Capítulo 8

 “Nuestro Primer Beso”

JUNIO DE 2009

SIETE AÑOS ATRÁS

CAMILA’S POV

Si ayer tuviste un día gris, tranquila,
yo haré canciones para ver si
así consigo acerté sonreír,
si lo q quieres es huir, camina,
yo haré canciones para ver,
si así consigo fuerzas pa' vivir...
 

No tengo más motivos para darte
que este miedo que me da,
el no volver a verte, nunca más...

Creo ver la lluvia caer
en mi ventana te veo pero no está lloviendo
no es más que un reflejo de mi pensamiento,
hoy te echo de menos...
Yo sólo quiero hacerte saber
amiga estés donde estés
que si te falta el aliento yo te lo daré,
y si te sientes sola háblame,
que te estaré escuchando aunque no te pueda ver...
aunque no te pueda ver...
 

Dejé mi guitarra a un lado de mi cama mientras sentía las lágrimas correr por mis mejillas. Últimamente era normal encontrarme a mí en horas de la tarde tocando guitarra y derramando lágrimas. Había aprendido a tocar guitarra dos años atrás como un escape a mi realidad. Era una chica ciega, y mi familia creía que no me podía valer por mí misma. Me sobreprotegían en gran manera. Adoraba a mi madre, quería mucho a mi padre y a mi hermanita. Eran una familia amorosa que me había dado todas las herramientas para salir adelante, y eso era precisamente lo que ellos no entendían.

Mis padres me habían dado todo lo que necesitaba una niña ciega para ser independiente, y no una carga para las personas que las rodean. A mis quince años era capaz de ir de mi casa a la escuela sin contratiempos. Era capaz de hacer muchas cosas que posiblemente la gente creía que era imposible para alguien de mi condición. En unos meses iría finalmente a una escuela real, y no una para ciegos y mis padres se mostraban mucho más sobreprotectores conmigo. Yo quería finalmente sentirme normal y aunque sabía que sería difícil quería salir al mundo y ver la realidad. Quería poder graduarme y luego estudiar para enseñar a niños como yo. Quería dar clases y ser un ejemplo de perseverancia para que los niños que son como yo, ciegos, tuvieran una esperanza de que sí se podía lograr lo que se propusieran.

Sabía que el mundo era muy cruel con las personas diferentes. Yo escuchaba las risas y las burlas cuando iba por la calle, o cuando iba al cine con Lauren. La ironía de la gente al ver a una persona ciega entrar a “ver” una película. La gente siempre ha tenido miedo de lo que es diferente, por esa razón lo rechaza. Lo que nadie sabía es que había más potencial en mí que posiblemente en algunas chicas de mi edad que no tenían ninguna discapacidad física y no podían hacer la mitad de las cosas que yo había aprendido.

Pero muchas veces a mi alrededor habían personas que no tenían ninguna discapacidad física pero si tenían una discapacidad emocional. Era muy triste ver a personas que podían reírse del dolor de alguien. ¿Cómo alguien puede reírse o burlarse del dolor de alguien más? ¿Qué clase de mundo era este? Supongo que es el mundo real. Un mundo donde no existe la igualdad y que si una persona es diferente la humillan y la apartan como si fuera un bicho raro.

La verdad es que yo nunca había sido de las personas que prestaban mucha atención a la gente que estaba a su alrededor. Si me proponía algo lo lograba simplemente porque yo quería hacerlo. No quería que nadie me dijera que no podría lograrlo. No quería que la opinión de alguien me limitara. No existía una persona en el mundo capaz de decirme que no podía, aparte de mi misma.

La opinión de la gente me daba igual, incluso la de mi familia. Y como he aclarado antes, adoro a mi familia. Pero últimamente siento que me protegen demasiado, sé que me aman pero creo que estoy creciendo y puedo ser independiente. Ya no me considero una niña.

Siempre me he sentido tan diferente al mundo que lo único que deseo es un poco de estabilidad, que me digan que a pesar de mi ceguera puedo lograr lo que me proponga. Eso es lo que hacía Lauren conmigo. Lauren siempre había sido la persona que estaba a mi lado haciéndome sentir especial, que no había hecho jamás distinciones de mi enfermedad y que se ponía en mi lugar.

Yo hace mucho tiempo había aceptado el hecho de que jamás volvería a ver, me dolía profundamente, pero no podía hacer nada para cambiarlo. Aun recordaba ese día tan devastador donde Lauren había estado conmigo cinco años atrás, que me había cuidado toda la noche esperando que mi dolor pasara. Cada momento de mi vida que fuera memorable lo había compartido con Lauren. Ella había sido mi puerto seguro, mi estabilidad por muchos años. Pero últimamente eso había cambiado.

Habíamos crecido y con eso habían llegado las responsabilidades y algunos cambios en otros aspectos. Cerré mis ojos un momento mientras sentía como Bubby se recostaba al pie de mi cama mientras yo me quedaba apoyada en el borde escuchando la leve lluvia caer y golpear el vidrio de mi ventana. Normalmente esas horas las dedicaba a pasar tiempo con Lauren, a jugar, a reír, a cantar, a bailar y a divertirnos. Pero últimamente he sentido un cambio en ella, un cambio que se ha ido dando poco a poco estos últimos años. Su alejamiento solo es un signo de que como todo en la vida, nada puede considerarse “para siempre”. Pero para mí pensar en que Lauren no fuera un para siempre en mi vida era simplemente inaceptable.