*Capítulo 4*

Narra T/N

Ash... cómo pude hacer eso - cerrando con fuerza el casillero - y todavía en frente de todos

Ahhh!!! como pude *agarrandose la cabeza* como pude hacerlo

Cállate! y deja de quejarte, ellas se lo merecian; además... bien que te gustó hacer eso

NO! ... bueno sí, solo un poquito *jejeje* pero igual, no debí hacerlo. Ahora todos van a estar hablando de mi y no...quiero eso.

Pero, mírale el lado positivo, ahora van a notar tu existencia y así te prestaran atención y ... puedes hacer amigos ya que...

No!!! no, claro que no, no debo de amigos, no puedo darme el lujo de hacerlo, no tengo derecho de ser feliz. Debo pasar desapercibida, debo ser invisible hasta graduarme. 

Parezco loca, estoy aquí paraba enfrente de mi casillero teniendo una discusión conmigo misma *estampo una mano en mi cara y la arrastro hacia abajo* debe ser mi castigo.

Me dirigo hacia mi salón de clases, con la cabeza agachada y mi vista en el suelo; camino por el pasillo, no se porque pero a cada paso que doy se hace más lago, parece interminable. Siento varios pares de ojos puestos en mí, personas que no tienen la mínima intención de hablar en voz baja, su objetivo creo que es que yo escuche todo lo que dicen sobre mí.

Oye, ella no es la de la cafeteria... Ella es la que hizo ese alboroto... No puedo creer que haya hecho eso...

Que molestos! solo les importa el chisme del día, ¡¿Acaso no tienen una vida?! ¡¿no tienen nada más importante que hacer?! ¡¿qué les importa la vida de los demás?!..Soy tan cobarde que nisiquiera se los puedo decir en la cara. Preferiría que me ignoren como lo hacian antes, que no notasen mi existencia.

Por fin llegué a mi aula, solo espero poder entrar y que ellos sigan haciendo lo que sea que estén haciendo.

Me introduzco dentro de esas cuatro paredes, sigo con la cabeza agachada, no se oye ningún ruido, todos estan callados, es un silencio incómodo, y aunque mis ojos están fijos en el piso sé que me están mirando, mis pasos son normales pero siento que todo pasa en cámara lenta. Camino entre las mesas ralladas de los estudiantes para ir a mi asiento, al fondo del salón.

Solo... solo quiero que me ignoren, po favor, no me miren, no me presten atención - digo, pero un tono tan bajo, que solo yo lo escucho.

Cuando llegué a mi asiento lo primero que hice fue sentarme *obvio, ni modo jajaja* me coloqué mis audífonos y me recosté en mi carpeta, para así no prestarle atención a las miradas y murmullos que tenían hacia mí.

Sé que sonará raro, pero ... quiero que el profesor llegue.

La música te conecta a otro mundo (✿◡‿◡)