— Señor, con mi hija no se meta y le pido que nos respete — dice ella intentando calmar su furia, pero pensó que no debe ser altanera hacia ellos porque perdería su trabajo, cayó en el juego de su jefe.
— ¿Crees que soy estúpido? Las mujeres como tú buscan dinero y quieren tener padres para sus bastardos — las palabras del abuelo hacen enfurecer a Robert.
— ¡Abuelo!, al menos date la oportunidad de conocerla, no la juzgues y a mi hija la respetas — Robert habla con firmeza, estaba ofendido por aquellas palabras, aunque era actuación.
Lucía, clavó una mirada amenazadora hacia Orlando por todo lo que estaba diciendo.
— Robert, tenemos que hablar — a Pedro no le agradaba la situación que se está presentando —ahora.
— No, padre, lo que tengas para decir, hazlo delante de mi esposa.
— No le prestes atención a tu abuelo, estoy superfeliz porque soy bisabuela y quiero abrazar a mi nieta —Lucia no puede describir la emoción que tiene — ¿dijiste que te llamabas Olivia? Eres preciosa — la abuela la envuelve entre sus brazos.
El padre de Robert no quiere hablar más del tema hasta reunirse con su hijo a solas. Quería evitar malentendidos, pero algo en esta situación no lo convencía, ya que había algo que no estaba bien y saber ¿qué pasó entre él y Sofía?, Olivia no le cayó bien.
— Hijo, ¿dónde está tu prometida Sofía? — dice Pedro.
— Estás viendo que tu hija decidió cambiar a Sofi, por esta mujer desaliñada — con amargura habla Orlando.
Robert se queda frío ante esa pregunta y aprieta la mano de Olivia. Le daba pena tener que hablar de sus asuntos personales delante de ella, pero él empezó con esta obra y decidió no callar.
— Sabes, mejor pregúntale a ella, ¿qué pasó? —Y lo único que te diré es que no preguntes más, todo acabó hace tiempo y ahora tengo mi pareja — su alma sintió que ardía de ira, ella lo había traicionado de una manera más que existe porque abortó a su hijo y no quería darles esa mala noticia.
Olivia estaba molesta, incómoda y quería marcharse hacia su pequeña hija que la estaba esperando. Dice que ya se debe retirar del lugar porque tiene un asunto pendiente que atender.
— ¿Podemos ir contigo? Quiero conocer a mi pequeña — dice Sonia con euforia.
— Tranquila, deben de estar cansados ... Después la conocerá — ve a Robert y le hace gestos para poder irse.
No habían caído en cuenta de que Charlot tiene un pequeño parecido a Robert, a pesar de no ser su hija.
— ¿Cómo crees que vamos a esperar, también, estoy ansiosa de conocer a mi nieta? — Sonia, presiona a la madre para que la lleve con ella.
— Madre, la conocerás después de la cena porque quiero que veas lo hermosa que está en este momento — Robert trata de mantener la calma, sabe que Olivia explotará en cualquier momento — ahora nos tenemos que ir con urgencia.
— No lleves a esa bastarda, no me interesa conocerla — fulmina el abuelo.
Robert y Olivia lo miran con ira, los dos se van casi corriendo y los demás se quedan sorprendidos con la reacción de Robert.