5. Invitación al Tour

Me desperté a las 11:00 de la mañana. Un tanto mejor. Saber que la semana termino bien y pensar que en mi llegada a Los Angeles conocería a una persona a la cual me hace feliz cada día en la que pienso en él y en las que estoy junto a él, me hace bien. Conan ha hecho que ya no piense mucho en lo de mi papá, prácticamente él a entrado en mi mente para tratar de olvidar las cosas pasadas, pero aún no lo logra, aún pienso en lo de papá pero muy poco.
Me levanté para bañarme y vestirme para bajar a desayunar, probablemente tenga que hacerme el desayuno yo, por la hora en la que me he levantado muy tarde. Me bañé, me vesti y baje a la cocina, mi mamá y mi hermano no estaban en la sala, los busque y me di cuenta de que no estaban en la casa, al ir nuevamente a la cocina ví un papel, era una nota; "Tu hermano y yo salimos un rato a caminar, tu comida está en el microondas." Había dibujado un corazón al final de la nota. No pensé que mi mamá me dejaría la comida hecha. Agarré la comida y la comí, al terminar limpie la casa, quería que al llegar mi mama todo estuviera ordenado y limpio. 
Mientras limpiaba y ordenaba, agarré mi bocina y la conecte con el celular, busque las canciones de Conan y las reproduje. Limpiar mientras escuchaba a Conan cantar me daban más ganas de querér limpiar y ordenar. Cuando termine de hacer todo, subí a mi recámara y me recosté en mi cama. Perdí mi vista en el techo. Al pensar en Conan sentí mi celular temblar. Era un mensaje de él. "Hola! ¿Puedes bajar?" Sonreí.
Baje y abrí la puerta principal. Conan estaba con su bicicleta. No sabía la mínima idea de que quería, pero lo único que me vino a la mente era que quisiera salir. Sonreí al pensarlo. Si era eso, iba a estar nuevamente feliz.
—¿Puedes... Venir conmigo? —Asentí mientras le mostré una sonrisa. Por fuera de mi, me podías ver tranquilo, pero... Por dentro estaba gritando, claramente iba a decir que si, me gustaba estar con él. Le dije que me esperara un momento, él, solo asintió. Entre a la casa y subí a mi recámara dando brincos pequeños, estaba feliz, definitivamente lo estaba. Me cambie de ropa y le deje una nota a mamá diciendo que habia salido con Conan. 
Al salir de la casa, mire a Conan, estaba sentado en una banca en frente de mi casa, estaba sonriendo. Sonreí también, me gustaba verlo feliz también. Camine hasta él, giro para verme; seguía teniendo esa sonrisa que lo hacía ver aún más hermoso de lo que es. Fuimos juntos al mismo campo que me había llevado ese día, al llegar ahí, todos los momentos más felices que tuve ese día regresaron. Volver a sentir el mismo viento recorrer mi cara, en el mismo lugar, y con Conan. En ese instante nuevamente estuve feliz. La verdad no sabía para que Conan me quería traer acá nuevamente. Me atreví a preguntarle.
—Conan... —Volteo para verme, tenía la misma sonrisa de hace unos segundos —¿Por que me trajiste aquí otra vez?.
—En este lugar, fue la primera vez en la que te vi sonreír, en la que te vi muy feliz. Y me gusta verte así. Aquí, todo es mas tranquilo, y estando contigo mucho más —En ese momento sentí que mis mejillas se habian puesto rojas. Baje la mirada, me sentía bien, pero a la vez, nervioso. Oir que Conan se sentía tranquilo estar aquí conmigo. Subí la mirada nuevamente para verlo —Me gusta estar a tu lado, Abel —Sonrió. Los nervios me atacaron, pero pude controlarlo. —Jamás me había sentido tan bien con alguien. Eres la única persona a la cual me gusta estar a su lado —En ese momento quería abrazarlo y decirle que a mí también me gusta estar a su lado. Pero me contuve, no lo hice.
—¿P... Por eso me trajiste aquí? —Mi voz se escuchaba entrecortada. Negó. Al parecer no le dio mucha importancia en como se escuchaba mi voz —Entonces... ¿Por que lo hiciste? —Silencio. —¿Quieres decirme algo? —Asintió. —¿Que ocurrió? —Conan miraba a la nada, luego, giro su vista para verme nuevamente. 
—Bueno... Quiero invitarte a un tour que tendré dentro de dos meses —Trate de no gritar y no dar brincos, pensar que me iría a otros lugares con Conan me hacía feliz, y aún más por un tour de él, pero no sabía que haría con mamá y con mi hermano —El tour es del último álbum que saque, el que te dije; "Sunset Season". Pero, no se si quieras ir... Por cierto, las entradas para ti serán V.I.P —Sonreí. Obvio quería ir. Y saber que estaré al frente para estar junto a él, más ganas me da de querer ir.
—Y... —Negó, como si supiera que era lo que iba a preguntar, no seguí. Espere para saber si él sabía que era lo que iba a decir. Luego de unos segundos de silencio, habló. 
—No te preocupes, se que tu mamá te dejará ir, sabiendo que soy yo, te dejará. —Asentí. No me atreví a decir mas nada. 
Baje la vista y lo primero que vi, fue mi mano al lado a la de él, en ese instante lo único que queria hacer era agarrarle la mano. Mis ganas a cada segundo que corria se hacían más fuertes. Trate de contenerlo, al final, lo logré. No quería incomodarlo, por mas que le guste verme feliz, no quería hacerlo aún. 
Levanté la vista para verlo. Estaba feliz, lo sentía, y se notaba aún más por su hermosa sonrisa. Su cabello moverse por el viento. Hacia a que todo el lugar se viera más hermoso con él. Sonreí. Giré mi cabeza y al mirar al frente, se veía el atardecer. Los colores amarillo y rojo mezclados, el sol metiéndose y las nubes esponjosas y blancas. Todo era hermoso en ese lugar. Y estando con Conan todo era muy lindo. Sentí una mirada, era él, giré para verlo. Sonreía. Era muy hermoso, me gustaba verlo sonreír, me gustaba verlo feliz a él también. Conan se levantó y me llevo a una colina que estaba cerca de nosotros.
Estando junto a él, sentía que el tiempo iba lento, pero no era así, deseaba quedarme toda la noche junto a él, hasta tarde. Me decidí en preguntarle a mamá. Agarré mi celular y le pregunté. Me dijo que si, hasta las 11:00 P.M máximo. Sonreí.
—Conan... —Giro para verme —¿Quieres... Quedarte hasta tarde conmigo? —Estaba nervioso, pero pude controlarlo. Sonrió.
—Si, si quiero —Lo sentía más feliz, sabía que le gustaría estar más tiempo conmigo. Lo mire y le sonreí. Me devolvió el gesto. Pasaron unos minutos de silencio. Hasta que Conan volvió a hablar. —Ahora que estaremos juntos hasta tarde... ¿Quieres ir al cine? —No sabía que contestar, los nervios me atacaron. ¿Ir con Conan al cine? No me lo creía. Trate de controlarme, me decidí en decirle que si. Asentí —Bien, ¿Quieres ir ya? ¿O ahora más tarde?
—Ahora más tarde, quiero estar aquí por lo menos una hora más. ¿Está bien? —Asintió mientras me sonreía. 
Al pasar la hora me levanté y le extendí mi mano para ayudarlo a levantarse. Los nervios volvieron al sentir su mano con la mía. Lo que tanto quería ocurrió. Pero no de la forma en la que exactamente quería. En ese momento quería quedarme el resto de la noche con su mano junto a la mía. Suspire al darme cuenta de que no ocurriría. 
Conan jalo mi mano y dimos vueltas en la colina. Era muy inclinada. Al terminar de dar tantas vueltas termine encima de él. Nuestras miradas se toparon; él atrapó la mía y yo la suya. Ese momento se sentía mucho mejor estar ahí. Al darme cuenta de que estaba encima de él me levanté de inmediato. Estaba nervioso; temblaba. Pase mis manos por la cara. Tenía miedo de que Conan se sintiera incómodo.
—¿Que ocurre... Abel? 
—¿Estás bien? —Voltee para mirarlo. Enarcaba una ceja.
—Abel, estoy bien. ¿Tú estás bien? —Asentí. Me sentí un poco tranquilo al saber que estaba bien y que no se sentía incómodo.
—Si, si lo estoy. Disculpame, en serio.
—¿Por qué te disculpas?
—Pense que te habías sentido incómodo por lo de hace unos segundos. Solo te juro que no volvera a ocurrir —Me sentía culpable del haber caído encima de él.
—No me sentía incómodo. No te preocupes.
—Está bien. 
Se levantó y fuimos a buscar nuestras bicicletas. Me sentía mal, aunque él me haya dicho que no se sintió incómodo. Solo quería olvidar lo que ocurrió en ese momento. 
De camino al cine, iba detrás de él. No conocía el lugar. Estaba detrás de él porque así me guiaba. Al llegar, vimos los carteles para encontrar una película que nos guste a ambos. Al final decidimos ver una de comedia. Me parecía bien. Incluso, tenía más ganas de verlo para al fin escuchar a Conan reír. Compramos las entradas y fuimos directo a la sala de la película. 
Entramos justo a tiempo; la película estaba por empezar, pasaron unos minutos y hubo una escena en la que la mayoría de las personas rieron, voltee para ver a Conan; aun estaba normal, no reía. Giré mi vista hacia la película, pasaron otros minutos y otra vez las risas, no rio tampoco. Paso una hora y en todas las escenas no había reído. Pasaron minutos nuevamente y otra escena, escuché a alguien reir a mi lado; ¡Era él! Sonreí. El momento que estaba esperando desde el principio de la película al fin habia llegado. Al escucharlo reir me hizo feliz. Su risa es hermosa, única, al igual que él. Me gustó escucharlo reír, era muy lindo.
Al terminar la película fuimos juntos al centro comercial, Conan, compro ropa para él y para mí. Me sorprendía saber que él quería comprarme ropa. Al terminar de comprar ropa salimos del centro comercial.
—¿Quieres que te acompañe a tu casa? —Asentí y le sonreí. Me sonrió devolviéndome el gesto. 
Al llegar a casa le agradecí por lo del cine y la ropa. También, me despedí. Entre a la casa y revise la sala, mi mamá y mi hermano no estaban, subí para revisar si estaban en las recámaras. Solté un suspiro al ver que si estaban, los dos estaban dormidos. Camine a mi recámara. Me di una ducha y me vestí. Al acostarme en la cama mire las bolsas de compras. Sonreí al recordar todo el día. El dia de hoy tampoco lo olvidaria. Cada momento era hermoso junto a él, me sentía bien junto a él. Todo parecía un sueño, pero no lo era. 
Igual que en la noche anterior, busque mi celular y reproduje las canciones de él. Incluso escuché el álbum que me dijo. Todas las canciones me gustaron. Las canciones eran mas hermosas con la voz de él. Él hacia a que las canciones sonarán únicas. 
Eran la 1:00 A.M . Mis párpados estaban pesados, mi cuerpo estaba cansado. Decidí en dejar el celular y por fin dormir. Por más que era tarde, quería seguir escuchando a Conan; seguir escuchando su voz. Luego de unos segundos caí en el sueño. Mi cuerpo dió las gracias y mis párpados también, cada parte de mi quería descansar luego de todo el día e incluso la noche.