1
Adrien se miró al espejo, acomodándose la corbata del traje, asegurándose de estar perfecto. Ese día iría a visitar a Edith a la empresa, quería darle una sorpresa a su amada.
Si, él sabia que ella estaba un poco trastornada ¿como no hacerlo con alguien como Oliver conviviendo contigo?, pero aun así la amaba y estaba seguro de que ella se alegraría, él estaba seguro de que podría mantenerla de su lado, que con su amor la convencería de que dejara que trataran a Oliver... si es que era tratable lo que el mocoso parecía padecer.
Si, definitivamente ese niño no estaba bien de la cabeza. Tal vez él tampoco lo estaba por amar a una mujer a la que parecía no importarle.
"Los oficiales Wells y Turner caminaron tras Adrien a la sala, donde les ofreció tomar asiento. Oliver no se quedó atrás y se sentó cerca de ellos, con Cerbero echado a sus pies.
A Wells le pareció curioso el como la escena le recordaba a esos cuadros antiguos de grandes aristócratas en los que aparecían de esa forma. Sentados imponentemente en un sillón lujoso y, a simple vista, cómodo, con un animal a sus pies o una mujer a su lado, una fiel seguidora igual de poderosa pero obediente. ¿Encajaría Edith Pritzker al lado del niño de esa forma? Sacudió la cabeza cuando extraños pensamientos cruzaron su mente.
-Muy bien, he de suponer que están aqui por la desaparición de Luz -Argumentó Adrien, con un tono un tanto extraño al mencionar la palabra "desaparición".
Oliver apretaba los dientes con disimulo. "Maldito seas si te atreves a delatarme" pensaba observando con fijeza al adulto.
-Exactamente por eso estamos aqui, señor Pritzker...-El hombre interrumpió al oficial.
-Adrien, dígame Adrien, el señor Pritzker era mi hermano, que Dios lo tenga en su gloria -Argumentó con una sonrisa.
Turner asintió sacando una libreta, mientras que Wells volvio a observar al hombre frente a ellos.
-Bueno... Adrien -El moreno hizo énfasis en el nombre, a lo que el pelinegro mayor asintió- ¿Como era su trato hacia la señorita Cáceres? -Comenzó el cuestionamiento.
-Bueno, yo la trataba bien, después de todo era como de la familia. Ella adoraba a Edith -Contestó con total despreocupación. Tecnicamente no mentía, él la trataba bien pero por alguna razón parecía no caerle bien a la mujer.
-Uhmm... ¿sabe si la señorita Edith la trataba bien? -
Adrien casi sonreir con ironía, pero se contuvo. No podía delatar al mocoso sin hacer caer a Edith, debía ver la manera de arrojarlo al fuego sin perjudicarla a ella.
-Si, Edith tambien quería mucho a Luz -Asintió el hombre.- Era como una madre para ella..-
Oliver quiso reír con burla ante aquello. Una madre, ja. Si, claro. El niño sabia perfectamente que su madre solo lo valoraba a él, incluso Adrien era solo un pasatiempo, una herramienta mas, para que su caballo no se sintiera tan solo.
Hombre y niño cruzaron miradas, una azulina con un gesto de burla, mientras que la otra era zafiro determinado. Wells no dejó pasar desapercibido ese cruce."
Se miró una vez mas al espejo y salió de la mansión, dirigiéndose a su auto.
2
Oliver contempló desde la ventana como su tío se iba. Se pregunto momentáneamente como se verían sus restos disecados. No había intentado algo así antes, tal vez debería practicar primero.
Al ver el auto partir, se alejo del cristal y caminó hasta donde Cerbero permanecía acostado. Miró al animal, no le importaba demasiado, pero le agradaba en algún punto. ¿Seria capaz de hacerle daño a Cerbero? La respuesta era simple, si, lo era. Pero no lo haría, no aun.
Decidió que mejor daría una vuelta por la casa, no le gustaba mucho la oscuridad que había últimamente y ese silencio perturbador, sentía que sus amigos estaban más al acecho que antes. Quizá era su imaginación, pero parecían aparecerse mas seguido desde que asesinó a Luz.
Escuchó el rechinido de una puerta mientras caminaba por el segundo piso y se detuvo, girandose hacia la misma. Aquella habitación parecía estar abandonada, pero él era curioso y no sentía miedo alguno, por lo que se adentró en ella para investigar.
Editado: 08.05.2019