que pasó en la fiesta?. 

–¿Qué cosa? Lo de Alex, es un pendejo tu amigo, pobre Emily a ella le gustaba muchísimo. 

–Sí, voy a hablar con él. No entiendo qué pasó, a él también le gustaba ella. Pero eso no era lo que te quería decir. 

–Entonces ¿Qué es?.

–Quiero hablar de cómo bailamos en la fiesta–Sentí a través de su mirada, una respuesta que nunca iba a llegar. 

–Okey…–estaba un poco incómoda, y al mismo tiempo tratando de buscar en mi mente las palabras correctas, no quería que mal interpretara ese baile y que pueda tener falsas esperanzas ¡Por Dios! Es Nick, mi mejor amigo–Fue un baile normal…lo mismo de siempre, solo fue un poco más íntimo ¿No crees?...Nada más. 

–Sí…–Luego de esa respuesta se creó un silencio incómodo entre nosotros, por eso quería evitar este tema, no quería crear incomodidad entre nosotros. Nick duró unos minutos perdido en sus pensamientos antes de hacer una de las preguntas más difíciles de responder de mi vida.

–¿Cambió algo entre nosotros? ¿Sientes algo nuevo por mí?–su mirada no se separaba de la mía, atento a mi respuesta. 

–No…yo te quiero como a un hermano Nick–Pude sentir como le dolían mis palabras por su esencia–¿Y tu? ¿Qué sentiste?–trate de agarrarle la mano para reconfortarlo pero inmediatamente se alejó de mí. 

–Sí lo mismo, me tengo que ir. Tengo que hacer un trabajo de la universidad, adiós–se despidió tan rápido que no me dio tiempo de decir nada cuando su coche ya iba casi al final de mi calle. Nick nunca me saluda o se despide sin darme un beso en la coronilla. Y ahora que no lo hizo me dolió mucho, se que fue por mis palabras. Hasta pude oler un poco de enojo en él pero no quería darle falsas esperanzas, de verdad lo quiero como un hermano, nada más. Y aunque me hacía la que no notaba nada yo siempre supe que había otro cariño de parte de él, uno más romántico. 

Luego de ese desplante, entré a mi casa para ayudar a mi nana a lavar los platos. Al parecer recibieron al Alfa Real con una rica cena. 

–¿Te puedo ayudar?.

–Si, gracias mi niña. Lava los platos y yo las ollas ¿sale?.

–Está bien. 

–¿Nick ya se fue?–dice unos minutos después luego de haber terminado de lavar su parte. 

–Si–exhale fuerte, tratando de quitar la tensión de mi cuerpo. 

–¿Pelearon?–pregunta mientras guarda los últimos platos limpios en su lugar.   

–Si ¿como lo sabes?.

–Por tu carita–responde con una dulce sonrisa hacia mi, al mismo tiempo que agarra mi mentón suavemente–No estés triste mi niña, vas a ver que pronto van a arreglar sus diferencias, solo hablalo ¿si?–sus palabras y el abrazo que me dio me dan un poco de tranquilidad. 

–Si tienes razón, gracias por estar siempre conmigo cuando te necesito.

–De nada, sabes que eres la hija que nunca tuve. 

–Nana ve a dormir, yo termino de lavar los vasos que faltan. 

–Está bien mi niña, gracias. Hasta mañana. 

–Hasta mañana. 

Luego de terminar con el último cubierto, subí a mi recámara para tomar un baño con agua caliente para relajarme. Había sido un día tan extraño, primero la situación con Nick en la fiesta, después el Alfa Real con su visita que no esperaba hasta dentro de dos semanas !Pero que visita por la diosa Luna! nunca había visto a un hombre tan guapo como él. Y por último la pelea con Nick. Me sentía muy cansada y estresada, así que tomé lo primero que vi y me lo puse, me acomodé en la cama y me dormí casi inmediatamente, obvio pensando en el viejito hermoso. 

 

 

DAMIAN

Llegamos a la casa del Alfa Adrián diez minutos antes de que Adara se despertara ¿Cómo lo sé? Tengo un oído súper desarrollado, más que el de un lobo común. Ellos pueden escuchar a unos cuantos metros de distancia como mucho, mientras que mi familia y yo escuchamos como máximo un cuarto de kilómetros de distancia. Puedo escuchar desde el despacho de Adrián como la Sra. Ana cocina y habla con William o como Adara bajo de su cuarto a desayunar, aun cuando la casa es relativamente grande o que las paredes tienen aislante. 

–¿Qué podemos hacer para no tener represalias por el combate con la manada evil wolf?–dice Adrián preocupado, sacándome de mis pensamientos. 

La manada Evil Wolf es una de las más antiguas en el mundo pero también de las más problemáticas. Hace un mes, al parecer unos deltas de esa manada vinieron a robar suministros de akela. Pero eso terminó en un combate de los guerreros de las dos manadas y la muerte de algunos deltas. Ahora esa manada pide “justicia” para los deltas al consejo. Son los seres mágicos más viejos del mundo (desde lobos, vampiros, brujas, hechiceros, sirenas, hadas y más) son los que rigen las leyes y tratados para que se cumplan. Pará ellos se cometió una injusticia porque akela no ha argumentado nada a favor de ellos. 

–Sabes lo que tienes que hacer–dije harto de esta charla sin sentido–Te lo dije desde la semana pasada, la única solución es tener un juicio con el consejo y argumentar tu inocencia. 

–Sí, lo sé. Por eso te pedí que vinieras aquí, necesito otra solución, no esa. 

–Tienes que hacer eso, ya te lo dije–me levanté del sillón, exasperado con su conducta–¡Entiéndelo de una maldita vez Adrián! ¿Qué quieres? Una masacre aquí. Porque esa va a ser la solución del consejo para hacer “justicia”. ¿Quieres que maten inocentes de tu manada? ¡Dime!–exigí su respuesta enojado. 




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