Kylie recostó su rostro en la ventana, suspirando con dificultad, sus ojos azules empezaron a cerrarse, Yevhen la observo calmado. La noche empezaba a ser cada vez más fría, las calles estaban tranquilas y casi no había nadie a las afueras de sus hogares, lo cual era sin duda extraño, ya que las noches eran el momento más concurrido, con los bares abiertos, las fiestas clandestinas y las discotecas, pero esa noche estaba todo muy tranquilo, demasiado. Yevhen observo la casa del abogado Richard Tilly, el abogado de confianza de la familia, usualmente la esposa de Richard, Norma, estaría paseando por la casa con una copa de vino en la mano y charlando con uno de los múltiples invitados a su casa, los Tilly tenían reuniones casi todos los días, pero ese día todo estaba oscuro, tranquilo.
Yevhen poco a poco detuvo el auto detrás de la casa y salió de allí, pensó que Kylie querría quedarse en el interior del auto, con la calefacción y relajándose, por eso no dijo nada cuando quiso salir. No tenía ni un pie a fuera cuando sintió una mano cálida que lo sujetaba.
— ¿A dónde vas? — Kylie se enderezo en el asiento del copiloto y paso sus manos por su rostro, limpiando la sangre —. Voy contigo.
Kylie intento ponerse de pie, pero al instante su rostro se deformo en una mueca de dolor, era obvio que estaba lastimada, no era mucho, pero el pie era una zona sensible y al estar descalza las cosas seguro empeoraban.
—No, estas herida, espérame aquí, regresare pronto — Yevhen la empujo suavemente al interior del auto, pero ella lo detuvo.
Kylie lo sujeto del cuello de su camisa mojada y lo tiro hacia ella, besándolo con fuerza. Yevhen contuvo el aliento sorprendido, esta no era su Kylie, era una Kylie salvaje, una Kylie distinta y eso le gustaba, Yevhen no recordaba cuando fue la última vez que un beso lo dejo sin aliento, pero debía admitir que le gustaba. Kylie y él se separaron, pero incluso en ese momento estaba agitado, los besos de Kylie, de esta nueva versión de Kylie lo dejaban sin aliento.
—En la salud y en la enfermedad — dijo Kylie, jadeando, sus ojos azules brillaban de manera intensa —, hasta que la muerte nos separe. No te dejare nunca, Yevhen, menos ahora que estas en peligro.
Yevhen no comprendía como alguien podía sentir tanto amor por otra persona, más aún cuando él había abusado tanto de ella, no era un secreto para nadie lo que Yevhen le hacía a Kylie a puertas cerradas, los moretones, las idas al hospital y las etapas de desaparición forzada de Kylie hablaban por si solas.
Años de maltratos, de gritos e insultos, de golpes y abusos...y aún así ella lo seguía mirando como si fuera el mejor ser humano del mundo. Los ojos de Kylie brillaban cada vez que lo miraban y su tono de voz cambiaba cada vez que decía su nombre, saboreando cada letra de su nombre.
Yevhen no la merecía.
Sin importar lo que hiciera nada borraría el pasado y el infierno que la había hecho vivir, tampoco nada borraría las lágrimas de Kylie que por tantos años había derramado.
Yevhen divago un segundo considerando sus opciones, sabía que aunque intentará dejarla en el auto Kylie encontraría la forma de salir e ir tras él, ese era un don que Kylie poseía: sin importar la distancia, siempre terminaba cerca de Yevhen.
Eso le incomodaba, quizás se debía al hecho de no haber recibido tanto cariño de niño, quizás por eso pensaba que Kylie era débil, porque demostraba su amor con todos. No es que eso fuera malo, sólo que Yevhen estaba acostumbrado a ser una bomba a punto de explotar, estaba acostumbrado a ocultarlo todo, a guardarse sus pensamientos y sentimientos para sí mismo, incluso su tristeza o felicidad eran ocultos en lo más profundo de su mente. Había aprendido a fingir emociones que ni sentía y a sellar sus deseos en el fondo de si mismo, por eso las veces que estaba solo demostraba su verdadero rostro.
Yevhen a veces se preguntaba cómo era él realmente: ¿Era el Yevhen que demostraba en público? ¿El Yevhen que estaba a solas con Kylie? ¿O el Yevhen que estaba con Micah era real? No lo sabía, era como tener tres personas viviendo en su cabeza: una era un hombre honorable y cariñoso, un empresario inteligente y bondadoso; el otro era un empresario corrupto, cruel, déspota y que disfrutaba de hacer sufrir a su prometida, humillándola en cada mínima oportunidad que tenía, ¿Por qué? Porque creía que era débil y estúpida, pero en realidad sólo se estaba desquitando de sus propios problemas, Kylie no era débil, al contrario, era más fuerte que Yevhen, quizás incluso más inteligente; y el último hombre era alguien dispuesto hacer todo por y para su familia.
Yevhen observó un segundo a Kylie y rogó que dejará de comportarse de esa manera tan especial, que volviera hacer la misma tonta de siempre, así sería más fácil divorciarse de ella y dejarla por Micah, seriamente estaba considerando no continuar con el plan.
— Está bien, vamos.
¿Has oído hablar de la culpa? Bien, eso era lo que Yevhen creía que sentía, pero ese sentimiento se desvaneció rápidamente. Sosteniendo la mano de Kylie se preguntaba las razones, motivos o circunstancias por el cual solía golpearla. No pensó mucho en ello, porque no tenía mucho remordimiento al respecto.
Si se arrepentía de algunas cosas pero... ¿Qué podía hacer? Esa era su naturaleza y era esa misma naturaleza que había enamorado a Kylie, tanto así que estaba dispuesta a desafiar a su familia por él.
Yevhen y Kylie entraron en el patio trasero de la casa de Richard, esperaba que sus dos bulldog empezaran hacer un escándalo, pero nada, ni un solo ladrido, con muchísimo sigilo saltaron la cerca que dividía la huerta de Norma del resto de la casa, Kylie se subió a la cerca y Yevhen la sostuvo con cuidado de la cintura, bajándola hasta el suelo, los ojos azules de ambos se encontraron de nuevo, pero la sola idea de que Micah le hiciera algo a Oliver provoco en Yevhen un leve odio hacia Kylie, no porque hubiera hecho algo malo, al contrario no había dejado de hacer cosas buenas desde que la conoció, aun asi Yevhen la odiaba por ser tan buena. Oliver siempre tendría prioridad, al final del día tanto Micah como Kylie eran reemplazables, pero…Oliver, Oliver no.