Se acerca lentamente hacia el rostro de Robert, colocando una mano sobre su pecho y tirando hacia adelante ligeramente de su cabello para que la mire a ella y esos ojos que buscan con desesperación ser correspondido con el deseo.
Rozo sus labios contra los suyos, además de jugar con la lengua húmeda y sedienta tomando el poder de su boca.
Olivia, cierro los ojos con fuerza, mientras él se mueve con cuidado hasta la parte baja de mi espalda y lentamente sujeta sus nalgas con fuerza, el cuerpo se tensa con frenética anticipación y emoción. Inserta un dedo dentro de mi boca y lo hace girar lentamente como si fuera otra cosa.
— ¡Qué lindo es! No puedo evitar gemir – palabras que encienden un más a Robert.
— No, estás en tus sentidos – Robert la aleja con delicadeza y se retira de la habitación.
— Cobarde – dice Olivia le trata de discutir, pero él no accede.
Esa noche duerme en una habitación e invitados con el deseo de poseer a esa mujer, recordando como esa camisa resaltaba esa espectacular figura femenina y delicada. Soñó con ella, ese deseo se volvió realidad en su mente, tanto despertó erecto y corrido.
En su sueño, Olivia gemía sin pensar que era demasiado exagerada cada vez que la embestía con más fuerza y ella movía su trasero buscando más intensidad, pero entonces ya no será la sumisa, la tranquila y la normal que él pensaba. Era mucho más, deseaba saber que lo desea, que disfruta del sexo y su deseo de que grite de placer, que gima cuando está húmeda.
Al siguiente día, se despierta corrido del sueño fantasioso que tuvo con Olivia y pensar que por un instante pudo ser realidad por unos instantes.
— Buenos días, familia
— Buenos días, responden todos — sus padres y abuelos sabían del desmadre que hicieron.
— Olivia, ¿Por qué lo hiciste? — refuta el abuelo Orlando
— ¿Cómo? — ella se sorprende por su pregunta.
— Dime, ¿Cómo pretendes darle de comer a la bebé?, sabía que eras idiota — Orlando no toca a Charlot, sin embargo, le molesta lo ocurrido.
— Señor Orlando — es interrumpida.
— No tienes como justificar ese acto tan irresponsable y ¿tu marido? — pedro mira a su hijo con rabia.
— Papá …
— Cierra la boca, maldita sea. Si no sirven para padres para que tengan hijos — golpea su puño sobre la mesa y un silencio llena el lugar.
— Esta vez, tu padre tiene razón y ahora la bebé no podrá tomar su leche por varios días — Lucia y Sonia lo apoyan.
Olivia se sentía como la peor de las basuras debido a sus actos y ahora su pequeña Charlot paga las consecuencias, su nena era feliz con su leche.
— Mamá, no es su culpa — Jhon hablo con seriedad y el abuelo queda sorprendido.
— Nosotros la obligamos cuando Robert fue al baño y se quedó dormido
— Saben que está lactando, no dejen que esto vuelva a ocurrir.
Olivia no es capaz de mirar a Robert por todo lo ocurrido, inclusive con la situación de la habitación se sentía como una mujer fácil, su lado salvaje salió con fuerza.
— Cariño, no te preocupes, no volverá a pasar y Charlot estará bien — Robert sujeta su mano, pero Olivia se va con su hija en brazos pensando que es la peor madre del mundo y en su irresponsabilidad.