1
-¿Cómo que escaparon? –Turner no podía creer lo que escuchaba.
Él y su compañero habían sido llamados a un tiroteo que se daba a tres calles lejos de la comisaria, escucharon las sirenas de bomberos y ambulancias ir en dirección a su lugar de trabajo por lo que se extrañaron, pero aun así no regresaron hasta después de haber capturado a los causantes de la balacera.
Al regresar a la comisaria, lo primero que supieron es que sus dos sospechosos, la joven rusa y el niño maldito, habían huido en medio del jaleo que la alarma de incendios había provocado. Lo curioso es que no tenían idea de quién o qué había activado la alarma, si alguien estaba tratando de incriminar a la muchacha rusa… ayudarle a escapar ¿no sería improductivo? Había algo que no encajaba, algo estaba escapándoseles.
-Se fueron en una ambulancia y….-Markov Duncan guardó silencio.
-¿Qué? –Wells lo miró fijamente- ¿Qué ocurrió?
-El Dr. Wong… Mataron al psicólogo –Soltó finalmente.
Philip se quedó con la boca abierta, sintiendo una opresión en el pecho. Su moreno compañero, que era consciente de la relación entre ambos se acercó con intenciones de abrazarlo o decirle que lo lamentaba. Era su culpa ¿verdad? Él había insistido en traer al hombre para analizar a ese niño, era su culpa que el pobre sujeto hubiera corrido con esa suerte.
-Phil yo…-
Wells negó, alejándose.
-Nada, Dante, tenemos que enfocarnos en buscar a nuestros sospechosos –Lo cortó el rubio, yendo con uno de los paramédicos a los que les habían robado la ambulancia.
-Conseguí la orden para registrar la casa –Añadió Duncan, a lo que Turner solo asintió.
-Mañana en la mañana iremos -Contesto observando a la distancia a Wells, quería dejarle esta noche para él mismo, sabía que la muerte de Wong le dolería más de lo que se permitiría admitir- El mocoso es inteligente, no volvería a la casa.
¿Quién había incriminado a Katrina Petrova? ¿Quién los había ayudado a escapar? ¿Se trataría de la misma persona? Y si era así ¿entonces que buscaba al liberarlos?
2
-¿Tienes frío? –Preguntó la rubia al niño que caminaba a su lado por la desértica calle de aquel barrio tan familiar para ella.
Oliver negó, mirando de reojo las esposas en las muñecas de la chica. No estaba muy seguro de a dónde iban o como explicarían su apariencia en ese instante, ella esposada y él manchado con sangre, era una suerte que ya fuera de noche por lo que no se notaba demasiado a menos que te acercaras lo suficiente.
-¿No te duele?
-Sí, sí duele, pero puedo soportarlo hasta llegar a casa de Sia –Respondió ella mientras continuaba caminando.
¿Sia? ¿Ese no era el diminutivo de Alessia? Oh, diablos, irían a casa de la hermana menor de Katrina.
-Reina mía, no creo que sea conveniente ir con ella –
-Cariño, debemos ir con ella, solo esta noche, Sia no dirá nada, soy su hermana –
-Pero no creo que le demos la mejor impresión en este momento –Alegó el chiquillo, poco a poco empezaba a ver las únicas luces encendidas en la cuadra.
-Confía en mí, pequeño, todo estará bien. No dejaré que te hagan daño – “Ni que te separen de mi”.
No dijeron nada más hasta llegar a esa casa iluminada y como pudo la muchacha tocó el timbre.
-¿Quién e…? ¡Trina! ¡Oh por dios que les…! –Alessia lucía sorprendida y preocupada al verlos así, pero su hermana mayor la cortó.
-Por favor, Sia, déjanos pasar y te explicaré –
La menor no dudó en apartarse para dejar paso a ambos.
-¡¿Estas herido?!
El niño negó y le echó una mirada a Katrina para que ella se ocupara de explicar la situación en lo que él iba a limpiarse la asquerosa sangre de las manos, pues esta estaba secándose y tornándose pegajosa.
-Bueno… Siéntate y mantén la calma, por favor, te explicaré lo que pasó –Suspiró la rubia mayor, haciéndole señas al mocoso de donde se encuentra el baño antes de ir a la sala con su hermana.
Por otro lado, Oliver vagaba entre sus pensamientos mientras refregaba la sangre seca de sus manos, le estaba costando un poco, pero a su mente vino la que, a todas luces, era la culpable de quien había incriminado a Katrina. Claro, aquella mocosa no podía actuar de frente porque la tenía amenazada pero si estaba tan resentida como creía seguramente lo había hecho.
Editado: 08.05.2019