1
Katrina no despertó por el sonido de pajaros cantando o el sol asomandose por su ventana, pues habia cerrado las cortinas, sino por el ladrido algo agudo de un perro pequeño.
Ligeramente sobresaltada se levantó, sentandose en la cama para mirar al cachorro doberman ladrandole a los pies de esta. ¿Como diablos habia entrado? Esa fue la primera pregunta que se planteó hasta que sintio un brazo abrazando su cintura, entonces se quedo quieta, congelada.
Tenia miedo de mirar a su lado pero lo hizo, casi soltó un chillido al ver a Oliver, alli recostado a su lado, abrazandola y durmiendo placidamente.
"Estoy muerta" Penso espantada al verlo ahi. ¿En que momento se habia metido que ni lo habia oido entrar? Oh, jodida mierda, debia dejar de dormir tan profundo.
-¡Oli! -Lo que le faltaba, la voz de Edith buscandolo seguramente para despedirse puesto que ese dia viajaria a algun lugar del caribe, Katrina no sabia donde ni le importaba.
La rubia volvio a mirar al niño y lo movio suavemente, causando que este gruñera bajo en protesta, le causo ternura pero no era el momento.
-Liver, Liver, por favor, despierta -Susurró moviendolo un poco mas fuerte.- Despierta -
Poco a poco los ojos del chico se abrieron y se quedó mirando a Katrina con expresion somnolienta, hasta que recordó que se habia metido en la cama de ella en medio de la noche, entonces se despertó completamente y la miró sin expresion.
-Tu madre estaba buscandote, sera mejor que no te encuentre aqui -Explicó la joven, mirando al pequeño.
Oliver bostezó y la libero de su agarre, estirandose, tomandose todo el tiempo del mundo (según Katrina, que estaba aterrada de que la señora Pritzker encontrara a su hijo alli) hasta que tranquilamente se sentó, dio una pequeña y fugaz caricia al rostro de Katrina, antes de bajar e irse sigilosamente.
Ella prefirio no pensar en ello. Se levantó estirandose con cuidado, pues el hombro estaba sanando pero aun le dolia un poco a veces, y dirigiendose al baño.
Edith se mostró aliviada al ver a su hijo dirigiendose hacia ella e hizo lo que cualquier madre digna de avergonzar a sus hijos haria... Lo alzo abrazandolo como si fuera un peluche de oso y le dio un sonoro beso en la mejilla, dejandoselo marcado debido al lapiz labial carmín que siempre usaba.
El niño disimulo lo mejor que pudo la mueca de asco ante ese acto. No era afectuoso y no le gustaba que lo fueran, pero a veces debia soportarlo.
-Al menos me acompañaras al aeropuerto ¿verdad? -Ella casi parecia suplicarle a su bebé, pues en realidad no queria separarse de él pero tampoco queria hacerlo enojar al llevarselo a la fuerza con ella.
-Esta bien, madre, pero solo eso y regresare a casa -Dijo con tono monotono.
-Ow, mi pequeño, voy a extrañarte tanto -Lo continuo abrazando un rato mas.
Adrien solo miraba a ambos con una sonrisa, disimulando su fastidio.
Katrina bajó momentos despues.
-Querida -Saludo con una sonrisa muy bien disimulada, Edith.
Adrien podia sentir la tension que habia en el aire.
2
Una vez que ambos regresaron a la mansion luego de haber dejado a Edith y Adrien en el aeropuerto, Oliver habló.
-¿En que tanto piensas, Katrina? -Pregunto inexpresivamente, tipico de él.
"Pues nada, en que deberia buscarme un novio o quiza alejarme de ti, mocoso" pensaba ella ironicamente.
-Nada realmente... -Respondio al final.
El cachorro doberman llegó corriendo a recibirlos, primero les ladró e intento morder a Oliver, pero para sorpresa de la joven, el niño sonrio tomando al cachorro en brazos y acariciandole la cabeza.
Por alguna razon sentia que ese perro le caia mejor que sus otras mascotas, las cuales se preguntaba Katrina que habria pasado con ellas, puesto que nadie le habia dicho nada.
-¿Le has puesto nombre ya? -Pregunto la chica viendolo.
-Mmm... he estado pensando en eso, pero no se me ocurre algun buen nombre que encaje para una criatura como él -Alegó.
-Tal vez algun nombre de personaje historico.. Sé que te gustan o tal vez de la mitologia.. -Miro al canino unos minutos- ¿Que tal Anubis? -
Liver la miró a ella, analizando la sugerencia y luego miró a su perro sonriendo al haber encontrado el nombre perfecto.
-Creo que le pondre Cerbero -Comentó a su maestra.
-¿Cerbero? ¿Como el mitologico animal de tres cabezas que custodiaban el inframundo, fieles sirvientes de Hades? -Cuestionó curiosa.
-Exactamente - "El perro del dios/rey del inframundo" pensó Oliver.
-Esta bien... ¿tienes hambre, pequeño? Puedo decirle a Luz que nos prepare algo o yo misma hacerlo -Ofreció la muchacha con el acento resonando en cada "r".
-Tengo un plan para estos dias, espero que te guste jugar, Katrina -Él ignoro su pregunta, diciendole otra cosa.
La rusa se mostró confundida.
-¿Jugar? ¿A que quieres jugar, Liver? -Pregunto extrañada, eran pocas las ocasiones en el que el pelinegro decidia jugar.
-Esta noche, quiero que juegues a ser mi dama -Contestó, viendo la expresion de sorpresa de la mayor.- Podras tomar la ropa que desees de mi madre, no se dara cuenta -Agito la mano quitandole importancia- Quiero que cenes conmigo esta noche.
Editado: 08.05.2019