Oliver: Inocencia maldita

Chapter Eight: Un niño inocente

1

Para cuando Oliver fue regresado a su casa, todo se veía como si nada hubiera sucedido, no había ni rastro de lo que había pasado. Notaba un ambiente raro entre su madre y su tío pero asumió que era porque estaban peleados.

Buscó con la mirada a su fiel Cerbero. Su guardián.

-¿Donde esta? -Dijo con voz demandante a ambos adultos, la mirada fría clavada en ellos.

Adrien quería darle un buen golpe a ese chico prepotente que le ordenaba como si tuviera algún derecho sobre él. Pero miró de reojo a Edith, ella parecía sumisa al carácter de su hijo.

Ella se dejaba manipular.

-Esta en tu habitación, querido, es que.. Cerbero mordió a Adrien y... tuvimos que encerrarlo para poder limpiar -Contesto suavemente.

Oliver sonrió con burla a su tío. Oh, que buen perro. Definitivamente se quedaría con Cerbero.

-Muy bien -

Fue lo único que dijo para luego irse a su habitación siendo recibido por su fiel guardián que parecía mas calmado al verlo, lo olfateó completamente. Oliver sabia que era natural eso, pues solo estaba revisándolo.

-Eres muy bueno, Cerbero, no te juzgo, eres pequeño pero puedes hacer cosas grandes -Acaricio entre sus orejas, el perro movió la cola.

-¿Volviste de tu paseito con la chica esa? -Wally lo observaba tranquilamente sentado en la cama.

Demasiado tranquilo.

-Me enorgullecesOliver. -Mencionó Luca con una sonrisa siniestra, su cabello negro apenas dejaba a la vista un ojo y una porción de la boca pero Oliver conocia perfectamente el caracter de cada uno de ellos.

Se volteó hacia Tucker que no había dicho absolutamente nada. Este parecía medio perdido.

-¿Tuck? -El pelinegro lo llamó, causando que este girara la cabeza y los huesos rotos de su cuello tronaran.

-A mi me agradaba Luz -Soltó sin expresion.- Hacia pasteles bonitos

Pritzker se extrañó ante la declaración de su amigo. Nunca ninguno solía mostrar compasión alguna por los animales que él asesinaba. ¿Que diferenciaba a esa mujer de los animalitos? Eran igual de ingenuos y estúpidos en su opinión.

Por algún extraño motivo no recordaba el haberla matado aunque sabia que lo había hecho, pero si recordaba que no le dio tiempo a que intentara defenderse, no debía, sino su presa escaparía.

Cuando Katrina lo dejo en la puerta esa noche, él se despidió rápidamente y sin darle tiempo a replicar nada entro a la casa. No tenia ganas de soportar sus preguntas. Sentía casi fastidiante el que ella no sospechara absolutamente nada. Le gustaba la adrenalina que sentía cuando lo descubrían pero él actuaba como si no hubiera hecho absolutamente nada. Él era inocente pero era un manipulador.

Que todo estuviera tan perfecto le dejaba una especie de mal sabor en la boca, quería que alguien sospechara, que alguien intentara retarlo. Quizá por eso dejo de molestar a Adrien, porque este había dejado de retarlo... eso y la supuesta "tregua" que había entre ambos.

Liver miró a su alrededor dándose cuenta de que sus amigos ya habían desaparecido y que estaba solo con Cerbero de nuevo. Se había perdido en su mente por un momento.

Se recostó en su cama, sin quitarse los zapatos ni cambiarse la ropa. Palmeó una porción de la cama a su lado y Cerbero subió de un salto, echándose junto a su amo, mirando alerta la puerta.

-Dormire un poco, Cerbero, que nadie entre -Murmuro el niño para luego cerrar los ojos, quedándose dormido al poco tiempo.

2

"-Oh, Katrina, que linda estas hoy -El chico alagó con las manos cruzadas tras la espalda.

Ella lo observó desconcertada por un momento y luego se sorprendio. Era Oliver. Su Oliver.

-¿Me permite esta pieza, mi preciosa dama? -Él se inclino ligeramente, en una reverencia extendiendo una mano hacia ella.

Ella aun estaba impactada, su corazon latia muy fuerte. Este Oliver se veia mayor al que conoce, quiza unos dieciocho años o por ahi. Él le entregaba una sonrisa pícara y su cabello negro estaba algo despeinado, pero que bien le quedaba el despeinado, aunque estaba vestido con un traje gris que le sentaba perfecto.

Por Dios, que se moria de ganas de tomarle una foto y guardarla para siempre.

-¿Querida? -Ella parpadeó tomandole la mano y él la sacó a la pista.

Habia mucha gente alrededor y ella acababa de darse cuenta. Parecia una especie de fiesta, una elegante como las que a veces solia dar Edith. Ella misma llevaba un vestido rojo precioso, el mismo que habia usado para cenar con Oliver si no mal recordaba.



#578 en Thriller
#272 en Misterio
#193 en Suspenso

En el texto hay: fantasmas, psicopata, demonio

Editado: 08.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.