Después de hacer el check-in nos indicaron nuestro lugar de espera para abordar el avión. En todo ese proceso Nick trató de hablar conmigo pero lo ignoré, esto fue la gota que derramó el vaso, ahora si se pasó de lanza. Cuando llegamos allí en lo primero que me fijé fue que Emily estaba muy acaramelada con William. Enseguida que ella se percató que estaba allí, corrió hacia mí.
–¡ADAAA! Adara de mi corazón ¿Qué crees?–dijo la lokita obviamente después de abrazarme como solo ella lo hace, osea, casi tirándome al suelo.
–¿Qué?–pregunté riéndome de lo lokita que está.
–¡Encontré a mí mate!–dice emanando felicidad pura, amor y lujuria.
–¡Enserio! ¡Felicidades! ¿Quién es?–dijo contenta por ella.
–William–comentó emanando más felicidad.
–¡Qué bien! Se ve que es un buen lobo. ¡Ay! que feliz me siento por ti–iba decir otra cosa pero William nos interrumpió.
–Hola Ada ¡Fula! Vamos, ya tenemos que subir al jet–dijo Liam a Emily después de acercarse a nosotras–Tenemos que ir a la pista de abordaje, siganme por favor–explico a todos en general.
Cada uno agarró su maleta de manos para luego caminar hacia allí, Liam nos guió hacia un hermoso jet color blanco. En donde Damián descendió vestido con una camisa negra y un pantalón del mismo color súper sencillo pero como siempre suculento, nada mal para tener 150 años. Por andar de mirona no me di cuenta que ya todos habían subido al jet.
–Adara vamos, sube–dice Damián con una hermosa sonrisa–Damelo, te ayudo–me quita el maletín de las manos con gentileza.
–Gracias–dije sonrojada por la mirada tan fija que le di hace unos momentos. El jet era muy bonito, minimalista con un toque de elegancia, los asientos tenían un tono beige muy lindo con algunos acabados en madera.
–¿Quieres sentarte conmigo?–preguntó cuando vio que buscaba un lugar vacío para sentarme.
–¡Adara te guarde un lugar al lado mío!–Gritó Nick en el primer momento que me vio, él estaba sentado casi al lado de la puerta.
–¡Nick! Ven un momento por favor–ordenó mi padre. Él estaba casi hasta el último puesto del jet. Mi mejor amigo al no ver respuesta de mi parte fue hacia mi padre no muy contento. Sinceramente lo que menos quería en este momento era sentarme con Nick.
DAMIÁN
–Sí, me encantaría sentarme contigo–respondió unos segundos después.
–Vamos, es por aquí–estábamos sentados en los primeros puestos del jet. Me gusta la privacidad de la pequeña habitación, un poco aislado de los demás.
A los dos minutos se escucha en los altavoces el discurso y órdenes del piloto para abrochar los cinturones y comenzar el despegue.
–¿Estás nerviosa?–pregunté cuando sentí que comenzó a emanar nervios y miedo.
–Sí, es la primera vez que estoy en un avión–respondió al mismo tiempo que agarraba fuertemente el reposabrazos.
–No tengas miedo, yo te voy a cuidar siempre–declaró con seguridad antes de unir la mano de la loba con la suya.
Cuando le agarré la mano me miró fijamente por un rato, como en la pista de abordaje solo que ahí emanaba lujuria. Apartó la mirada de mi hasta que el piloto indicó que ya estábamos en el aire. En ese momento se dio cuenta de que nuestras manos estaban unidas y se sonrojo. Se ve tan hermosa sonrojada, me encanta cuando está así.
–¿Cuánto va a demorar el vuelo?–preguntó retirando su mano de la mía, lo que me hizo sentir frío, como si con un solo toque de sus manos me diera serenidad, paz, tranquilidad.
–15 horas–respondí con la mirada fija en la ventana, no podía parar de mirarla.
–¡15 horas! Wao es mucho tiemp…–ella iba a decir otra cosa pero Tracy la interrumpió.
–Señor ¿Desea algo de tomar?–preguntó emanando lujuria. Tracy era una delta con muchos años a mi servicio como azafata.
–Solo un vaso con agua por favor…Adara ¿Deseas algo?–añadió al ver las miradas que la gamma le tiraba a la delta.
–También agua por favor–respondió sin mirarla y emanando unos celos que se olían a varios metros de distancia.
–Solo esto Tracy, gracias–vi las intenciones de la azafata. Seguir con este tonto coqueteo para provocar a Adara, me canse y le di una advertencia por el vínculo.
*Basta ya Tracy, déjate de juegos*
–Cómo ordene señor–dice cabizbaja antes de retirarse.
–Damian ¿De verdad tienes 150 años?–me pregunta Adara luego de estar completamente solos.
–Comenzamos con el juego de las preguntas–comenté jocoso–Sí, esa es mi edad… ¿Por qué?.
–No lo aparentas. Pensé que eras un viejito feo y sin gracia–dice burlona.
–¿Gracias?... Entonces soy un joven feo y sin gracia–todo lo que decía era tan chistoso y jovial.
–No, es que aparentas 30 años. Ya se que los lobos envejecemos super lento pero no te esperaba tan guapo–dice de nuevo sonrojada.
*–Nos considera guapos–dice Seth saltando de felicidad.
*–Hasta que te dignas en aparecer–comente molesto por su actitud tan vacilante.
*–Estoy molesto porque no la separaste de ese inepto beta y además viene con nosotros.
*–Por si no te acuerdas somos uno solo, no puedes desaparecer así porque tu quieres. Y ya te dije que no es nuestra, así que deja tu posesividad.
*No confío en ese beta cretino–rugió el lobo.
*–No comiences, basta–exigí antes de cerrar el vínculo.
–Y tú ¿Qué edad tienes?–solo lo quería saber por pura curiosidad.
–Tengo 18 años.
–¡Vaya! eres una cachorra–exclamó el Alfa sorprendido con su corta edad.
–Bueno, creo que al lado tuyo si soy muy joven–respondió todavía más sonrojada.
–¿Por qué tenías los ojos lilas siempre? Y ahora tienen un color café claro–En cuanto la vi en la zona de despegue, no pude pasar por desapercibido el color de sus ojos.