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Cariño, han pasado seis infernales meses desde que te fuiste.

Hace tres decidí darme una oportunidad con aquél que solía ser tu mejor amigo, Héctor. Pero como lo imaginé todo fue un desastre.

Le pedí que fuéramos con calma, que no apresurará las cosas y que si tenían que ser, serían. Pero supongo que las mujeres podemos ir despacio, ustedes no. Cuando intentó ir más lejos, me recordó a ti y no pude.

¿Lo recuerdas, amor? Tu primera vez fue conmigo, y la mía contigo. Cosa que nadie sabe y que nadie imagina. 

— ¿Estás segura?— Me preguntaste un poco agitado por los recientes besos apasionados y con prisa que nos hemos dado. 

— Te amo Chris, y nunca he estado tan segura de algo.— Te agarre de la nuca y te di un profundo beso.— De verdad.— Te mire a los ojos.— Estoy segura.

— También te amo.— Me volviste a besar, pero con calma.— Pero, estoy nervioso.— Me confesaste y sonreí ante tu sinceridad.

— Yo también lo estoy.— Ambos sonreímos y volvimos a besarnos. 

Pasamos una increíble noche en aquella vieja cabaña de tu padre. Quedaba a las afueras del pueblo y se la pediste con la excusa de que veríamos unas simples películas y pasaríamos la noche allí. Mi madre no se negó, pues ya teníamos casi un año de novios y te conocía bien. 

Luego de que me negué a Héctor no ha querido hablarme, ya van dos semanas y cuando lo veo por la calle sigue de largo, si lo llamo me ignora.

Aunque, ayer mi prima Melissa me dijo que él estuvo bebiendo en el bar en el que ella trabaja y empezó a decir que yo era una cualquiera y que fui arrastrándome hacía él porque era una necesitada y que por eso me habías dejado. 

Este rumor llego a oído de mi padre. Ya sabes, este siempre ha sido un pueblo chico. Y creo que ha empezado a pensar que su hija es realmente una cualquiera, mi madre lo ha calmado, pero me dolió que creyera en palabras de ese imbécil ebrio. 

Tu hermano ha venido a visitarme, me dijo que le gustaría saber porque te has marchado dejándome tan destrozada. No pude hablar por mucho tiempo con él, verlo a él fue como verte a ti de nuevo y fue muy doloroso. Creí haberte superado cariño, pero estaba totalmente equivocada.