Olvídate del Pasado

✨Capitulo 2✨

Los días pasaban lentos y aburridos, yendo de clase en clase, haciendo nuevas amistades también. Había conocido a la organizadora de eventos en la clase de Química, Cara, a ambas nos tocó sentarnos juntas. La joven era rubia, era inteligente y tenía una beca en la universidad por sus promedios. Gracias a ella pude integrarme mejor con las personas.

Era viernes por la mañana, cuando baje a la cocina, estaban mis tíos y Emma desayunando, sin embargo la ausencia de Ruth brillaba en el aire. Emma había vuelto de su viaje y hoy sería su primer día en la universidad, pero no quería ir con ella. Estaba vestida con una pollera que estaba por arriba de sus rodillas y una pequeña camiseta que le dejaba ver su ombligo.

—Gin, ¿sabes donde se ha metido Ruth?- Preguntó mi tía sirviéndome café, pero su pregunta me tomó por sorpresa, por lo que me tomé unos minutos para responder, pero fui interrumpida.- Ella no durmió aquí anoche.- Mencionó Madison.

Mire a Emma quien puso su primer dedo en sus labios e hizo una seña de que hiciese silencio. Me sentía realmente incomoda, no sabía que decir y no sabía dónde se encontraba mi hermana pero al parecer Emma si.

—Ella tenía que terminar un trabajo grupal con unas compañeras de clases para mañana, así que decidió quedarse a dormir tía, ella nos dejo la llave del auto para que vayamos a la universidad y allí nos encontramos todas.— Mintió rápidamente Emma, observándome mientras me tiraba las llaves del auto.

Golpeé mi cabeza mentalmente unas treinta veces por tener que ir con Emma, y maldecía otras treinta a Ruth por no decirme en que se había mentido.

Minutos después me encontraba manejando el auto hacía la Universidad, pero Emma me hizo detener el auto a un costado de la carretera.— Lo siento, tengo que abandonarte, alguien pasa por mi, otro día hacemos lo de ir juntas a la universidad cariño.— Dijo Emma despidiéndose, mientras metía un chicle a su boca y se recogía su cabello con un moño.

A lo lejos escuché el rugido de una moto acercarse a una velocidad demasiado alta y estacionarse al lado de nuestro vehículo. Mi prima saludó y se alejo, acercándose seductoramente al joven de la moto, mientras que el dueño de la moto le alcanzaba un casco. Él acelero su moto y se fue a la velocidad en la que había venido, pero esta vez con Emma abrazada a él.

Arranqué el auto unos minutos después en los cuales pensaba si tenía que haber dejado que Emma se subiera a esa moto, e inventaba posibles respuestas que me daría Ruth cuando nos encontremos. Pero opte por pensar que quizás si había estado haciendo ese trabajo, Ruth no era de meterse en problemas, más bien esa era yo. Quité todo pensamiento para seguir mi camino hacia la universidad.

Me quedé unos minutos apoyada en el capo del auto, observando rostros en el estacionamiento de la universidad, buscando a Ruth. Sin éxito de encontrarla, le puse alarma al auto y mi mirada se detuvo en un auto que suponía yo, que era un Torino de los 90', que estaba entrando al estacionamiento. De él se bajo un chico rubio, con unas facciones serías, él vestía un suéter color azul y unos jeans desgastados. Rodeó el auto y abrió la puerta del copiloto dejando salir de allí un rostro familiar.

—Mentirosa.-Pensé.—¿Por qué no me lo dijo?- Decía mientras la veía sonreír sonrojada.

Ella saludó al joven de cabellos rubios, despidiéndose de este y acercándose a mi.

—Que idiota.— Insulté cuando Ruth estaba frente a mi.— ¿Por qué no me lo dijiste?— Pregunté enojada.

—Lo siento, verás la historia es larga, pero le dije a Emma que te dijera, ya que te encontrabas dormida anoche. —Respondió Ruth caminando hacía la entrada.— Bueno, pero no me lo dijo, ¿en qué momento dejaste de confiarme las cosas a mí y si a ella? — Mencioné obteniendo su mirada encima. — Vete al infierno. — Escupí enojada y de mal humor dejándola atrás y entrando a la cafetería.

Encontré mi grupo de compañero, entre ellos se encontraba Cara, tomé asiento a su lado, y vi que el resto de mis compañeros estaban divirtiéndose alegremente, mientras comían y hacían comentarios sin sentido. Pero no tenía ganas de socializar, así que solo tome un sorbo de mi café y me dediqué a escuchar alguna que otra cosa, sonriendo de vez en cuando.

—No puedo creer que Ruth esté saliendo con Cassiel, es decir no lo había visto nunca con una mujer, pensé que era homo. — Comentó una de tres porristas que había paradas riendo con los chicos del equipo de futbol.

— Tal vez no lo habían visto con una chica por la reputación de su hermano, nadie se acercaba mucho a él, más bien a ninguno. — Retrucó Cara señalando a Ares quien entraba buscando un banco con la mirada.

— ¡Oh! Ganó la pelea en Olimpo con Damon. —Gritó uno de los chicos sentados sobre la mesa. — Casi lo mata, tuvieron que sacarlo entre tres personas. —Comentó.




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