El día siguiente, Robert, Olivia y la pequeña Charlot estaban en el centro comercial de compras.
— Señor, le dije que no necesitábamos nada.
— No mientas, tu hija necesita mucho más — espeso mirando a los ojos de Olivia.
— Qué estúpida soy — murmura abrazando a su pequeña.
Él se sintió como la peor de las basuras al utilizar a una madre soltera y su hija, aun sabiendo sobre su situación económica que le sirvió para aprovecharse de ellos.
— Primero, busquemos ropa para ti — Robert ya se la imaginaba con un hermoso vestido con descubierto la espalda — vamos a esta tienda.
Olivia se sentía tan humillada, mala madre, su estado de ánimo está por el suelo y solo podía mirar a su bebé que reía ante los gestos de su jefe.
Pasaron 2 horas, Robert la hizo medir infinidad de cosas, tanto que ella estaba llena de bolsas de los mejores almacenes con ropa, zapato y maquillaje, esto la hacía avergonzar porque no era parte del trato. Ahora, sigue el turno para Charlot.
— Robert, espere — se sentía tan insignificante porque era ella quien debía darse esos gustos y principalmente a su hija — Mi hija no necesita nada porque esas compras las debo hacer yo.
— Tonta, solo déjate ayudar — él ríe tiernamente, mientras carga a Charlot.
— Señor… — es interrumpida.
— Escúchame, hago esto porque es parte del trato y, principalmente, por tu hija — no la mira a la cara cuando dice esto.
— ¿Cómo?
— Sí, trabajas mucho y pude ver muchas cosas de ti, creo que se lo merecen — se sonroja al decirlo.
— No tiene por qué sentir lástima, le he dado todo lo que puedo a mi hija — siente un mar de emociones.
— Mujer, no es lástima, ni mucho menos
Olivia lo mira confundida al escuchar aquellas palabras en tono de voz muy sereno.
— Te admiro, de verdad. No sé qué te ha pasado en la vida ni te conozco mucho, pero eres una gran madre y todos sacrificios que haces por tu bebé — Robert mira a la pequeña Charlot con dulzura.
— ¡Eh! — ella queda muda ante su sinceridad y se sonroja.
— Me estoy aprovechando de ti y no lo negaré, pero me satisface ayudar a este angelito del cielo que merece lo mejor del mundo — Charlot se ríe al verlo.
— Cierto, princesa
Un silencio los invadió, sin embargo, no fue incómodo. Olivia pensaba en que su vida sería diferente, al tener una pareja como Robert.
— Lo hago por ella porque merece lo mejor, por otro lado, no me justifico por dejar que uses a mi hija.
— Soy una basura, ¿cierto? — Robert le regresa a la bebé y se va al baño, quería llorar puesto que recordaba a Sofía y el día en que se dio cuenta del aborto.
Después de unos minutos, regresa con el rostro mojado y sus ojos expresaban tristeza profunda.
— ¿Le sucede algo?
— No, sigamos por favor
— Mira, es MiGocco
— No, eso cuesta mucho dinero — ella abre los ojos con preocupación
— ¿y? Yo quiero que use esa marca, se lo merece — dice él mientras van ingresando al lugar — Que hermosos vestidos, le quedaran perfectos.
Olivia estaba a punto de un colapso al ver que Robert se llevó medio almacén y siguió con otros más; compro dos coches, una cuna grande, etc., para adornar la habitación de bebe y demás.