— Bueno, es hora de ir a casa para que se alisten — Robert se vea contento, la idea de tener una familia le agradaba.
— jefe — es interrumpida
— Robert, recuerda que somos una pareja falsa y mi familia lo debe creer.
— Aja, Robert quería agradecerte por todos los regalos de hoy — ella se sonroja y mira al detalle su rostro — nunca le había tenido tantas cosas hermosas para mi hija.
— Tranquila, todo lo que has dado es hermoso porque es esfuerzo de trabajo duro
Olivia se sonroja tanto que no es capaz de mirarlo y él tiene sensación indescriptible. Llegan al apartamento de ella, son tantas cosas, compraron que deben hacer varios ibas al auto y al taxi donde trajeron todo.
— Oye, luego arreglamos este lugar — dice él secando el sudor de la frente, mientras ella lo mira de una manera diferente.
— Vale
— Recuerda la cena de esta noche, las recogeré a las 7 pm — se despide con apuro.
Ella queda sola con su bebé rodeada por muchas bolsas de compras y se siente tan bien, ya que tenía mucho tiempo sin tener muchas cosas nuevas y su alegría era aún más porque Charlot tenía de todo. Decidió dormir un rato antes de empezar a arreglarse.
Una hora y media, pues, se levanta de su letargo sueño para empezar a vestir a la bebé.
— Está deliciosa el agua, mi vida — ella le habla con tanta dulzura al ver ese rostro angelical que le trae paz absoluta.
Charlot juega con el agua y sus patitos de juguetes en la tina, repitiendo ¡má! Y grita de alegría; el corazón de Olivia se regocijaba tanto que no podía contenerlo en su pecho. Luego, la vistió con el vestido más hermoso que había visto de color rosa y a su hija le quedaba espectacular, le coloca unas candongas de oro que tiene diamantes y su cadena.
— Pareces una reina, mi niña, mi dulcecito — la abraza con un poco de fuerza y la besa en las mejillas, Charlot está feliz.
— Bueno, ahora sigo yo, veamos qué milagro hago esta vez — se va a duchar con rapidez debido a que la bebé quedo en la cuna.
Se colocó un vestido corto a la rodilla de color beige, con un cinturón en la cintura y descotado, además se coloca el collar y pulsera pequeño de diamantes que le regalo Robert. Su maquillaje fue suave, su cabello lo deja suelto, hace unas hondas en él y se coloca un broche que la hizo ver como una dama de sociedad según lo que murmuraba ella.
Llega la hora, Robert pasa por ellas y se sorprende al ver como ambas están hermosas.
— ¡woo! Qué hermosas — sus ojos brillan ante esas bellezas.
— ¡Eh! Gracias, tú también te vez muy bien — se sonroja y Charlot pasa sus brazos inmediatamente hacia él.
— Olivia, te ves tan hermosa — la mira con deseo y a la vez admirando esa majestuosa mujer.
Ella lo observa y se queda impactada, lo bello que se ve ese hombre que se estaba aprovechando, pero se sentía muy cómoda.
— Bueno, vamos y de verdad no me alcanzará esta vida para agradecerte
— Note preocupes — la mirada entre ellos se pone un poco candente.
— Hermosa princesa, tú eres la más hermosa — Charlot se ríe e intenta comer su cura.