“Nueva Vida (P.2)”
ENERO DE 2016
SEIS MESES ATRÁS
CRANDON PARK
—Hace siete años me encontré con una niña que había perdido su bastón y que abrazaba a un osito fuertemente en el jardín de mi colegio y a la que intente enseñarle los colores —empecé con emoción mientras veía las lágrimas de mi Camila llenar su rostro—. Al principio no sabía el impacto que tendría haberla encontrado en mi vida. Era tan pequeña que no podía pensar en que en ese momento cuando apenas tenía seis años estaba conociendo a la mujer que llenaría mi vida de amor. No sé cómo reducir nuestra vida a unos minutos o a un discurso. Podría hablar horas y años de lo hermosa que eres y de todo lo que hemos vivido. Pero puedo decirte aquí lo más importante de todos estos años.
<<Eres la mujer que ha compartido mi vida durante cada etapa. La que ha estado conmigo en cada paso que he dado. La que ha llenado mi vida de risas, de amor, y de color. Aun sin pretenderlo al final la persona que terminó enseñándome los colores fuiste tú. Pintaste mi vida de amor, me convertiste en una mejor persona y me enseñaste a aceptarme como soy. Estuviste conmigo en los momentos más difíciles mientras estaba descubriendo mi identidad, me amaste y me apoyaste cuando me perdí durante tres años del privilegio de tenerte amándote como lo hacía. Hemos vivido muchas cosas Camz, pero cada una se ha caracterizado por ser vivida con una cosa: Amor.
Desde que era niña amaba y veneraba a mi mejor amiga. Luego ese amor fue convirtiéndose en algo más profundo y más fuerte, me enamoré de la princesa del cuento de hadas donde se suponía que debía amar a un príncipe azul. Pero terminé apasionadamente enamorada de la princesa. Toda mi vida supe que era diferente, nadie pudo llegar a mi corazón nunca porque a los siete años una pequeña ladrona vestida de rosa me lo arrebató.
Pero ahora estoy aquí mi amor, vestida de blanco simplemente pidiéndote que ahora que no vistes de rosa, que vistes de blanco y que sigues teniendo mi corazón en tus manos, no me lo vuelvas nunca. Quiero que lo guardes y que lo cuides porque ha estado en tus manos toda mi vida. Por favor cuídalo así como yo cuidare el tuyo si me lo entregas. Venerándote cada día. Amándote como te amo con la firmeza de mis sentimientos. Jamás pude ver a alguien más que no fueras tú. La única mujer capaz de amarme por lo que yo soy, la mujer capaz con verme con los ojos de su hermoso corazón. Te amo, y te amaré eternamente.
Cada día que pase te diré lo hermosa que eres, te haré sentir mi amor en cada pequeña cosa que haga. Te amaré como lo he hecho por años, e incluso más. Voy a tomar tu mano en los momentos más difíciles y no voy a soltarte. Te describiré las noches así como siempre lo hecho tomando tu mano y haciéndote las formas.
Tomé la mano de Camila y la giré para ver su palma y en ella hice la forma de un corazón. Camila estaba sollozando y yo también pero nada de eso importaba. Escuchaba los sollozos de mis amigas, de la gente a mí alrededor pero mis ojos solo estaban enfocados en Camila.
—Aquí está mi corazón, te lo entrego así como te entrego todo de mí. Te voy a seguir siempre a donde vayas, voy a cuidarte como tu fiel guerrera toda mi vida. Voy a protegerte y me esforzaré por cumplir cada uno de tus sueños porque desde este día serán los míos. Te amo Camila, te amaré toda mi vida y prometo serte fiel eternamente. Esa es mi promesa de amor para ti. Sin importar lo que pase, sin importar lo que tengamos que enfrentar estaré siempre contigo. Te amaré con este sentimiento puro y tierno que me invade cuando estoy contigo. Quiero tener una vida hermosa a tu lado, tener muchos bebés que tengan tu hermosa sonrisa. Te amo, y siempre te amaré.
Mis palabras se cortaron mientras las lágrimas se hacían presentes. Camila se acercó a mi pegando su frente a la mía y yo suspiré de amor por ella abrazándola por la cintura.
—Desde que nací viví rodeada de oscuridad—empezó Camila a hablar mientras me abrazaba fuertemente—. Jamás he visto algo brillante, jamás he visto la luna, el sol, las estrellas o lo colores. Pensé que mi vida sería simplemente eso. Vivir en la oscuridad. Hasta que una niña rebelde y tierna me encontró una mañana de Febrero hace dieciséis años. Una niña que se convirtió en la luz que iluminaba mis días. La niña que siempre esperaba con emoción porque siempre a las tres treinta de la tarde estaba llamando a mi puerta con una nueva aventura programada para las dos. La niña que fue la primera persona que me trató como una persona normal. Te he querido toda mi vida, Lauren. Porque simplemente no conozco vida diferente a lo que tú me has mostrado a través de tus ojos—me acarició la espalda dulcemente con su voz totalmente emocionada—. He aprendido a vivir a través de tus hermosos ojos, de tus palabras y tu dulzura. Me sentía tan sola antes de conocerte, tan vacía. Pero luego apareció esa niña que llenó mi vida de aventuras, que fue el dolor de cabeza de mis padres porque siempre me metía en problemas—dijo riendo levemente y yo también reí sobre su hombro mientras la abrazaba—. Esa niña que me sacó de mi oscuridad para darme una realidad más alegre, divertida y apasionante. Esa niña que se veía películas conmigo pausando cada escena para narrarme lo que ocurría. Que cantaba cada canción conmigo mientras bailábamos tomadas de la mano en el salón de nuestras casas.