Chapter Five: De títeres y muñecas

1

Luego de que Edith Pritzker tuviera una casi larga conversacion con su hijo, que mas bien podria llamarse interrogatorio, el misterio se dio por cerrado e inconcluso, pues Oliver insistia en que habia sido Luca pero su madre no le creía.

"Nunca me creen" Pensó recostado en su cama, mirando al techo.

-No me digas que estas llorando... ¿estas triste? -Wally estaba recostado junto a él.- Luca pudo haberte matado si yo lo hubiera querido.

-Yo no lloro. Lo veo completamente innesesario y no comprendo porque la gente lo hace -Respondio de forma seca.

-Eres valiente o estupido, no se cual me convence mas -

-Te equivocas con ambas, simplemente no me importa lo que me hagan. No me afecta -

-Liver ¿como te encuentras? -Katrina asomó su cabeza.

Oliver miró a la chica, sentandose como indio.

-Estoy perfecto, señorita Petrova. No se preocupe -Y le dio una pequeña sonrisa para afirmarlo.

-¿No podemos jugar con ella? -

El niño negó disimuladamente. Entonces ella ingresó a la habitacion, tomando asiento junto a él.

-¿Hay algo que quieras decirme, pequeño? -

Oliver no comprendia el afecto que ella le tenia ¿tan ingenua era? Bah, que mas daba. Vió a Luca alzar el indice y llevarlo hacia sus labios, una señal de silencio.

-Muy bien... Estuve pensando que hoy podriamos tomar una clase al aire libre. Tu madre ya me dio permiso, dijo que te haria bien algo de aire fresco. -Y nuevamente ahi estaba la caricia en su cabello- A menos que prefieras quedarte encerrado en casa, solo era una sugerencia.

-Si quiero, es decir... seria bueno ir al parque, asi si tomamos un receso podria jugar un rato.. -Asintio el pequeño.

-Venga entonces -Katrina sonrió emocionada, pues seria la primera vez en dos años que llevaria a Oliver a tener una clase al aire libre.

Quiza no debio confiarse tanto.

2

Definitivamente habia sido una mala idea, una muy mala idea. Oliver miraba a su alrededor, sin comprender donde rayos habia terminado al alejarse de Katrina que habia ido por unos helados.

¿Asustado? No, él no estaba asustado, era lo que debia sentir, era lo normal que cualquier chico de su edad sentiria a perderse pero él no lograba sentir eso.

Eso le hizo pensar en la platica que oyó de la psicologa escolar con su madre, antes de que esta ultima decidiera sacarlo de la escuela y comenzara a aprender en casa.

"-No podria asegurarlo... -La mujer se ajustó esos lentes de marco morado palido- Pero considero que su hijo deberia venir mas seguido.. No es normal que resulte tan escaso de emociones, muchas maestras me han comentado que no socializa con los demas niños, ni quiere jugar con ellos... Hasta le han visto hablar solo una vez -

Él, sentado junto a su madre, escuchando lo que la mujer decia, simplemente se quedo en silencio, indiferente a lo que dijeran. Él simplemente era asi. Siempre habia sido asi. No lo veia como algo malo.

-¿Usted esta tratando de decirme que mi hijo esta loco? -Y Edith habia mirado con el ceño fruncido a la psicologa.

El pequeño habia mirado a ambas, y definitivamente su madre se veia mas amenazadora e imponente que la Dr. Powell.

-No, no trato de decir eso -Parecio vacilar, como dudando que decir para expresar la verdad sin que la mujer frente a ella pareciera querer sacarle los ojos por "difamar a su bebé".- Es solo que su comportamiento no es el de un niño normal de su edad.

-¿Y porque es diferente quiere que Oliver asista a sesiones con usted? -La elegante castaña tomó la mano de su hijo para despues levantarse, obligandolo a levantarse tambien- Él no tiene nada, es solo una etapa como cualquier otra. Oliver es un niño esplendido, no comprendo porque usted dice tales cosas.

-Su hijo podria padecer de psicopatía -Casi murmuró la psicologa, y entonces si, la indignacion completa se encendio en la otra."

Recordaba que su madre se habia enfadado muchisimo con la Dr. Powell, e incluso habia amenazado con demandarla, se habia negado a escuchar algun otro argumento que esta tuviera y simplemente lo habia sacado de la escuela.

No le dio tiempo a la psicologa de contarle que él habia atacado a una de sus compañeras con una pluma de afilada punta, segun el niño por diversion para ver si le dolia.

Caminó un poco entre los arboles, tarareando una cancion que habia oido en una de esas ridiculas peliculas infantiles que su madre le hacia ver de vez en cuando. Aunque admitia que muy en el fondo quiza no le parecian del todo tontas... y las canciones eran pegadizas.

Dio unos toquecitos a la corteza del arbol y se sentó en sus raices, dispuesto a esperar que su maestra le encontrara. Recuerda que habian pasado unos meses desde que habia salido de la escuela, cuando Katrina apareció un dia a su puerta, diciendo que habia venido por el anuncio del periodico.

En ese entonces era recien graduada y tenia horarios flexibles puesto que no tenia mucha vida social segun las bromas que ella hacia.